VALÈNCIA (EFE). Unas doscientas personas de medio centenar de organizaciones valencianas se han concentrado este domingo en València para sumarse al clamor que, con motivo del Día Internacional contra el Racismo, exige el fin de las políticas racistas.
La Crida contra el Racisme i el Feixisme ha convocado la concentración, que se une al movimiento internacional para combatir el discurso de odio racista y xenófobo, a las puertas del Ayuntamiento de València, de cuyo balcón colgaba una parcarta en la que se leía "Per l'eliminació de la discriminació racial".
Decenas de personas, muchas de diferentes razas, se han dado cita en la plaza del Ayuntamiento, guardando las distancias de seguridad y con mascarillas, y llevando carteles circulares en los que, entre otros lemas, se podía leer #stophate.
La portavoz de la plataforma convocante, Ángela Pedraza, ha explicado que el objetivo es "denunciar el racismo que se manifiesta en diferentes maneras en la sociedad".
Entre ella, ha destacado, desde el racismo institucional "a través de una serie de políticas que impiden, en igualdad de condiciones, sobre todo a los colectivos de migrantes, poder acceder a derechos".
Como ejemplo a puesto las trabas para inscribirse en el padrón municipal o las limitaciones de la Ley de Extranjería que "los condenan a estar más de tres años sin papeles" y por tanto, "no pueden acceder a derechos básicos, educación, sanidad y vivienda".
Ha explicado que su cartel lleva por lema "No soy racista pero..." porque muchas veces "ese pero importa" y ha lamentado la actitudes racistas "en el día a día".
Pedraza ha incidido en que según un informe del Observatorio contra la Discriminación, el 81 % de las personas que hay sufrido algún tipo de discriminación racista no denuncia, especialmente por miedo o porque "muchas veces se les banaliza".
"No podemos mirar a otro lado ni callar y animamos a denunciar", ha incidido la portavoz de Crida contra el Racisme i el Feixisme.
El coordinador y portavoz de la Federación Unión Africana, Mohamed Mpoirick, ha explicado que reclaman "que haya igualdad", que ser regularice la situación de los trabajadores sin contrato y que "se haga justicia".
"Hay mucha discriminación y racismo a la hora de encontrar trabajo" aunque ha indicado que hay gente "preparada" pero "no" les aceptan "solo por se inmigrantes".
Ha sostenido que los inmigrantes, al contrario de lo que se critica muchas veces, "no han venido a quitarles su trabajo, vienen a aportar" y ha destacado que durante la cuarentena ha sido uno de los colectivos que ha estado trabajando en el campo "para que no faltara la comida".
"Queremos nuestro derechos humanos y como personas", ha apostillado.
Otro de los miembros de la Crida Antifascista y Antirracista en la ciudad de València, Arturo Borra, ha incidido en que sin contabilizar la discriminación de género, casos de discriminación racial hay unos 4.000 al año en España.
"Eso es el 10 % de lo que se calcula que hay de verdad", ha expresado, a la par que ha insistido en que el colectivo de inmigrantes se enfrenta principalmente a la falta de vivienda, la falta de igualdad en el acceso a puestos mínimamente cualificados o el acceso a la sanidad.
"Muchos no tienen acceso al padrón y al no poder empadronarse se le cierran muchas puertas de derechos ciudadano, que deberían ser universales y sin condiciones", ha concluido.