Entrevista

Comarca y empresa

UN AÑO DESPUÉS DE LA DANA

Eva Sanz: "Queda muchísimo por hacer en Benetússer, falta la parte más importante"

La alcaldesa de Benetússer repasa el año transcurrido desde la Dana y lamenta la falta de empatía institucional, especialmente del president Mazón, en una reconstrucción que podría prolongarse hasta siete años

  • La alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz.
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. Cuando el barranco del Poyo se desbordó aquel 29 de octubre, Benetússer quedó sumido en el caos. Las calles se transformaron en ríos, los coches fueron arrastrados hasta quedar apilados y los colegios, la comisaría de Policía Local y centenares de viviendas resultaron destrozados. La tragedia se cobró la vida de diez vecinos y abrió una herida profunda en la memoria colectiva de este municipio de l'Horta Sud, donde, en la actualidad, todavía se respira el barro seco de lo que fue una de las peores tragedias en su historia reciente. 

Un año después, la alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz (València, 1972), recibe a Valencia Plaza para hacer balance de una reconstrucción que avanza despacio y con cicatrices visibles. Con proyectos que podrían extenderse hasta siete años, Sanz reconoce que "esto equivale a reconstruir Benetússer desde cero" y lamenta la descoordinación inicial de la emergencia. En esta entrevista, Sanz repasa las horas más duras de la catástrofe, reclama empatía institucional y reivindica la fuerza de un pueblo que, pese a todo, se niega a rendirse. 

- Se va a cumplir un año de la Dana del 29 de octubre. ¿En qué situación se encuentra Benetússer en estos momentos?

- Benetússer está iniciando su proceso de recuperación. Todo es aún muy reciente y, por eso, resulta complicado ver grandes mejoras. Igual que en las viviendas particulares todavía hay garajes o ascensores por reparar, el municipio sigue en esa misma situación, tanto en sus calles y edificios como en el plano emocional de sus vecinos.

- ¿Qué es lo que se ha hecho y queda por hacer en Benetússer en la reconstrucción tras la Dana?

- Queda muchísimo por hacer. De momento, se han acometido los arreglos más urgentes para poder seguir viviendo con normalidad, pero falta la parte más importante: la renovación del alcantarillado y la reposición de las calles con criterios de accesibilidad. En este momento, las obras más relevantes son las que realiza Iberdrola, abriendo calles para canalizaciones eléctricas. Cuando terminen, comenzarán las obras del alcantarillado y del ciclo integral del agua. Después, llegará el turno del Ayuntamiento, con los fondos del Gobierno de España, para la urbanización de las calles. En cuanto a edificios municipales, está a punto de comenzar la reconstrucción de la comisaría de Policía Local, que quedó completamente destrozada y, en breve, arrancarán las obras del pabellón polideportivo cubierto y las pistas del campo de fútbol. Vamos poco a poco, con proyectos en marcha y otros pendientes de inicio. 

- Sé que es muy complicado hablar de plazos, pero, ¿en cuánto tiempo estima que la reconstrucción de Benetússer estará lista?

- No creo que sea un proceso rápido. Desde el principio, abrimos una página web para que la ciudadanía pudiera conocer en qué fase estaba cada obra y los plazos estimados. Son proyectos complejos; solo la piscina municipal supone más de cuatro millones de euros y su ejecución puede llevar entre doce y dieciocho meses. Además, no se puede levantar todo el pueblo al mismo tiempo. El 90% del alcantarillado está afectado, así que debemos hacerlo por fases. Ya explicamos que esto equivale a reconstruir Benetússer desde cero. Lo que antes se hacía en pequeñas partes durante varias legislaturas, ahora hay que hacerlo todo a la vez, y eso puede durar entre cinco y siete años. 

  • Foto: MARGA FERRER

- El estado del alcantarillado es una de las principales preocupaciones que enfrentan los municipios de la 'zona cero'. Teniendo en cuenta que en las últimas semanas hemos estado en alerta roja por fuertes temporales de lluvias y la reconstrucción todavía sigue en marcha, ¿cómo avanzan estos trabajos en Benetússer?

- Los trabajos avanzan muy lentamente. Nos habría gustado que el alcantarillado hubiera empezado al mismo tiempo que las obras de Iberdrola, pero aún están perfilando detalles para poder arrancar. Aun así, durante las últimas alertas funcionó mejor de lo esperado. Hubo algunos embalsamientos de agua, pero en zonas donde ya había problemas antes de la Dana. El trabajo de limpieza con cubas ha dado resultado y estamos contentos porque, para todo lo que queda por hacer, el sistema ha respondido razonablemente bien. 

- El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, visitó de forma reciente Alaquàs, donde se reunió con diversos alcaldes de localidades afectadas por la Dana. Usted fue una de las alcaldesas que asistió a la reunión y solicitó que se ampliasen los plazos para presentar las memorias de los proyectos. ¿Cuál ha sido la respuesta por parte del Gobierno central a esa petición?

- En principio están trabajando para ampliar esos plazos, pero nos pidió celeridad. Probablemente, en enero hagan un alargamiento de dos o tres meses más, pero no debemos relajarnos pensando que eso frene el avance de los proyectos con la rapidez que llevamos. Enseguida te dicen: '¿Pero, esto estaba antes, no?'. Esto estaba, pero lo que no estaba era, por ejemplo, el transformador de luz: antes estaba en el sótano y ahora lo voy a meter arriba, en el piso superior. Eso es lo que ha cambiado. Quien no lo ha vivido no lo entiende, se lo tienes que justificar todo y eso nos hace perder tiempo. Por eso pedimos un poco de empatía, que intenten ponerse en la piel de quienes han sufrido las inundaciones. 

- Otro de los cuellos de botella que atascan la reconstrucción es la regla de gasto y la falta de técnicos para sacar adelante ciertas inversiones o proyectos. En Benetússer, ¿cómo esta situación afecta a los trabajos relacionados con la Dana? 

- Tenemos un atasco en el departamento de Urbanismo porque, aparte del día a día normal, ahora se suma la reconstrucción post-Dana. Hemos incorporado una persona más y vamos a ver si podemos meter una segunda más, pero también hemos intentado externalizar todo lo que son memorias y proyectos para agilizar los trámites. Por otra parte, sobre lo que comentas de la regla de gasto, en el caso de Benetússer, no tenemos deuda. Cuando yo entré en 2015, nos planteamos quitar toda la deuda que había existente. Hicimos una limpieza de todo. Entonces, en este momento, los remanentes que llevan saliendo los últimos cuatro o cinco años son siempre positivos, en 2 o 3 millones de euros. Todos los reinvertimos en inversión financieramente sostenible y, dentro de esas inversiones, está el alcantarillado y todo lo que estamos haciendo, con lo cual no tenemos ese hándicap del tema del banco.

  • Foto: MARGA FERRER

- Tras la Dana, muchas personas se han quedado sin su vivienda. Desde el Ayuntamiento, ¿qué alternativas habitacionales se plantean? 

- Desde el área de Servicios Sociales, se ha estado trabajando con estas personas. La mayoría han sido realojadas normalmente por familiares o amigos, compartiendo otras viviendas. Pero sí que hay un trabajo desde Servicios Sociales para solicitar pisos; se ha estado trabajando también con la Sareb para algunas viviendas que están vacías, con el objetivo de dotarlas y habitarlas por estas personas, y seguimos en esa línea. Igual son entre 10 y 15 casos los que hemos tratado. Hay que tener en cuenta que son situaciones concretas, en las que, a lo mejor, son familias con un cierto grado de vulnerabilidad.

- Hablando del 29 de octubre, ¿qué recuerda de aquel día?

- Recuerdo que esa misma tarde estuve hablando por teléfono con el jefe de Policía Local y le pregunté por los túneles, porque se esperaban grandes lluvias. Le dije que si los cerrábamos, pero, como no llovía, pensamos que no se podían inundar. Hablando con otro concejal, me dijo: '¿Quieres que salgamos a dar una vuelta y vemos cómo están las calles?'. Le dije lo mismo, que no estaba lloviendo. También le propuse que viéramos cómo evoluciona el temporal y, si hiciese falta, ya saldríamos a la calle para ayudar en lo que fuese. Lo siguiente que recuerdo es que otra concejala me dijo que por su calle estaba entrando agua como si fuese un río. Entonces, abrí el balcón de mi casa y, por mi calle y por la de al lado, vi cómo bajaba el agua. Fue en cuestión de minutos. Yo vivo con mi hermana y recuerdo que me dijo: 'Me voy a por el coche'. Y yo le dije: '¿Para qué? ¿Dónde lo vas a meter? Conforme suba el agua, se te lleva a ti'. Y vimos el coche irse.

Sentimos incredulidad, sorpresa, un poco de miedo al ver las imágenes, porque, por ejemplo, vi cómo mis vecinos rescataron a un señor que se lo llevaba la corriente. Esa noche nos mantuvimos un poco despiertos hasta que bajó el nivel de agua, y yo ya salí a la calle porque necesitaba saber si mi madre estaba viva, si le había entrado agua, porque no sabía el nivel que había alcanzado en otras calles de Benetússer. A partir de ahí, lo siguiente fue ir hasta la comisaría y, cuando vi que estaba totalmente destrozada y la planta baja arrasada, pensé: 'Ha habido muertos'. Además, podía haber algún policía local afectado. Esa noche ya no dormimos e intentamos ayudar a unas personas y otras. Fue una locura.

- A día de hoy, ¿cómo está anímicamente la alcaldesa de Benetússer?

- Siempre digo que voy a días. Este mes es un poco más difícil, pero yo creo que estoy fuerte. Por mi forma de ser, cuando tengo que estar en la faena, lo estoy. Y no sé de dónde saco las fuerzas, pero me pongo una coraza, me da igual lo que me digan y yo voy a la mía hasta que lo consigo. Cuando pasa eso, cuando llega la calma, es cuando normalmente me derrumbo y a lo mejor necesito un momento para respirar. 

  • Foto: MARGA FERRER

- ¿Cómo valora usted la gestión de la Generalitat Valenciana el 29 de octubre?

- Es la segunda vez que me preguntan por esto, porque nadie me ha preguntado nunca desde el día 29 y voy a volver a decir lo mismo. Ese día, quizá lo más complicado y lo que a todos nos ha quedado en la mente es cuando sonó aquella alerta. Esa alerta, fuera de plazo. Cuando mi coche ya se había ido volando, cuando ya había muertos, gente ahogándose y estábamos totalmente inundados. Recuerdo que, cuando sonó el ES-Alert, pensé: '¿Y ahora qué más va a pasar? Si avisan ahora es porque viene lo gordo. Hasta ahora no ha sido nada'.

La alerta llegó tarde y la desorganización fue completa. Este verano estuve un fin de semana con mi hermana y con otros familiares en Tarragona, con la desgracia de que llegó una Dana y enviaron el ES-Alert. Yo estaba comiendo en un restaurante, eran las dos del mediodía y, conforme me sonó el móvil, las lágrimas me salían solas y la gente nos miraba como diciendo: 'Estas chicas están locas'. Notamos que estábamos reviviéndolo todo. Esa alarma costará que se vaya de nuestras cabezas. Era la dirección de la emergencia la que nos tenía que haber dado un aviso y no lo hizo. Pero también es cierto, y lo tengo que poner en valor, que en las últimas alertas esa coordinación ha cambiado totalmente. El contacto es permanente y desde todas las administraciones. Con lo cual, bueno, algo hemos aprendido.

- Y, ¿sobre la reconstrucción? ¿Qué balance hace de la gestión del Consell?

- No puedo opinar mucho. La relación de Benetússer con la Generalitat viene de la mano del actual conseller de Emergencias y la secretaria autonómica, con quienes sí ha habido un cambio de rumbo. Están más pendientes y llevan una mejor coordinación con la Delegación de Gobierno y con los municipios. También con (Francisco José) Gan Pampols, que, a partir de que llegó a su puesto, estuvo en contacto con los ayuntamientos, visitándonos, preguntándonos y realizando el documento del Plan Endavant. A mí hay gente que me dice: 'Bueno, pero el president de la Generalitat habrá llamado'. Yo no sé nada de ese señor.

Yo sé que Carlos Mazón estuvo en Benetússer y saludó a una compañera suya de partido, pero nunca vino al ayuntamiento ni preguntó si necesitábamos algo. Entonces, como no hay relación, no puedo opinar de una gestión que desconozco, más allá de los medios de comunicación o de los anuncios que se hacen. Pero bueno, la realidad es que yo creo que ha habido una dejación de funciones y una falta de empatía real con los municipios que lo han pasado mal con esta Dana y, sobre todo, con las asociaciones de víctimas. 

- ¿Recibió algún tipo de aviso aquel día sobre un posible desbordamiento del barranco o de que se avecinaba una avenida de agua extraordinaria?

- No, lo último que hablamos fue en la Alcaldía, creo que eran sobre las dos y media o las tres de la tarde. De hecho, pusimos À Punt y estaba el president de la Generalitat diciendo que se desplazaba todo hacia el norte y que igual caía algo de agua, pero no iba a ser tanto. Nos quedamos con que estábamos en alerta naranja. Siempre que hay una lluvia un poco más torrencial, los dos pasos subterráneos que nos conectan con Alfafar son los primeros que se llenan de agua y hay que poner vallas para que la gente no pase. Cuando sucede eso, avisamos por redes sociales a la ciudadanía o se hace un bando. En esta última alerta, no en la anterior -que sería hace unos 15 días o así- sí que tuvimos un problema porque del viento y la lluvia cayó un cable justamente en la carretera. Avisamos a bomberos o enviamos una alerta por redes sociales a los ciudadanos, donde advertimos de que tengan cuidado o que estamos derivando el tráfico. Esa es la situación normal de una emergencia básica en Benetússer.

  • Foto: MARGA FERRER

- El president de la Generalitat, en una entrevista con À Punt, culpaba a la Aemet por falta de información durante esa jornada e incluso en los días previos. ¿Coincide usted con esa versión?

- Lo desconozco, porque, además, los primeros días yo siempre dije lo mismo: independientemente de que la dirección de la emergencia fuera de la Generalitat y a lo mejor no haya hecho las cosas bien, desconozco la relación y si Aemet informó o no. Con lo cual, yo lo que sé es que el día 31 de octubre fue cuando aquí aparecieron medios de emergencia, de la Generalitat y de la UME. Sé que el día 30 de octubre por la noche, cuando descolgué el teléfono, le chillaba a todo el que me lo cogía, ya fuera de mi partido o no, para decirle: '¿Aquí no va a venir alguien a ayudar?', porque habían muertos. Y es que aquí no había llegado nadie. Estábamos incomunicados. Entonces yo creo que se había centrado toda la atención en la zona de Utiel y Chiva, y también en Paiporta y Catarroja. Parecía que de Benetússer, Alfafar y Sedaví se habían olvidado que también había llegado el agua. 

- ¿Se ha sentido escuchada por las administraciones estatal y autonómica?

- Sobre todo por la estatal. Es con la que más reuniones he mantenido. El día que me llamó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a mi móvil creía que era broma. Igual que cuando me llamó la vicepresidenta, Yolanda Díaz. Yo pensaba: 'Ostras, ¿cómo tienen mi móvil?'. Es algo que no pasa habitualmente. Por parte de la Generalitat, en los últimos seis meses, sí que ha habido una atención más permanente de la Conselleria de Emergencias. 

-  Ha sido muy crítica con que el president de la Generalitat no haya visitado su municipio después de la Dana. Incluso, llegó a afirmar que "no estaba segura de si Mazón sabía donde estaba Benetússer". ¿Ha echado en falta que el Jefe del Consell no se haya puesto en contacto con usted o haya mostrado más interés por la situación del pueblo?

- Es inimaginable que desde el 29 de octubre del año pasado hasta la fecha no se haya puesto en contacto. Sé que vino a Benetússer porque hay fotos del Partido Popular (PP) de Benetússer colgadas en redes con el señor Mazón. Entonces vino a saludar al PP, pero no vino como president de la Generalitat, porque nunca se arrimó ni a este ayuntamiento ni al centro logístico que teníamos. Y también sé que vino el día que tuvimos la desgracia de que falleció uno de los trabajadores que estaba limpiando un garaje. Pero vino, pasó a dos calles de mí, le abuchearon, se volvió a subir al coche y se fue. Y cuando ya se había ido, el conseller de Emergencias que estaba allí me pasó al president y me dijo: 'Alcaldesa, me he tenido que ir, que tenía prisa'. Entonces, a ver, lo de que no conoce dónde está Benetússer, efectivamente fue una broma, pero bueno, es lo que pensé en ese momento, porque no tiene sentido que después de tantos meses ni siquiera haya venido a conocer la realidad del municipio. 

- ¿Y a día de hoy espera que venga? 

- Bueno, pero es que si en este momento los proyectos que se van a realizar en Benetússer, por parte del ayuntamiento, son financiados en el 99% por el Gobierno de España y un 1% por la Diputación… Si la Generalitat no ha puesto ni un céntimo. Quiero decir, ha destinado dinero para viviendas, para vehículos, pero en lo que es la administración pública, los fondos no están llegando de nada relacionado con el Consell.

  • Foto: MARGA FERRER

- Mazón no ha descartado presentarse a la reelección. ¿Cree usted que después de todo es la mejor alternativa para los valencianos?

- No, desde luego que no, y además es un hecho ya contrastado con encuestas y estadísticas: este señor ya no nos representa y no es el presidente de los valencianos y valencianas. La gente no visualiza al señor Carlos Mazón como el futuro de la Comunitat Valenciana, ni como alguien que va a liderar una reconstrucción.

- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tampoco ha visitado su municipio. ¿También lo ha echado en falta? 

- Se lo he pedido, a él y a Óscar Puente, porque la realidad es que las vías del tren fueron otra de las barreras que causaron una doble ola. Esa situación hay que cambiarla. Hace muchos años que estamos pidiendo el soterramiento de las vías. Yo no sé si es el momento de soterrar o no, pero sí que es el momento de ponerlo ya encima de la mesa. Creo que con lo que ha pasado es más que suficiente para buscar alternativas. En este momento, la estación de tren de Benetússer todavía no tiene ascensor. Es decir, los vecinos de Benetússer que quieren acceder al tren no pueden, porque no hay ninguna accesibilidad para alguien en silla de ruedas. Además, es el paso que nos conecta con el centro de salud de emergencias y tampoco hay accesibilidad. Una persona en silla de ruedas tiene que pasar por el paso a nivel peligroso, ese punto negro que tenemos, para poder llegar al centro de salud. Esa problemática, esa realidad, hay que cambiarla.

Adif dijo que empezaría en julio, luego en septiembre, luego en octubre, pero aún no está. Sí, efectivamente, está claro que ha habido una falta de material y de empleados que sepan hacer esas funciones. Pero, ¿por qué los ascensores de Mercadona en un mes funcionaban y no somos capaces desde la administración pública de que funcionen los de servicios básicos como el tren? Nos tenemos que tirar de las orejas nosotros mismos. Para esas cosas, nosotros tenemos que ser más rápidos. Las administraciones públicas, esos servicios mínimos, tienen que ser mucho más ágiles.

  • Foto: MARGA FERRER

- ¿Qué tal la recepción con los Reyes el pasado 12 de octubre?

- Muy emotiva. Es una cosa que pasa una vez en la vida y la afronté con muchísimo respeto. Está claro que no invitan a Eva Sanz, sino a una alcaldesa en representación de toda una ciudadanía. 

- ¿Tienen ustedes desde el Ayuntamiento pensado algún acto u homenaje para el 29 de octubre, cuando se cumpla un año de la catástrofe?

- El jueves 16 de octubre se inauguró una exposición en la que figuran algunos trabajos que hicieron los más pequeños de los dos colegios de Benetússer, cuando volvieron a clase después de la Dana sobre cómo interpretan ellos sus sentimientos. Luego tenemos también una exposición de fotografías de la escuela de adultos, un grupo que está recogiendo memorias sobre la riada para que queden en el archivo local, y otro grupo que también han hecho una serie de paneles de por dónde vino el agua. Más allá de eso, el mismo día 29 por la mañana inauguraremos un mural que van a pintar aquí mismo, en la plaza del Ayuntamiento. Hicimos un concurso de murales y este es el ganador, y va un poco relacionado con la Dana, sobre cómo ocurrió y cómo estamos saliendo, con una perspectiva en positivo. Un mural que además va a llevar unas frases que podrá escribir la propia ciudadanía y que se plasmarán ahí. Luego tenemos en construcción un monumento en una plaza que hemos renombrado y que se va a llamar 'Parc del Voluntariat'. Se trata de  un monumento en el que la ciudadanía de Benetússer ha estado reconvirtiendo unos azulejos de barro en mensajes como 'Esperanza', 'No hay Planeta B' o 'Cambio Climático'. También hay palabras de agradecimiento a la UME, al voluntariado, a los bomberos y también hay algunos mensajes de familiares de víctimas.

  • Foto: MARGA FERRER

- Me gustaría saber qué ha aprendido como alcaldesa de la Dana y de todo lo que hemos vivido. 

- Un poco igual que con la pandemia. Yo creo que en estas circunstancias sale lo mejor y lo peor de cada persona. Ha habido gente que de verdad ha sido una sorpresa por su implicación, su solidaridad y su forma de llevarlo todo adelante. Yo siempre espero que con esto aprendamos y que seamos mejores personas, no peores. Como alcaldesa, desde luego, eso que decían: ‘No, Benetússer no se puede inundar, eso es imposible, antes se inundará Alfafar y nosotros tendremos playa’, pues nada, era totalmente una mentira. No sé de dónde se sacaba eso, porque nos podemos inundar como cualquier otro municipio. Por otro lado, hay que tener claros los protocolos de emergencias y aplicarlos de otra forma, sin miedo, pero con más presencia.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo