El director del centro plantea la propuesta a regidores del consistorio; el PSPV ya propuso esta idea hace seis años y Urbanismo la defiende
VALÈNCIA. La postal del Museo de Bellas Artes de València cambiará de forma considerable en un plazo medio de tiempo. Los miles de vehículos que cruzan por delante de su fachada barroca desaparecerán pero no será por ensalmo, sino fruto de la ingeniería.
En el Ayuntamiento de València se ha vuelto a recuperar la propuesta de crear un túnel en la margen izquierda del río, una idea que es muy grata en los despachos de la Concejalía de Desarrollo Urbano. No en vano su regidor, Vicent Sarrià, formaba parte del equipo del PSPV que la propuso hace ahora seis años.
El director del Museo de Bellas Artes, José Ignacio Casar Pinazo, durante estos dos últimos años ha mantenido reuniones con regidores del consistorio para retomar la idea. La propuesta de desviar el tráfico resulta más complicada de conseguir, como le reconoció el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, a Casar Pinazo. Pero la del túnel, opción por la que apuesta el director del museo, sí que es más factible. Es de hecho la más deseable, dicen fuentes del entorno socialista.
En paralelo a las reuniones que ha mantenido Casar Pinazo, Desarrollo Urbano ha ido ultimando el planeamiento urbano y de planes especiales teniendo en cuenta esta salvaguarda: en el futuro, delante del Museo de Bellas Artes no habrá una vía de tres carriles ocupadas por tráfico rodado, sino una explanada. El tráfico irá por el subsuelo.
La obra tiene muchos condicionantes a su favor y pocos problemas logísticos de entrada, al margen de los convencionales a este tipo de proyectos de ingeniería. Un factor bastante positivo es que no se espera encontrar restos arqueológicos en la zona. La margen izquierda del río no es un espacio de grandes yacimientos arqueológicos.
El túnel del Paseo de Pechina, que se desarrolla en paralelo a la muralla de la ciudad, tuvo grandes problemas por los yacimientos y recientemente, durante las obras de mejora del saneamiento de la margen derecha, las excavaciones han sido un no parar de hallazgos. Eso no sucederá en la margen izquierda, que era la zona extramuros.
La propuesta, recuerdan desde el PSPV, ya fue incluida por Rafael Rubio cuando fue candidato a alcalde a principios de siglo. Estuvo asimismo en el programa electoral de 2015, el que presentó Joan Calabuig. Ya por aquel entonces Calabuig reclamaba que como mínimo se realizaran los estudios sobre el proyecto, para así poder diseñar un acceso peatonal.
En el programa electoral de Calabuig se especificaba expresamente que uno de sus proyectos de referencia en cuanto a Movilidad era “la peatonalización del entorno del museo San Pío V y del jardín de los Viveros, eliminado el tráfico en superficie y conectándolo con el Jardín del Turia”. Esta obra destacaba junto a la peatonalización del Puente de la Trinidad y la recuperación del paseo histórico de la Alameda, “para el encuentro ciudadano, libre de circulación y estacionamiento”.
Si bien desde la Concejalía de Desarrollo Urbano no quisieron entrar este jueves a reflexionar sobre esta cuestión, fuentes socialistas no descartaron la posibilidad de que la propuesta entre también en el programa electoral para las próximas elecciones, las de 2019.
Convertida en una reivindicación casi histórica, la peatonalización del entorno del Museo de Bellas Artes y la creación de túneles tanto para el museo como para las Torres de Serranos fue planteada incluso por el propio Francisco Camps cuando era concejal de Tráfico del Ayuntamiento de València, con Rita Barberá como alcaldesa.
Esta misma legislatura el propio Sarrià se ha referido a esta cuestión y ha dejado de manifiesto en varias ocasiones que el túnel para el Museo de Bellas Artes es una cuestión perentoria y necesaria. “Hay que hacerlo” afirmó en mayo del año pasado, cuando el proyecto fue incluido en el planeamiento de la ciudad. El único pero a esa voluntad, firme, es la ausencia de un compromiso en cuanto a las fechas.
Porque la idea late y sigue latiendo en el consistorio como una letanía. Y así, en el plan especial de protección aprobado por el consistorio, en la ficha referida al museo se expone de manera expresa: “El ámbito frontal del edificio histórico recayente a la calle San Pio V incluido el retranqueo de la portada de acceso requiere una urbanización acorde con sus valores”. La que tiene ahora no lo es.