VALÈNCIA. El conflicto en torno al Residencial Calicanto Village, un conjunto de chalets pareados que promueve la promotora Urbania Developer en el término municipal de Godelleta, suma un nuevo capítulo. La promoción, cuya entrega estaba prevista para la primavera de 2025, se sitúa en el centro de un pulso legal y administrativo que enfrenta a la promotora y los compradores, con interpretaciones distintas sobre cuándo las viviendas pueden considerarse listas para ser habitadas. 

Uno de los principales escollos está en la tramitación de la licencia de primera ocupación, en un contexto ya marcado por los retrasos administrativos. El Ayuntamiento de Godelleta no ha concedido por el momento esta licencia, mientras que Urbania ha optado por presentar una declaración responsable, una figura prevista en la normativa urbanística vigente que permite acreditar que la promoción dispone de los servicios necesarios para su entrega. 

En paralelo, los compradores denuncian que han sido convocados a firmar ante notario el próximo 27 de diciembre, con un margen de apenas 30 días, pese a la ausencia de esta licencia de primera ocupación. Según cuentan a este diario, si no acuden a la firma en esas condiciones, podrían perder tanto la vivienda como las cantidades entregadas en concepto de arras. 

En este escenario se suma el problema del suministro de agua, una cuestión clave para la obtención de la licencia de primera ocupación. Aunque los chalets se ubican en Godelleta, la red de abastecimiento depende del municipio de Chiva y está gestionada por Hidraqua, lo que ha añadido complejidad a los trámites administrativos. Desde la promotora sostienen que el suministro está técnicamente garantizado y que la situación depende de la formalización de determinados acuerdos entre ambos ayuntamientos.

Sin embargo, los compradores sostienen que, a día de hoy, no existe una autorización efectiva de suministro ni de vertidos, por lo que consideran inviable obtener la licencia de primera ocupación dentro del plazo fijado por Urbania. Según explican, sin estos permisos no pueden firmar la escritura, pese a la presión ejercida para cerrar la operación antes de final de año. Por ello, exigen también retrasar la firma para no perder las arras y por tanto, el dinero invertido en las viviendas. 

Urbania defiende que los chalets están prácticamente terminados

Por su parte, Urbania defiende que Calicanto Village es una promoción prácticamente finalizada y habitable. Además, recuerda que el proyecto ya contaba con acta final de obra desde 2010, antes de quedar paralizado durante la crisis inmobiliaria y sufrir años de abandono. Tras adquirirlo en 2023, la empresa acometió trabajos de rehabilitación y reposición de instalaciones, sin alterar la estructura original de las viviendas. 

En relación con los suministros de agua y luz, la promotora asegura que ha activado el centro de transformación eléctrica y cuenta con la red operativa. Respecto al agua, afirma que Hidraqua ha certificado que existe presión suficiente en la red y que se han instalado los elementos necesarios para el abastecimiento, además de un contador auxiliar. 

Mientras se completan los trámites administrativos, Urbania sostiene que asumirá el coste del agua y la luz de las primeras viviendas que se entreguen. Asimismo, la empresa explica que la urbanización dispone de una planta propia de tratamiento de aguas residuales, cuyo mantenimiento corresponderá a la futura comunidad de propietarios.

Por otro lado, Urbania matiza que la declaración responsable de primera ocupación es una herramienta habitual en el sector ante la demora de las licencias municipales y que, con esta documentación, las viviendas pueden escriturarse e inscribirse en el Registro de la Propiedad. La promotora insiste en que su intención es cerrar el proyecto y entregar los chalets cuanto antes. 

A la espera de los tribunales

Sin embargo, los compradores rechazan esta interpretación y han acudido a los tribunales. Así, el conflicto sigue pendiente tanto de la evolución del proceso judicial como del avance de los trámites administrativos. 

Mientras tanto, crece el malestar entre los futuros propietarios, que han anunciado una concentración este viernes frente a las oficinas de Urbania Developer. El desenlace del Residencial Calicanto Village queda, por ahora, a la espera de que se aclaren los requisitos definitivos para la entrega de las viviendas y de lo que determinen los autos judiciales.