VALÈNCIA. (EFE) El alcalde de València, Joan Ribó, ha asegurado este lunes que el Ayuntamiento trabaja en una ordenanza de convivencia que está “bastante avanzada” y con la que pretende “agilizar” el problema del botellón, no solo por el alcohol “sino también en contaminación acústica”.
En declaraciones a los periodistas, Ribó ha señalado que le habría gustado que esa ordenanza “se hubiera hecho antes”, aunque ha sostenido que en este último año no había hecho falta debido a la pandemia.
Respecto al dispositivo de San Juan, el alcalde ha afirmado que “no se va a producir” una situación como la de la noche del 23 de junio, ya que ese día “se acumuló el fin del estado de alarma con el fin de curso y exámenes”, pero ha subrayado que desde el Ayuntamiento se hizo una previsión en cuanto a las playas “y funcionó bien”.
No obstante, ha dicho que no espera que se repita una situación como la de la pasada noche de San Juan. "Si comparas con otras ciudades españolas, València no es la zona donde peor ha salido”, ha defendido.
Asimismo, en relación a la sentencia del Tribunal Supremo del pasado viernes, que obliga al Ayuntamiento de València a iniciar los trámites para que Russafa sea declarado Zona Acústicamente Saturada (ZAS) si así lo aconsejan las mediciones de ruido solicitadas, Ribó ha señalado que el fallo se tiene que cumplir, “aunque aún no se ha estudiado cómo”.
"No me he reunido con la regidora competente ni he estudiado cómo abordar el tema, pero es una sentencia del Tribunal Supremo y como tal se tiene que cumplir, aunque no sepamos aún cómo", ha concluido.