VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València empieza a replantear el sector urbanístico del Grao. La empresa municipal Aumsa, encargada del diseño de este PAI, ha reconfigurado el desarrollo con la principal novedad de la supresión de la prolongación de la Alameda en su llegada al mar, y la sustitución del antiguo circuito de Fórmula 1 por un "circuito biosaludable" peatonal rodeado de una extensa zona verde.
La edil de Urbanismo y presidenta de Aumsa, Sandra Gómez, esbozó este martes las nuevas líneas que regirán el planeamiento de dicho sector, "uno de los más importantes de la ciudad" con más de 380.000 metros cuadrados de suelo por urbanizar. "Era necesario reformular y darle una vuelta al desarrollo planteado inicialmente", explicó la concejala, para quien los cambios que se plantean son "un paso más allá para adaptarlo a los criterios de movilidad sostenible, que cumpla con la perspectiva de género y ofrezca oportunidades de inversión y de empleo".
Así, se mantendrá la edificabilidad en el nuevo proyecto, pero se reorganizará para concentrar los nuevos edificios en la zona norte del sector, mientras que el área sur se convertirá en un "delta verde" unida con el cauce del río Túria. Esto implica que la prolongación de la Alameda que se había planteado en un principio quedará descartada por considerarse "innecesaria". La conexión en vehículo con la fachada marítima no será con la continuación de la gran avenida construida en la Alameda, sino por el norte, mediante Juan Verdeguer y la Avenida de Francia.
En ese sentido, el resto de los viales del antiguo circuito de la Fórmula 1 -en color naranja en la nueva propuesta- constituirán un "circuito biosaludable" peatonal, que será el primero integrado en un barrio de la ciudad y que contará con zonas de juegos y para el deporte. Para esta reutilización de las antiguas pistas, el consistorio está estudiando proyectos similares realizados en otras partes del mundo como en China.
Este circuito estará rodeado de una zona verde amplia conectada al sur con el cauce del río Túria y el Parque de Desembocadura en el que ya se está trabajando. En total, se calcula una zona verde de 170.000 metros cuadrados. Además, como las vías ferroviarias de Serrería siguen en superficie pese a las reivindicaciones al Gobierno central para que las soterre, el proyecto del PAI del Grao mantiene el cajón para estas vías, que se salvará por encima con una pasarela peatonal para unir el vial residencial en que acabará la Alameda y la zona del Grao.
Gómez insistió en que no está nada aprobado pero sí son las líneas en las que se están trabajando y la definición de usos que se pretende dar al espacio. Por ello, todavía se desconoce de cuántas alturas serán los nuevos edificios a la postre -los planteados anteriormente tenían entre 20 y 40 plantas-, aunque sí habrá un 25% de edificabilidad para viviendas dotacionales y de protección pública.
Además, se quiere convertir la zona en un polo de desarrollo innovador con "un terciario de calidad", como había publicado Valencia Plaza en su momento. Por ello, se reservará un 20% del suelo para este uso, aprovechando la proximidad con La Marina y La Harinera, futuro centro de innovación municipal.
Por su parte, el alcalde, Joan Ribó, ante la presentación del futuro planeamiento, propuso hacer una ronda de reuniones de trabajo en forma de "debate participativo" con las asociaciones de la zona para definir concretamente el futuro PAI y recoger las aportaciones de las asociaciones del entorno. Algo a su juicio "fundamental", según explicó tras reunirse con la Plataforma Litoral per al Poble.
Por su parte, Vicent Martínez, representante de la plataforma, celebró "la accesibilidad del Ayuntamiento de València a la hora de hablar de estos temas" así como el "compromiso de participación ciudadana" adquirido por el primer edil en "temas capitales" como la futura urbanización del sector. También pidió, por otra parte, compromisos sobre el desarrollo del futuro de La Marina, en un impás por el momento.