VALÈNCIA. La ciudad de València no protegerá el cine Metropol. La histórica sala, creada por Goerlich por encargo de Carceller, el espacio de referencia para decenas de generaciones de cinéfilos, el local de reestreno más popular de fin de siglo gestionado por la familia Fayos junto a su hermano el D’Or, tiene las horas contadas. El informe técnico encargado por la Concejalía de Desarrollo Urbano sobre el valor patrimonial arquitectónico del cine deja al inmueble en una situación de desprotección absoluta. Su supervivencia depende exclusivamente de sus propietarios que pueden demolerlo cuando quieran.
Según ha podido confirmar Valencia Plaza, los arquitectos contratados por el Ayuntamiento han dictaminado que no tiene valor patrimonial con lo que se abre la puerta a su derribo para construir en su lugar un Hostel. La notificación aún no es pública y se remitirá a lo largo de la semana. Asimismo, se espera que se explique en la próxima comisión de Desarrollo Urbano, Vivienda y Movilidad, que se celebrará este viernes a las 11.00, donde el concejal de Ciudadanos Narciso Estellés ha realizado una pregunta al respecto.
La propuesta de derribar el Metropol se aprobó hace un año por parte de Disciplina Urbanística. La Oficina Técnica Control de la Conservación de la Edificación emitió un dictamen favorable para conceder una Licencia de Derribo para que, en el lugar donde estuvo el cine, se instale un establecimiento hotelero. Con ello, el mensaje que emitió el Ayuntamiento de València, el Govern de la Nau, es que aprobaba un dictamen que favorecía la turistificación del Ensanche, y que ésta tomase como punto de referencia uno de los últimos restos del patrimonio sentimental del siglo XX en la ciudad.
Desde que se conoció la noticia del derribo diferentes colectivos civiles, encabezados por la Fundación Goerlich y el Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, se agruparon bajo el paraguas Salvem el Metropol con el objetivo de despertar la conciencia ciudadana. El Ayuntamiento de València decidió hacer caso omiso a las críticas que reclamaban medidas para que, aunque fuera simbólicamente, no se borrará de la trama urbana el recuerdo del Metropol y ha seguido adelante con el plan de derribarlo.
Desde la Concejalía que dirige Vicent Sarrià se ha defendido en todo momento que el edificio no tiene valor arquitectónico alguno porque así consta en la documentación oficial y se ha apoyado la demolición del mismo en una actuación que, en la práctica, incidirá en el olvido institucional de Carceller, fusilado por el franquismo por sus revistas satíricas, y al que el Govern de la Nau no ha querido darle ni calle.
A la espera de la confirmación oficial, el dictamen del consistorio ha generado de entrada críticas por parte de algunos representantes de la oposición. Así, el concejal de Ciudadanos Narciso Estellés ha criticado la dilación del Ayuntamiento a la hora de sentenciar. “Para este viaje no hacía falta tantas alforjas”, aseguraba este miércoles.
Estellés recordó que desde febrero de 2017, cuando se autorizó el derribo, se han sucedido ya “demasiadas declaraciones cruzadas por parte de las distintas administraciones y trasvases de responsabilidad para tomar una decisión final”, dijo. Así, rememoró que en junio del año pasado su partido presentó una moción “en defensa del patrimonio arquitectónico valenciano contemporáneo, que fue rechazada por el tripartito, con Sarriá a la cabeza”.
“En la moción pusimos el acento en el edificio de los cines Metropol, y en la necesidad de ser reconocido y salvaguardado, pues hay toda una época contenida en el diseño de su fachada. A pesar de ello, Vicent Sarriá anunció a bombo y platillo en julio de 2017 su disposición a acordar con los propietarios el respeto y el mantenimiento del inmueble. Y ahora, tras más de un año de descontrol administrativo (desde que se solicitó la licencia de derribo), si finalmente no se va a considerar ningún tipo de protección al Metropol, estaremos ante un episodio más del nulo rigor del tripartito, y en concreto de Sarrià como máximo responsable de la concejalía de Urbanismo y de la Comisión de Patrimonio, en una materia tan sensible para todos los valencianos como es el Patrimonio y nuestra historia”, dijo.
Por su parte, desde la Concejalía se limitaron a confirmar la existencia del informe y aseguraron que en él se explica los motivos para dictaminar que el Metropol no tiene valor patrimonial. En este sentido insistieron que está “todo muy justificado”. Si bien cabría recordar que, como dijo Pascal, “el corazón tiene razones que la razón no entiende”. Remozado e inaugurado como sala de exhibición en 1932, el Metropol será historia o mejor dicho dejará de serlo, 86 años después de su apertura. El Ayuntamiento de València ha sentenciado su muerte. València no salva cines; prefiere hoteles.