VALÈNCIA. El próximo 29 de octubre se cumplirá el primer aniversario de la Dana que arrasó la provincia de Valencia y dejó 229 víctimas mortales. Una fecha que será conmemorada por un funeral de Estado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias que contará con la presencia de los Reyes de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el jefe del Consell, Carlos Mazón, entre otras múltiples autoridades.
En vísperas de esta triste efeméride, Valencia Plaza analiza en qué momento llegan las diferentes formaciones políticas con representación parlamentaria en la Comunitat un año después de la tragedia que asoló la provincia.
-Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV). La formación presidida por Mazón gozaba de una posición sólida desde su triunfo electoral en los comicios autonómicos de 2023, cuando se convirtió en la fuerza más votada con 40 escaños, lo que le permitió alcanzar la Generalitat con el apoyo de Vox. Inicialmente, el partido de Santiago Abascal optó por formar parte del Consell, si bien un año después, en julio de 2024, decidió romper sus diferentes pactos autonómicos y marcharse de los ejecutivos. Esta decisión, abocó a Mazón a gobernar en minoría, si bien la figura del presidente, con una interesante y en cierta medida populista estrategia en redes sociales, parecía consolidarse ante una oposición todavía en reconstrucción tras la derrota electoral.
Sin embargo, la magnitud de la tragegia ocurrida el 29O terminó de forma abrupta la legislatura en curso para iniciar una completamente nueva en la que todos los factores habían cambiado. El presidente de la Generalitat sufrió una pérdida de crédito inmediata por la falta de previsión de su gobierno, que ostenta la competencia en Emergencias, y por su propia falta de presencialidad el día de la catástrofe, además de por otras circunstancias que se fueron conociendo posteriormente, como su comida en El Ventorro en la citada jornada. Las primeras manifestaciones organizadas, bajo el lema 'Mazón, dimisión', congregaron a más de 100.000 personas, y supusieron un test de estrés más que elevado para la Presidencia de la Generalitat, que intentaba salir del paso con una estrategia de rápida acción y recuperación combinada con otra de contraataque hacia organismos estatales como la Aemet y la CHJ.
Un año después de la Dana, las encuestas señalan que el PPCV, aunque perdería entre 5 y 6 escaños, volverí a ganar las elecciones en la Comunitat Valenciana. Más aún, tendría la capacidad de seguir al frente de la Generalitat si contara con el apoyo de Vox. Esta situación, que no se antoja ni mucho menos mala para un partido que estaba al frente de la gestión de la catástrofe, contrasta con los malos datos de valoración que estos estudios arrojan sobre Mazón. Varias de las encuestas publicadas señalan que entre 7 u 8 de cada 10 valencianos considera que el presidente debería dimitir y el 90%, según el sondeo de Prensa Ibérica, opina que no debería volver a presentarse como candidato.
Así pues, la situación de la formación popular en la Comunitat es delicada. Internamente, el partido desprende tensión debido a la incertidumbre que arroja el liderazgo de Mazón. Aunque en el discurso público se muestra el clásico cierre de filas, no son pocos los que opinan que el líder del PPCV tiene fecha de caducidad en el cargo: concretamente, la mayoría cree que acabará la legislatura pero no será candidato.
Con este escenario, se ha producido en paralelo el regreso a la escena del expresidente Francisco Camps, que se ha convertido en una piedra en el zapato para Mazón e incluso para Génova. El deseo del histórico político de luchar por liderar de nuevo el PPCV ha comenzado a ser una preocupación adicional para las direcciones de la formación popular. Por lo pronto, desde Madrid han decidido aplazar el congreso regional del partido con el objetivo de evitar tener que tomar una decisión sobre Mazón en el corto plazo, pero también para impedir el concurso de Camps en el proceso.
En cuanto a Mazón y su equipo, en los últimos meses se encuentran exprimiendo al máximo sus habilidades para tratar de mejorar la imagen del presidente de la Generalitat. Beneficiados por la crisis de corrupción del PSOE a nivel nacional, las bases de su resistencia pasan por convencer a la opinión pública de la falta de información del Consell por culpa de los organismos estatales y reivindicar su agilidad -especialmente con las ayudas- y esfuerzo en la reconstrucción contraponiéndola al desempeño del Gobierno central. Bajo esos dos ejes, se desarrollan otros como buscar el apoyo de Vox para la aprobación de los presupuestos y agitar cualquier elemento de la batalla cultural que pueda contribuir a la movilización de su electorado.
-PSPV-PSOE. Los socialistas valencianos venían de ejecutar su particular transición en el partido cuando llegó la Dana. Apenas unos meses antes, la ministra Diana Morant se había convertido en la nueva secretaria general en sustitución de Ximo Puig. A priori, su alto rango en el Gobierno de España debía facilitar su visibilidad y entrada mediática también en la Comunitat Valenciana, si bien pasado un tiempo existen dudas sobre si la eficacia y el rendimiento ha sido el esperado, especialmente en los primeros meses tras la Dana. A ello hay que sumar que Pedro Sánchez no hiciera una apuesta firme por hacer habitual su presencia en la Comunitat después de la tragedia, lo que podría haber contribuido a una mejoría de la marca y un refuerzo para Morant, especialmente cuando Mazón atravesaba sus horas más bajas.

- Diana Morant (PSPV). Foto: EP/ROBER SOLSONA
Así, a punto de cumplirse el aniversario de la Dana, los últimos sondeos publicados dejan al PSPV con 31 o 32 diputados, prácticamente la misma cifra alcanzada en las elecciones de 2023. Unos datos que causan cierta desazón en los altos cargos de la formación socialista, conscientes de que no están pudiendo o sabiendo rentabilizar la pérdida de credibilidad de Mazón. No son pocos los que culpan de esta circunstancia a la enorme crisis de corrupción ('caso Koldo') que sufre el PSOE, que está teniendo un desgaste para las siglas y para el propio Pedro Sánchez indiscutible. No obstante, el presidente del Gobierno sigue prodigándose con golpes de efecto -el último, su posición firme sobre Palestina- que repentinamente provocan una recuperación de la marca de duración incierta.
Una montaña rusa en la que también está subido el PSPV de Morant, una de las federaciones que con más fervor defiende cualquier argumentario que venga de Moncloa. No obstante, desde la formación socialista se muestran convencidos de que, en el año y medio de legislatura que queda, serán capaces de apuntalar una alternativa con un proyecto sólido encabezado por la ministra.
-Compromís. La coalición valencianista, cuyo referente máximo a día de hoy es el portavoz en Les Corts, Joan Baldoví, venía atravesando un proceso de reorganización interno en sus distintas patas en vísperas de la Dana. El resultado electoral de 2023 había dejado muy tocada a esta formación, que además había visto como desaparecían de la primera línea referentes como Mónica Oltra o Joan Ribó.

- Joan Baldoví (Compromís). Foto: EP/ROBER SOLSONA
Tras la catástrofe, y pese a la dureza empleada por Baldoví en Les Corts, la coalición no ha terminado de ver reflejado en los sondeos un incremento realmente importante de votos. Una circunstancia que llama la atención al ser un partido que, a diferencia de PP y PSOE, no tenía ni tiene ninguna capacidad de gestión en la tragedia ni en la reconstrucción posterior.
En cambio, las diferencias internas en la coalición han seguido siendo noticia, como ocurrió este verano con la ruptura en el Congreso entre las dos patas mayoritarias de Compromís: Alberto Ibáñez (Iniciativa) decidió quedarse con Sumar mientras que Àgueda Micó (Més) optó por marcharse al Grupo Mixto. Un hecho que pone de manifiesto las horas bajas que atraviesan las relaciones entre los dos partidos principales de esta alianza y que se haya extendido el deseo entre muchos electores y simpatizantes de un hipotético regreso de Mónica Oltra.
-Vox. Apenas tres meses antes de la Dana, Santiago Abascal tomó la decisión de que su partido abandonara los gobiernos autonómicos que compartía con el PP. En la Comunitat, eso provocó precisamente el cambio de manos del área de Emergencias, que se encontraba bajo el mando de la formación ultraconservadora. Tras la Dana, Vox se ha convertido en la muleta de Mazón en cuestiones como la aprobación de los presupuestos: eso sí, una muleta de un precio elevado, al conseguir que el presidente de la Generalitat asuma públicamente postulados sobre políticas verdes o inmigración que antes había preferido evitar. Al mismo tiempo, el PPCV también ha 'comprado' cuestiones relativas a la batalla cultural como la recuperación del conflicto lingüístico o el cuestionamiento de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL).

- José María Llanos (VOX). Foto: EP/JORGE GIL
A diferencia de Compromís, Vox lograría un ascenso de entre 4 o 5 escaños según distintos sondeos recientes de celebrarse ahora las elecciones. El partido de Abascal, por tanto, se encuentra en un buen momento en la Comunitat Valenciana, si bien como suele ser habitual en este partido, su estado de forma no depende tanto de su acción política en un territorio concreto como del estado de la marca nacional, que ahora también parece óptimo. En las próximas semanas, Vox, mediante su portavoz José María Llanos, cobrará de nuevo un protagonismo específico con su posición y exigencias respecto a los presupuestos de la Generalitat para 2026 que pretende aprobar Mazón.