VALÈNCIA. El graffiti nace, muere y por el camino se reinventa. A veces tiene una larga vida y otras veces sencillamente se tapa con otros trabajos. En los muros de las ciudades se pueden leer diálogos entre artistas, se percibe el paso del tiempo y se manifiestan las protestas sociales. Es un arte que abunda en València, ciudad que puede considerarse como un museo urbano gracias a su escena callejera, barrios como el de El Carmen, Ruzafa o El Cabanyal son fotografiados constantemente por turistas y viandantes. Pamela Vargas, fotógrafa y autora de Valencia Walls and Words, es una de esas personas que se para en seco en mitad de un callejón con motivo de capturar con su réflex (o con su móvil) aquellas escenas callejeras y muros que tal vez desaparezcan de la noche a la mañana.
Vargas voló de Santiago de Chile a València en el año 2015. Cuando llegó una de las cosas que más le sorprendió de la ciudad fue el arte urbano, así que tomó la costumbre de salir a pasear siempre acompañada de su cámara: "La magia está en que veía la ciudad con ojos de extranjera, por eso le sacaba fotografías a todo". Su trabajo destaca porque no solo retrata obras recién terminadas o enormes murales, sino que está interesada en todas las aristas del arte urbano: “Me interesa contemplar la contaminación entre diferentes piezas, ver los diálogos entre artistas e incluso capturar obras inacabadas. Contemplo el contraste entre la decadencia de los solares, las casas antiguas y los colores del graffiti. Siempre he buscado paredes donde convivan diferentes trabajos de varios artistas y contemplo el diálogo que establecen".
Para que se haya llegado a la creación de este libro Vargas ha recorrido un largo camino, tanto profesional como físico. El mismo año que llegó a València generó una sinergia con la librería y editorial El Doctor Sax, allí conoció al editor Gabriele Nero, junto al que comenzó a hacer pequeños trabajos para la librería. Inspirado por sus propios clientes Nero empezó a vender las fotografías de Vargas imitando el formato polaroid, con motivo de generar algo similar a las postales que podían adquirir los turistas de la ciudad. Al ver que la demanda era elevada decidieron trabajar con un formato fanzine, en el que recopilaron decenas de fotografías de barrios de València con la idea de conservar estas piezas artísticas y reunirlas en un mismo lugar.
La autoría frente a la romantización
Al tratarse de un arte que se renueva y que prolifera en el año 2020 la autora ya había publicado cinco fanzines del mismo estilo. En ellos Nero ubicaba frases literarias asociadas a grandes pensadores de la historia sobre las fotografías, con motivo de asociar los graffitis con la librería de forma experimental. Sin embargo en Valencia Walls and Words de esas frases solo permanece la palabra 'Words' en el título del libro, ya que Vargas decidió priorizar la autoría a la experimentación: "En realidad yo lo que quería era dar crédito a los autores, yo veía el anterior fanzine y ni reconocía quienes habían hecho los graffitis. En este libro hay un gran trabajo de investigación para que esto no ocurra".
El libro cuenta con más de 200 fotografías de centenares de artistas valencianos, algunas de ellas pertenecientes a los anteriores fanzines y otras inéditas. A través de sus páginas se puede contemplar un relato desde los esténciles de The Photographer hasta las pintadas Ós gat pasando por pinturas anónimas y piezas contaminadas: "Me gusta capturar la inclusión de las intervenciones espontáneas de artistas anónimos, ya sea con frases, dibujos o bocetos. Todo forma parte del mismo arte”, aclara Vargas. Para poder otorgar la autoría a las piezas empleó las redes sociales como principal fuente de investigación: "Para localizar a los artistas buscaba en Instagram las etiquetas relacionadas con el graffiti en València, observaba y analizaba bien las publicaciones y anotaba las conexiones con mis fotografías. A día de hoy cuando veo el libro en mi cabeza se extiende de forma nítida un mapa mental de todo este trabajo."
Un libro vivo
Al contener tantísimas fotografías no todas cuentan con su autoría, por lo que la autora insiste en que aquellos que reconozcan alguna obra que no esté acompañada del nombre del artista que pueden dirigirse directamente a ella para que pueda ser añadido en la futura edición. Esta modificación directa es posible gracias a que el libro está editado a través de Amazon, por lo que se puede modificar en línea. Esta idea corre a cargo de Nero: "Digamos que es mi manera de generar una edición independiente, lo hacemos de esta forma porque no tenemos las ganancias económicas como un objetivo principal". A través de este modelo atípico de edición los cambios se pueden aplicar directamente sobre el libro, generando una nueva tirada de este en cuestión de días. Para Nero otra de las ventajas de tener el libro en línea es que este puede llegar a otras partes del mundo con solo un clic: "En apenas unos días este trabajo ha llegado ya a Estados Unidos y Australia, es una buena forma de romper las barreras físicas".
De cara al futuro la autora plantea continuar revisitando los muros de la ciudad con el objetivo de descubrir graffitis diferentes y de conocer a nuevos artistas de la escena valenciana. También se plantea generar un Walls and Words de otras ciudades: "Yo provengo de Valparaíso, que es muy conocido por su arte callejero, y me encantaría trasladar el proyecto allí cuando vuelva. Soñando en grande sería interesante contactar con alguien de un destino muy lejano como Japón y proponerle que trabaje esta idea allí, resultaría interesante que todas las ciudades contaran con su propio Walls and Words". Aunque sin irse tan lejos en València le quedan muchos callejones por recorrer, y la ciudad aún cuenta con muchos muros vírgenes que necesitan ser pintados y posteriormente fotografiados, con la misma curiosidad y admiración con la que los contemplaría un turista, que observa su entorno por primera vez.