VALÈNCIA. La Asociación de Vecinos del Barrio del Cristo de Aldaia ha presentado 14 alegaciones contra el proyecto de encauzamiento del barranco de la Saleta, que promueve la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). En el escrito, al que ha tenido acceso Valencia Plaza, los vecinos reclaman la paralización del procedimiento y de cualquier obra vinculada al desvío del cauce hasta que se subsanen las "deficiencias técnicas, ambientales y participativas" detectadas. 

Cabe recordar que el plazo para presentar alegaciones ha concluido este miércoles y el colectivo vecinal ya ha registrado este documento en la CHJ, el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Aldaia.

El proyecto, con un presupuesto estimado de 90 millones de euros, prevé reconducir las avenidas de la Saleta hacia el nuevo cauce del río Turia para reducir el riesgo de inundaciones en los municipios de la zona. Incluye un túnel hidráulico soterrado de casi cuatro kilómetros que bordeará el casco urbano de Aldaia, además de una vía verde de tres kilómetros hasta el Turia.

Reclaman un estudio más exhaustivo

Sin embargo, la actuación, la primera de gran envergadura que acomete la CHJ después de la terrible Dana del 29 de octubre de 2024, ha despertado un amplio rechazo entre los vecinos del Barrio del Cristo en los últimos meses. Tal y como ha venido informando este diario, la asociación considera que el proyecto podría agravar el riesgo de inundaciones en zonas residenciales de Aldaia. "No soluciona el problema, es un parche", sostienen.

Entre sus principales alegaciones, los vecinos denuncian la ausencia de una evaluación ambiental ordinaria. En otras palabras, critican que el Miteco haya optado por un proceso simplificado, pese a que el proyecto afecta a un entorno próximo al Parque Natural del Turia, así como a varias Zonas de Especial Conservación (ZEC) y de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Por ese motivo, reclaman un estudio más exhaustivo que analice los impactos del desvío de la Saleta con otras obras similares, como las que se pretenden ejecutar en los barrancos del Poyo y el Pozalet. También cuestionan la validez del estudio hidrológico, al considerar que utiliza datos anteriores al año 2020 y no incorpora la información posterior a la Dana del 29-O. 

Según la asociación, las condiciones de precipitación y escorrentía han cambiado de forma significativa, por lo que exigen recalcular los caudales con series actualizadas y escenarios adaptados al cambio climático. En su opinión, el diseño propuesto, con una capacidad máxima de 130 metros cúbicos por segundo, "no representa el riesgo real ni la frecuencia de episodios extremos".

El nuevo cauce podría ser "ineficaz y peligroso"

Otra de las preocupaciones es el riesgo de colapso de la estructura ante caudales de gran magnitud. En su escrito, los vecinos argumentan que el barranco del Poyo puede superar los 3.000 metros cúbicos por segundo y que un sistema soterrado como el previsto podría fallar durante una nueva Dana. Como precedente, citan el caso del municipio sevillano de Utrera, donde, en 2007, una conducción subterránea se desbordó tras una tromba de agua y causó daños tanto materiales como personales.

La asociación también alerta de "deficiencias geotécnicas". El estudio del terreno detecta rellenos sin compactar y vertidos con baja capacidad portante, lo que podría provocar fisuras en el túnel. En consecuencia, los vecinos reclaman revisar el estudio y establecer medidas de control, instrumentación y seguimiento durante las obras.

Asimismo, advierten del riesgo de obstrucción por acumulación de sedimentos, ya que, durante la última Dana, se registraron arrastres equivalentes al 66% del volumen total de la conducción proyectada. En materia patrimonial, la asociación advierte de que el trazado pasa a unos 200 metros de la chimenea de La Cautiva, reconocida como Bien de Relevancia Local (BRL).

Los vecinos critican que el proyecto no incluya el informe de impacto cultural - exigido por ley- y piden medidas de protección, así como de control de vibraciones y polvo durante las obras. Las alegaciones también señalan la falta de un plan de mantenimiento y de definición del responsable que asumirá la limpieza y revisión del cauce.

"Sin un protocolo claro, el sistema puede quedar inservible en pocos años", advierten. Además, denuncian la ausencia de sistemas de control hidráulico y seguridad, como válvulas automáticas o sensores de presión, lo que podría generar sobrepresiones internas.

Con todo, los vecinos sostienen que el proyecto "desvía el foco del problema", ya que el riesgo principal proviene de los barrancos del Poyo y el Pozalet. De este modo y, sin la previa ejecución de una balsa de laminación en el Pozalet, cuya capacidad debe alcanzar los 2,8 hectómetros cúbicos, el nuevo canal sería "ineficaz e incluso peligroso".

Propuesta alternativa 

Por otro lado, los vecinos lamentan que el proceso de información pública no haya contado con una consulta específica al Barrio del Cristo, pese a su singularidad como zona intermunicipal entre Aldaia y Quart de Poblet. De hecho, el trazado de la Saleta pasa cerca de varios colegios, el IES Beatriu Civera, el centro de salud y el auditorio de Aldaia, lo que, según la asociación, amplía la zona inundable y agrava el riesgo para la población.

Además, varias calles, como Juan XXIII, Albufera o Marconi, se encuentran a cotas inferiores al canal previsto, lo que podría generar lagos temporales en caso de un fallo en la estructura del barranco. Como alternativa, la asociación de vecinos propone un plan integral de prevención de avenidas basado en actuaciones de laminación en las cuencas altas del Poyo, Pozalet y Saleta.

Plantean la creación de zonas inundables controladas y embalses temporales aguas arriba entre Calicanto, la A-7 y la A-3, así como la recuperación del cauce natural de la Saleta y su conexión directa con el Turia. Además, defienden una coordinación interadministrativa entre todos los municipios afectados -Aldaia, Quart, Xirivella, Manises, Riba-roja y València- para abordar el problema desde una perspectiva comarcal. 

Por último, la Asociación de Vecinos del Barrio del Cristo insiste en que el Ayuntamiento de Aldaia y la CHJ no deberían continuar con la tramitación de las obras hasta que se garantice la seguridad hidráulica, la protección sobre el medio ambiente y una participación ciudadana efectiva.