VALÈNCIA. València calienta motores para convertirse en un referente internacional tras haber sido proclamada Capital Verde Europea 2024. De esta manera, la ciudad se consolida como un ejemplo a seguir gracias al desarrollo de estrategias basadas en la movilidad sostenible, la recuperación del espacio para la ciudadanía, el fomento de la salud, la protección de la biodiversidad y la mitigación del calentamiento global.
Todas estas líneas de actuación han sido los ejes prioritarios del Ayuntamiento en los últimos años y han hecho posible alzarse con la distinción, haciendo de València el primer destino mediterráneo en obtener el título. Además, se suma a otros logros anteriores, como el de Capital Europea de Turismo Inteligente 2022, el de Ciudad Piloto de NetZeroCities o la acreditación Ciudad Humedal.
Esta trayectoria basada en el compromiso ha sido uno de los motivos por los que la Comisión Europea ha confiado en la capital de la Comunitat Valenciana para ser un modelo que sirva de inspiración a otros territorios. Por ello, los proyectos del Parque de Desembocadura del río Túria, la Estrategia Urbana València 2030 y la iniciativa Réquiem in Power —basada en la transformación de las cubiertas de los cinco cementerios municipales en la mayor planta pública urbana productora de energía solar de toda España — han sido claves para demostrar su gran potencial.
Pero, sin duda, uno de los ámbitos en los que más ha destacado es el de la ampliación de espacios verdes y el impulso de un nuevo modelo de ciudad. De 2015 a 2021 se han creado más de 150.000 m2 de espacio peatonal a través de las actuaciones en la Plaza del Ayuntamiento, la Plaza de la Reina y el entorno de la Plaza de Brujas, entre la Llotja y el Mercado Central.
Asimismo, la adjudicación del soterramiento de las vías del tren y la remodelación de la estación Joaquín Sorolla con una inversión de 443,3 millones de euros ha sido uno de los grandes hitos alcanzados. Tras llevar a cabo la ejecución, se conseguirán mejoras para toda la ciudad, especialmente para el vecindario de Russafa y Malilla.
Para ganar, se han tenido en cuenta 12 indicadores de sostenibilidad, entre los que destacan la innovación, la gestión del agua, la calidad del aire y la eficiencia energética. A su vez, la creación de alianzas, la promoción del mercado de proximidad con Mercats de l’Horta y el desarrollo del plan Misión Climática 2030 —en el que se incluyen la creación de la Oficina de la Energía y las Comunidades Energéticas de Barrio— también han contribuido a diferenciarse del resto de los países candidatos.
Así pues, según ha ratificado la Comisión Europea, València no solo se sitúa en un entorno privilegiado y estratégico, entre el Mediterráneo, el Túria, l’Albufera y l’Horta, sino que además ha sabido aprovechar sus recursos para promover políticas verdes y saludables que mejoren el bienestar de la población y marquen las pautas a seguir en el panorama internacional.
