Valencia: Puerto-Ciudad

La historia del Puerto de Valencia es una historia de tesón, tenacidad, esfuerzo, dificultades…y también de progreso. No es un puerto que nace en un lugar de abrigo de la costa, hubiera sido muy fácil, no, es un puerto que germina muy próximo a la ciudad de Valencia y expuesto a un litoral abierto. Recomiendo la lectura de una breve historia del Puerto de Valencia en la que se recogen los inicios del puerto, probablemente un pequeño embarcadero de madera que desde el siglo V (a.C.) ya registraba una mínima actividad comercial y pesquera. Para los apasionados de la historia e historia económica, los trabajos de Dicenta, Ferrer-Navarro, Teixidor, Salvador, Escolano-Perales, Castillo, Cavanilles y otros; pero no es el momento de hablar del pasado sino del presente y de afrontar un futuro prometedor para el Puerto y la Ciudad.

Ahora, más que nunca, la relación Puerto-Ciudad es más estrecha e inseparable y finalmente se ha entendido por casi todos que dicha relación debe quedar sellada en pro del progreso de ambos. A raíz de la acogida que han tenido los dos últimos artículos "Valencia, centro de progreso" y "Neutralidad de la ampliación del Puerto en el litoral sur", algunos lectores y amigos me han pedido que hable más ampliamente del Puerto y de Valencia así que pongo manos a la obra e intentaré, de forma amena, acomodar en el conocimiento de los valencianos la enorme ventaja que tenemos por disponer de un Puerto como el de Valencia y también de los peligros que acechan. 

En los últimos cien años es difícil deslindar quien ha aportado más al progreso, si el Puerto a la Ciudad o la Ciudad al Puerto. Es por esto que debemos ignorar a los agoreros del progreso, nostálgicos de un pasado menos globalizado, seguidores de titulares en los que cada palabra negativa aumenta en un 2,3% el número de clics. En una encuesta realizada por investigadores de la Universidad de Bath, Inglaterra, sobre 10.000 personas de entre 16 y 25 años, el 65% respondió que el futuro es aterrador, un 56% pensó que la humanidad está llegando a su fin, 39% dijeron que mostraban vacilación a la idea de tener hijos debido a que el futuro era muy sombrío. Les aconsejaría que en lugar de quedarse en los titulares siguieran las líneas de tendencia, sobre todo para mantener su equilibrio mental. Pero, por supuesto, son legítimos sus temores aunque existe otro lado mucho más brillante de la historia y es el hecho de que somos los seres humanos más afortunados de todos los tiempos. En casi todos los aspectos, la vida es materialmente mejor que en el pasado. Y no solo el pasado lejano, fijémonos en el lujoso palacio de Versalles de Luis XIV, no tenía instalaciones sanitarias, electricidad, fontanería, calefacción… vamos que era "el receptáculo de todos los horrores de la humanidad: los pasillos, corredores y patios estaban llenos de orina y materia fecal" y sin embargo era el hombre más rico y poderoso de su tiempo. Ahora les hago una pregunta a estos jóvenes: ¿preferiríais vivir en un apartamento con electricidad, aire acondicionado y fontanería interior o en un palacio de Versalles sin nada de esto?

Pues todas las ventajas de vivir en nuestro tiempo se las debemos a la globalización y por supuesto, como parte integrante y necesaria, al Puerto de Valencia. “Globalización” es un término común que comúnmente se malinterpreta. Es la convergencia gradual de precios y mercados que resulta de que los humanos hagan libremente lo que han hecho a lo largo de la historia: trabajar, innovar y realizar transacciones para beneficio mutuo, procurando mejorar la situación de sus familias trabajando duro, inventando cosas nuevas, manteniéndose alerta, mirando a su alrededor, haciendo pequeños negocios, etc. El resultado de toda esta libertad humana ha sido la globalización. En varias escalas de tiempo, ha estado sucediendo desde las cuevas hasta el mundo moderno, o desde 1350 hasta 1800, o desde 1776 hasta 2024. 

Imagine su vecindario o su barrio como una "economía única". Una tienda de la calle del Mar o Comedias no puede cobrar 10€ por una barra de pan cuando otra tienda a dos manzanas de distancia la cobra a 2€. Pasa lo mismo con la minuta de un dentista de calidad o de un servicio de planchado de trajes. La globalización coloca a todos aquellos -cuyo gobierno lo permite- en un vecindario global en el que el precio de un televisor Samsung en Washington es prácticamente el mismo que en Pekín o Nueva Delhi.

El nuevo transporte y sus instalaciones portuarias –Puerto de Valencia– crean globalización y por supuesto riqueza, pero el bloqueo por parte de algunos políticos y activistas y de algunas administraciones las anula. La gran fuente para avanzar ha sido la innovación en el transporte, terrestre y marítimo,  y en sus instalaciones portuarias con la consiguiente caída en el precio del transporte de bienes y personas. Provino nuevamente de una elección y acción individual-privada, no de una acción estatal. Y es aquí donde el Puerto de Valencia juega su papel primordial en el desarrollo de Valencia y luego de su región, posteriormente de otras regiones como Madrid, de la que somos su puerto natural, para convertirse en puerta de entrada de bienes a Europa e incluso África y puerta de salida de productos agrarios, alimentarios y manufacturados al resto del mundo. Un Puerto de Valencia evolucionado, exitosamente gestionado, en continua ampliación y mejora ha sido, es y será la llave para ampliar la calidad de vida de los valencianos.

La primera incoherencia política que afecta al Puerto de Valencia es la de luchar y abogar por la instalación de una gigafactoría de producción de baterías para coches eléctricos y, sin embargo, dificultar, retrasar y prohibir la ampliación necesaria del Puerto de Valencia. ¿Por donde pensaban que iban a entrar las materias primas indispensables, primero para la construcción de la gigafactoría y segundo para la producción de dichas baterías y por donde pensaban que iban a salir las baterías una vez fabricadas? Ah, es cierto, en carro tirado por mulas. La insistencia por parte de una izquierda anticapitalista por dificultar el desempeño del Puerto de Valencia es enfermiza y ha quedado demostrado que obedece a ideologías anti progreso sin fundamento. 

Volviendo al Puerto de Valencia que interacciona con el desarrollo de la Ciudad de Valencia, cualquier ciudadano medianamente informado desconoce la cantidad de mecanismos integrados en el día a día de la actividad portuaria y por supuesto, desconoce la actividad innovadora del Puerto en todos los sentidos. Yo mismo he quedado sorprendido por la gran celeridad con que se implementan todas las mejoras y proyectos que afectan a la actividad portuaria, el medio ambiente, la sostenibilidad y la biodiversidad. Baste por señalar:

• Nuevo acceso y traslado de puertas de la Terminal Pública de Contenedores del Puerto de Valencia
• Dragado y aumento de calado en los muelles de Levante y Dársena Sur del puerto de Valencia
• Pavimentación e infraestructuras de la explanada del muelle norte (Xità) del Puerto de Valencia
• Ampliación de la Terminal de MSC por el Este del Puerto de Valencia
• Construcción del nuevo faro en la Ampliación Norte del Puerto de Valencia
• Ampliación de la playa de vías del Muelle de Levante del Puerto de Valencia
• Edificios de la nueva dársena de servicios náuticos del Puerto de Valencia
• Obras de abrigo para la Ampliación del Puerto de Valencia
• Instalación solar fotovoltaica en diversos puntos del Puerto
• Plan de vigilancia de las playas al norte y sur del Puerto de Valencia mismo tras la ejecución de las obras del mismo

También innumerables proyectos, cofinanciados por la UE que puede consultar aquí. Destacar el esfuerzo del la APV por armonizar la relación del Puerto con la Ciudad de Valencia concretando la colaboración Puerto-Ciudad (rehabilitación de los antiguos Tinglados y otros edificios de la Dársena Interior, firma del convenio con la Administración del llamado Balcón al Mar que posibilitó la cesión a la Ciudad de parte de la Dársena Interior del puerto, las obras realizadas con motivo de la 32 America’s Cup, que supusieron  la creación de nuevos espacios portuarios para uso ciudadano y deportivo que han posibilitado una de las transformaciones Puerto-Ciudad recientes más destacada con la creación de la  Marina de Valencia, etc.). Ahora, respecto al área sur colindante con el barrio de Nazaret, se está trabajando por parte del Ayuntamiento y del Puerto, en el Plan Especial que contempla un área de más de 180.000 m2 destinada a usos que sirvan de transición entre el barrio y la actividad portuaria. 

Con respecto a la sostenibilidad, el Puerto de Valencia  regula toda su actividad portuaria a través de su "Política Ambiental y Energética de la APV", que recoge los principios ambientales generales y de mejora continua para que la actividad del puerto sea respetuosa con el entorno, llevando a cabo actuaciones para la mejora de la calidad de las aguas, la prevención y lucha contra los vertidos, la mejora de la calidad del aire, la mejora de la calidad acústica, la adecuación de los dragados, la gestión de los residuos y, por supuesto, la formación continua del personal y, a través del proyecto ECOPORT II, el Puerto de Valencia (APV) lleva a cabo una campaña de sensibilización dirigida a la Comunidad Portuaria, cuyo objetivo es conseguir la máxima sinergia en la aplicación de su Política Ambiental. También colabora junto con otros puertos y organismos europeos en la unificación de criterios y definición de nuevas medidas de protección ambiental en los puertos, siendo una política activa del Puerto de Valencia la participación en estos proyectos internacionales. 

Y no olvidemos que a todo lo anteriormente expuesto hay que añadir que el Puerto de Valencia compite con el resto de puertos del Mediterráneo en atraer el mayor volumen de negocio y para ello debe ser altamente competitivo y eficiente en el tratamiento de las cargas, por lo que a través de Infoport, participada del Puerto con más de 84 técnicos, actualiza sus procesos y mejora su digitalización y automatización; pero todos estos esfuerzos se vienen abajo con los retrasos producidos por las trabas que interponen grupos políticos organizados que a través de sus colectivos impiden el desarrollo natural de la actividad portuaria. ¿Con que fin? Ideología trasnochada y un abanderamiento del cambio climático y de la sostenibilidad mal entendidos. Sobre esto ya escribí en un artículo titulado “Banalización…”

Se está trabajando en reducir el tiempo que los buques porta contenedores pasan en puerto, llamado tiempo de escala, es decir, desde la entrada del buque en aguas portuarias y llamada al Práctico hasta su salida de las mismas. Esta es una comparativa que he encontrado en la que aparecen los tiempos de escala de las 25 economías top mundiales, siendo el promedio mundial 23,2 horas. Aún así el tiempo del Puerto de Valencia mejora los de sus homólogos españoles. Todo ello contrastado con las encuestas que periódicamente lleva a cabo la APV con los capitanes de los buques, en las que el 97,9% de los encuestados se muestran satisfechos o muy satisfechos con la coordinación de los servicios técnico-náuticos en el Puerto de Valencia.

Entonces, ¿por qué los puertos de uno de los países TOP25 están por debajo de los de tantas otras naciones, incluidas algunas con muchos menos recursos? Legislación y trabas políticas al desarrollo del tráfico marítimo y sus instalaciones portuarias. Así de claro.

Como decía al principio, muchos son los peligros que acechan al Puerto de Valencia y por su interacción también a la Ciudad de Valencia. Por ello es esencial una nueva estrategia de comunicación por parte del Puerto. No es suficiente hacer lo correcto, que se hace, incluso más de lo debido. Si toda esa información de actividad (mejoras, automatización, digitalización, IA, sostenibilidad, medio ambiente, capacitación…) no llega al ciudadano el resultado es cero. Como si no se hubieran realizado. No olvidemos que lo que no se cuenta no existe, no ha pasado. Un ejemplo extremo: si el servicio municipal realiza obras de mejora en un barrio, digamos conductos de agua, o de reasfaltado, y ejecuta dichas obras de madrugada, para no molestar, la mayoría de los ciudadanos beneficiados no se van a enterar del trabajo y esfuerzo realizado en su bien. Si por el contrario se realizan a la luz del día, en hora punta, todo el barrio tendrá conocimiento de las mismas y, esto es fundamental, valorará el esfuerzo de su Ayuntamiento por tener actualizadas las infraestructuras municipales. Molestias 1-Mejoras 9, resultado apabullante.

Los que conocen estas ventajas y las obvian, omiten y eliminan de la ecuación para servir a sus propios intereses, que algún día nos contarán, son los anticapitalistas y activismo radical, véase el reciente recurso contra la ampliación del Puerto de Valencia, que utilizan todas las armas posibles para entorpecer el desarrollo del Puerto de Valencia, de la Ciudad de Valencia y del progreso de ambos. Si fracasan con el recurso, que fracasarán, no se van a quedar parados. Volverán a la carga con otras excusas medioambientales y probablemente calentarán la cuestión sindical, vía conflicto laboral, para entorpecer la gestión y desarrollo del Puerto. Mientras tanto, los competidores del Mediterráneo avanzando sin este tipo de trabas. Puertos de Barcelona o Algeciras, Norte de África, Sur de Francia, aceptando buques e incrementando sus cifras de negocio a costa del Puerto de Valencia. 

No es suficiente una página web, por cierto excelente, para contar la actividad y lo que hace el Puerto de Valencia por la Ciudad. Es necesario un relato diario, potente, con llegada a todos los niveles para que, llegado el momento, que llegará, y nos presenten nuevas trabas, podamos contar con el apoyo mayoritario de la sociedad valenciana debidamente informada. Si se genera impacto social a través de una adecuada estrategia con un propósito firme estará ganada la batalla al activismo radical e ideológico.

Ricardo Romero es especialista en estrategia de impacto y sostenibilidad