VALÈNCIA. Los afectados de las zonas devastadas por la Dana del pasado 29 de octubre han tenido que reconstruir toda su vida: sus viviendas, sus negocios, sus recuerdos. Todavía diez meses después se sigue trabajando para recuperar una normalidad que se antoja todavía complicada. Los vehículos arrastrados por la riada son parte de los bienes dañados. Muchos quedaron inservibles y sus dueños han solicitado la indemnización al Consorcio de Compensación de Seguros, así como las ayudas del Gobierno y la Generalitat Valenciana. Sin embargo, hay una parte de damnificados que todavía hoy siguen en el limbo porque su coche se ha perdido o alguien lo ha robado.

Las asociaciones de afectados por la Dana cifran en 800 los vehículos en esta situación de incertidumbre administrativa. El caso de José García es quizá uno de los más reveladores porque su coche es, al mismo tiempo, su negocio. Taxista de Paiporta, aquella tarde José intentó salvar su vehículo del garaje  para llevarlo a una zona alejada del barranco. Tras un intento infructuoso de salir en dirección a València, tuvo que dar marcha atrás y dejarlo en la calle. Pudo salvar su vida llegando a casa con "el agua por debajo de la cintura", recuerda, pero más tarde "vino la ola fuerte y los coches se estamparon unos con otros". Al día siguiente, comprobó que el taxi, un vehículo híbrido, había quedado inservible.

José pensaba que ya había pasado lo peor, pero este no fue sino el comienzo de un via crucis. Tras hacerle varias fotografías y rellenar el parte para el seguro, explica que la administración movió "varias veces" el vehículo hasta dejarlo en una campa cercana. Él se ocupó de hacer los trámites burocráticos para la compra del vehículo nuevo pero cuando vaciaron los solares, su coche "desapareció". Trató de buscarlo incansable con decenas de llamadas a la policía local y a los desguaces de la zona, pero no sirvió de mucho. Mientras los agentes le daban largas y "cansado de esperar", el taxista acabó denunciando su desaparición.

Asegura haber cobrado las ayudas pero su temor ahora es perderlas por no haber podido dar de baja el coche. "Las bases de las ayudas las vinculan a que el coche esté dado de baja de manera definitiva, pero no lo tengo físicamente porque ha desaparecido así que no puedo hacer ese trámite", lamenta el vecino de Paiporta, quien asegura que tiene que justificar la baja antes de que acabe el año. "Pero no es algo imputable a mí sino a la mala gestión de residuos que nos ha dejado en un limbo burocrático del que no tenemos posibilidad de salir", insiste.

Por ello, el afectado lamenta en que la población haya "sufrido dos riadas": una, la natural, y otra la burocrática. En ese sentido, remarca que en su caso no sólo se ha tratado de la pérdida del vehículo sino de su forma de subsistir. La puesta en marcha de un nuevo taxi, a nivel administrativo, no es sencilla. "Me ha costado cinco meses", relata el damnificado, en referencia no sólo a la compra de un nuevo coche, para lo que pidió un crédito del ICO y ayuda a personas cercanas, sino a la matriculación del vehículo con excención de impuestos, la homologación del taxímetro y de las tarifas, la ITV y la obtención de la licencia.

"Mientras, he cobrado 700 euros de la mutua, de los cuales he tenido que pagar 300 por autónomo", asegura el afectado, quien insiste en declarar que "al final, el tema burocrático pasa factura a nivel personal". La ansiedad, la angustia y el temor por la incertidumbre han marcado sus últimos meses. Por ello, pide "más diligencia" a las administraciones porque, aunque dice entender que fuera un evento catastrófico "imprevisible y monstruoso", al final "no se puede descargar la responsabilidad en el afectado y el propietario del vehículo".

En la entrevista de las tres principales asociaciones de afectados concedida a Valencia Plaza, el portavoz de la asociación de Damnificados Horta Sud, Christian Lesaec, señaló este como una de las preocupaciones fundamentales de su entidad: "Un tema que nos preocupa y que hemos hablado con la comisionada [de la Dana] son los vehículos que están desaparecidos o en el extranjero y sobre los que no sabemos nada de ellos". "Hay propietarios que no tienen la baja efectiva de sus vehículos y están preocupados por cómo gestionarlo. O se encuentran esos coches o se encuentra una solución, la que sea", reclamó Lesaec al respecto.

La comisionada del Gobierno para la Dana, Zulima Pérez, explica que el Ejecutivo está "trabajando con la asociación de empresas aseguradoras y el consorcio para poder facilitar una solución a los afectados". Sin embargo, señala, por el momento no se puede dar una solución inmediata porque "hay mucha casuística", pero espera tener algo más claro durante estos meses.