Porque en 2 Estaciones, como cada 21 de septiembre, la carta se teñirá de ocres y a los tomates, las berenjenas y los pimientos serán sustituidos por granadas, caquis, puerros, zanahorias, acelgas, hinojo y judías, en ese círculo natural de la vida que nos regala sus frutos al compás del sol y el clima.  

Todo viene de un huerto cultivado en la casa familiar de Mar Soler, en La Marxuquera (Gandía). Allí, su padre les riega las verduras y las hortalizas a Mar y Alberto que se encargan luego de cosecharlas y convertirlas en platazos como este. "Desde muy pequeña comparto esta afición con mi padre, nos encanta a ambos el campo y cada temporada es un nuevo proyecto y un reto. Siempre ha sido nuestra ilusión mejorar cada año: tomates más carnosos, dulces, con más o menos acidez, mucha variedad. ..Ahora con el restaurante esto ha cobrado más valor aún. Nuestros amigos se quejan porque no siempre tienen tomates de Marxuquera, porque son para nuestros clientes y es que el plato no es el mismo…", cuenta Mar Soler. 

El plato que se esfumará en cuanto aparezca el equinoccio de otoño está elaborado con cinco tipos de tomate: tomate de ensalada aliñado, tomate pera confitado en una glasa especiada, tomate cherry curado en aceite, ajo y pebrella, tomate pera en conserva, tomate verde encurtido, bonito semicurado, cremoso de pimientos del piquillo confitados en vinagre de jerez y raïm de pastor en salmuera con pebrella.  También cebolla roja en un aliño de lima, naranja y chile verde fresco.  Una "ensaladita fresquita" dice Mar. Una reverencia al tomate, digo yo.  Una de las mejores cenas del verano. 

La carta de otoño en 2 Estaciones está tomando forma, pero todavía tienes la oportunidad de agarrar los últimos días de verano y dejarte acariciar por la estación con esta maravilla (y el resto de propuestas), que solo constatan el excelente trabajo que siguen haciendo Alberto Alonso, Mar Soler y su equipo.