VALÈNCIA. Este miércoles 29 de octubre se cumplirá el primer aniversario de la trágica dana que arrasó la provincia de Valencia y dejó 229 víctimas mortales e innumerables daños materiales.

Una catástrofe histórica que supuso un antes y un después, no sólo para los miles de afectados, sino también para la Comunitat Valenciana y para la propia legislatura en curso. 

En una edición especial de nuestro clásico termómetro político de final de año, Plaza analiza en qué punto han dejado a distintos políticos estos doce meses posdana, un termómetro que no es una valoración de su trabajo, sino de su situación política, si ha ido a mejor, a peor o se ha quedado en zona intermedia.

En él se refleja con colores cálidos a quienes han salido mejor parados (1 al 5); con un tono más templado a dirigentes con luces y sombras (6 al 10), que va apagándose hasta alcanzar la zona azul de frío, donde se muestra a quienes (11 al 15) la gestión de la dana o el papel relacionado con la misma les ha dejado en una peor posición o, directamente, ha provocado su salida de la política.

1. José María Llanos (Vox). El portavoz del partido de Abascal en Les Corts aparece como el dirigente más reforzado en representación de su formación política, pero también en virtud del protagonismo que ha adquirido en los últimos 12 meses. Vox, que gobernaba junto al PP en la Comunitat Valenciana tras el acuerdo exprés firmado después de las elecciones y ostentaba, entre otras, el área de Emergencias, abandonó todos los pactos autonómicos y dejó los ejecutivos en julio de 2024, apenas tres meses antes de la Dana. La catástrofe conllevó una pérdida inmediata de crédito del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, lo que provocó un mayor protagonismo para Vox, cuyos votos en Les Corts son necesarios para el PP. Así, Llanos ha sido la cara visible en todas las concesiones logradas por la formación ultraconservadora en la negociación presupuestaria posdana, donde incluso el jefe del Consell salió a defender públicamente postulados reivindicados por Vox. Una situación que podría repetirse de cara a la aprobación de las cuentas de 2026, que deberían presentarse en breve. Además de todo esto, la buena posición del partido de Abascal en la Comunitat se ha visto refrendada en distintos sondeos, donde le otorgan entre 4 y 5 escaños más que en 2023.

2. Vicente Martínez Mus (PPCV). El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha resuelto con solvencia y celeridad las tareas de recuperación relacionadas con su departamento, como son muchas de las carreteras afectadas, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) o el impulso a proyectos 'estrella' como la red de parques inundables, lo que le ha convertido en uno de los principales rostros en la ejecución de la reconstrucción y uno de los principales puntos de apoyo de Mazón. Pese a su gestión destacada estos meses, el día de la catástrofe, el conseller -con decenas de carreteras cortadas y el metro en peligro- no varió su agenda y estuvo por la tarde en una entrega de premios de la CEV, si bien esto no ha parecido pasarle una factura política, dado que el presidente de la Generalitat parece tenerlo muy en cuenta para un posible ascenso en la próxima remodelación del Consell, donde suena para asumir la gestión de la reconstrucción e incluso quizá para ascender a vicepresidente.

3. Zulima Pérez (PSPV-PSOE). La ex alto cargo del Botànic, que fue directora general de Coordinación del Diálogo Social en Presidencia, ha cobrado un notable protagonismo en la etapa posdana. Asesora en el Ministerio de Política Territorial, a principios de año fue designada coordinadora del Comité de Expertos del Gobierno de España para la Reconstrucción, para después ser ascendida en julio a Comisionada del Gobierno de España por la Dana, puesto en el que sustituyó a José María Ángel. Pérez ha insistido estos meses en que ha existido una interlocución constante entre las Administraciones, si bien el Consell de Mazón ha reclamado una comisión mixta que nunca ha llegado a crearse. En cualquier caso, los sucesivos nombramientos de la comisionada la han proporcionado notoriedad y una mejor posición en la formación socialista.

4. Pilar Bernabé (PSPV-PSOE). La delegada del Gobierno ha visto crecer exponencialmente su visibilidad desde la tragedia de la Dana. Pedro Sánchez alabó públicamente su papel, fue incorporada como secretaria de Igualdad (número 4) del PSOE en diciembre y, posteriormente, elegida líder de la formación socialista en la ciudad de València, paso previo a ser candidata la Alcaldía. Más allá de los problemas de seguridad acaecidos en los días posteriores a la Dana o del discutible papel el 29O de Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), un organismo dependiente del Gobierno central, resulta indiscutible que Bernabé ha mejorado su posición política a lo largo de estos 12 meses.

5. Vicente Mompó (PPCV). El presidente de la Diputación de Valencia es, dentro de la formación popular, uno de los dirigentes que ha salido en cierta medida airoso en el balance de este año, en buena parte por acudir al Cecopi de la Dana desde casi el inicio pese a que no le correspondía competencialmente. Su intervención en el programa Salvados de La Sexta tras la Dana le dejó algo tocado y, posteriormente, vivió meses titubeantes por la posible ruptura de su pacto con Ens Uneix en la corporación provincial. Sin embargo, la situación parece haberse estabilizado en la institución e incluso Mompó empieza a sonar como un posible plan B para ser candidato a la Generalitat si Génova decidiera prescindir de Mazón para tal misión.

6. María José Catalá (PPCV). La alcaldesa de València ha sorteado este año con un balance político de claroscuros. Aunque su gestión directa de la emergencia ha sido menos cuestionada que la del Consell, ya que fue junto con Algemesí el único municipio en convocar su Cecopal la mañana del 29O, València fue la cuarta población con más víctimas mortales por la riada. Sin embargo, Catalá ha intentado recomponer su imagen situando la prevención de emergencias en el centro de su acción de gobierno y reforzando su perfil de gestora pragmática, logrando así mantener una valoración ciudadana superior a la de otros dirigentes autonómicos según las encuestas. El elevado impacto de la tragedia en València, su negativa a incluir a las víctimas en la comisión municipal de la Dana o su apoyo cerrado a Carlos Mazón -al menos públicamente- han generado ciertas críticas, pero aun así, Catalá conserva su posición como referente orgánico del PPCV y activo de presente y futuro de su partido.

7. Francisco José Gan Pampols (vicepresidente para la Recuperación). El teniente general retirado dirá adiós a su cargo el próximo 4 de noviembre, una vez encauzada su tarea para la reconstrucción tras la Dana. En el haber del dirigente se encuentra el mantener su promesa de evitar implicarse en la contaminada la atmósfera política, así como el cumplimiento de su objetivo de diseñar un plan a futuro para evitar o afrontar con mejores garantías una nueva catástrofe. No obstante, probablemente se vio perjudicado por las altas expectativas puestas en él desde Presidencia, que utilizó su nombramiento como un golpe de efecto con el que ganar oxígeno en un momento crítico. Además, también se ha visto afectado por la poca intención de una colaboración pública real por parte del Gobierno central, cosa que no se ha cansado de lamentar. No se marcha como un héroe, pero sí con su reputación intacta.

8. Joan Baldoví (Compromís). El portavoz de la coalición valencianista se sitúa en la zona de ni frío ni calor desde la Dana hasta este primer aniversario. El problema principal para el dirigente, tal y como le ocurre al PSPV, es que no ha conseguido que su formación recoja el descontento tras la tragedia o, al menos, no está logrando que esto se visualice en las encuestas. Sus intervenciones directas y agresivas en Les Corts, más allá de que el fondo y el contenido pueda resultar en ocasiones acertado, destilan sobreactuación e incluso en ocasiones desesperación. Así, aunque la coalición se encuentra en un escenario que podría ser favorable para crecer, su máximo representante se queda en la mitad de la tabla de este termómetro.

9. Diana Morant (PSPV-PSOE). La ministra y líder de los socialistas valencianos también se encuentra en una zona similar de luces y sombras. Antes de la Dana, pocos pensaban que el PSPV tendría opciones de recuperar la Generalitat a corto plazo pero, tras estos 12 meses, sí existen más posibilidades para ello. Ahora bien, al igual que Baldoví, Morant tampoco está consiguiendo rentabilizar la situación que atraviesa Mazón y, al menos de momento, no ha logrado ser identificada por los valencianos como la alternativa al presidente de la Generalitat, según muestran los últimos sondeos. Los problemas de la marca derivados del estallido definitivo del caso Koldo, también han perjudicado la posición de Morant, especialmente por formar parte del Consejo de Ministros que preside Pedro Sánchez. No obstante, en las últimas semanas se ha apreciado una intención por parte de la líder del PSPV de pisar el acelerador y aumentar su presencia y visibilidad en la actualidad valenciana.

10. José Antonio Rovira (PPCV). El conseller de Educación atravesó sus momentos más bajos en los primeros meses de reconstrucción, especialmente con el fallecimiento de un trabajador de Tragsa en las tareas de limpieza de un colegio de Massanassa y sus controvertidas declaraciones posteriores, cuando defendió no haber acudido tras el accidente porque no hacían "nada allí", además de señalar: "Nosotros también tenemos nuestra familia en Alicante y tenemos derecho a estar unas horas con nuestra familia". Al margen de esta cuestión y de otras polémicas educativas, Rovira parece seguir contando con la confianza de Mazón y viene sonando para ocupar la conselleria de Hacienda en la próxima remodelación del ejecutivo que prepara el presidente.

11. Susana Camarero (PPCV). La portavoz y vicepresidenta primera del Consell ha atravesado un periodo de máxima intensidad en estos 12 meses. Así, poco después de la Dana, Mazón le confió el reto de ser la cara visible del Ejecutivo: una misión que ha desempeñado con firmeza, sirviendo de escudo para el presidente pero también de ariete contra el Gobierno de España. No obstante, el desgaste de estas funciones también resulta en cierta medida evidente, lo que la aboca a la zona fría del termómetro en este balance. Más aún con la aparición de nuevas informaciones, como la de que Camarero estuvo conectada a la reunión clave del Cecopi el trágico 29 de octubre, concretamente desde las 17 horas hasta las 17.40, para después abandonarla para acudir a una entrega de premios organizada por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV). Una circunstancia de la que se desprende que la vicepresidenta tampoco habría calibrado la magnitud de lo que estaba ocurriendo.

12. Carlos Mazón (PPCV). El presidente de la Generalitat recorre su particular y compleja travesía desde el 29O. De lo que parecía una legislatura tranquila o, al menos, relativamente poco complicada, se pasó a un escenario apocalíptico con la tragedia. El jefe del Consell ha combinado la resistencia con el contraataque, con el foco puesto en el Gobierno central, tratando de apuntalar el relato de una Generalitat indefensa y desinformada por la falta de diligencia de los organismos estatales, aunque sigue arrastrando el pecado original de la comida del Ventorro. Así, la posición del jefe del Consell es débil y llena de incertidumbre, sumergido en un mes muy complicado que puede medir no sólo su imagen ante la opinión pública, sino también la consistencia de sus aspiraciones por repetir como candidato.

13. José María Ángel (PSPV-PSOE). El ex secretario autonómico de Emergencias y exalcalde de L'Eliana fue designado comisionado del Gobierno de España por la Dana en diciembre, precedido por una valorada gestión en el citado departamento y una trayectoria política reconocida. No obstante, la publicación de la falsificación de un título universitario que figuraba en su expediente de la Diputación desde hacía años, una situación ajena a la labor de reconstrucción sobre la catástrofe, terminó provocando su dimisión en julio de este mismo año y su ingreso hospitalario por un intento de suicidio.

14. Emilio Argüeso (PPCV). El secretario autonómico de Emergencias en el momento de la Dana fue cesado en diciembre del año pasado y, desde entonces, se ha centrado en su labor de defensa en la causa judicial sobre la tragedia que se instruye en el juzgado de Catarroja y en la que se encuentra investigado. Exdirigente de Ciudadanos, ayudó a Mazón en los momentos previos de las elecciones autonómicas de 2023, siendo incluido después en puestos de gobierno. Ahora, tras estos doce meses, el único objetivo para Argüeso, fuera ya del circuito político, es demostrar su ausencia de culpa en la tragedia del 29O.

15. Salomé Pradas (PPCV). La consellera de Emergencias fue destituida de su cargo en noviembre, pocas semanas después de la catástrofe. Al igual que Argüeso, su carrera política se truncó con la Dana y, desde su salida del Ejecutivo, su objetivo es defender su actuación ese día ante el juzgado que la investiga por ser la máxima responsable del departamento de Emergencias el día de la tragedia.