Comunitat Valenciana

El PSPV cierra un año complejo en los municipios valencianos

Dimisiones, conflictos internos, gestión de la Dana y riesgo de fugas marcan el año del socialismo valenciano en los ayuntamientos

  • Bielsa saluda en el congreso.
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VALÈNCIA. El PSOE no atraviesa su mejor momento. Al desgaste general del partido, con un balance de final de año poco favorable y el impacto del fatídico resultado electoral en Extremadura, se suma una situación compleja en la Comunitat Valenciana. En las comarcas valencianas, el PSPV afronta un escenario marcado por algunos conflictos municipales y una creciente competencia política, con Vox al alza y un PP que busca consolidar espacio en un contexto diferenciado del resto del Estado, todavía condicionado por la gestión de la Dana del 29 de octubre y el proceso de reconstrucción posterior.

En la provincia de Valencia, el año socialista ha estado marcado por las primarias que devolvieron a Carlos Fernández Bielsa la secretaría general provincial. Un proceso que no estuvo exento de tensión interna, especialmente por el ajustado resultado frente a Robert Raga, alcalde de Riba-roja y candidato respaldado por Sánchez y Morant. La pugna evidenció un partido dividido y con equilibrios frágiles en su estructura orgánica.

Consell Municipalista

Ese contexto se volvió a reflejar el pasado 18 de diciembre, cuando Bielsa se reafirmó como líder provincial en el Comité Municipalista del PSPV. Según fuentes socialistas, al encuentro acudieron apenas una veintena de alcaldes de los cerca de cien que gobierna el partido en la provincia, un dato que no pasó desapercibido en clave interna.

Además, la presidencia de este órgano recayó en la alcaldesa de Quart de Poblet, Cristina Mora, que inicialmente había respaldado a Raga en las primarias pero acabó alineándose con Bielsa, un movimiento interpretado dentro del partido como parte del reequilibrio posterior al congreso provincial. Una alcaldesa que, como ya contó Valencia Plaza, se enfrenta posiblemente a un proceso de primarias al confirmar que se presentará como candidata a la alcadía, aún sin el respaldo de la Agrupación local de Quart. 

El riesgo de una fuga política

Si hay un episodio que ha marcado el final de año para el PSPV en la provincia es el caso de Almussafes. La denuncia por un supuesto caso de acoso laboral y sexual contra su alcalde, Toni González —que él niega y atribuye a un conflicto laboral— ha abierto un escenario de alta complejidad. González ha abandonado el partido, pero no ha dimitido como alcalde y continúa al frente del Ayuntamiento como edil no adscrito.

  • El alcalde de Almussafes, Toni González, en una imagen de archivo. -

Tal y como ha publicado Valencia Plaza, el caso no solo supone un problema disciplinario o reputacional para el PSPV, sino que abre la puerta a un escenario con mayores implicaciones: una posible fuga de concejales hacia Ens Uneix, como ya sucedió en Ontinyent. El alcalde gobierna Almussafes desde 2015 y ha encadenado tres mayorías absolutas, manteniendo el respaldo de los ocho concejales que conforman el grupo socialista. La dirección del partido puede apartarlo orgánicamente, pero no tiene capacidad para forzar su salida institucional sin provocar una ruptura interna.

Bielsa optó por imponer una gestora en la agrupación local, una decisión que también ha generado controversia. Entre los nombramientos figura como vocal la secretaria general comarcal, Manoli Egea, quien públicamente expresó su apoyo a González y cuestionó la denuncia, un posicionamiento que ha añadido tensión política. Dependiendo de cómo evolucione el caso, el PSPV se arriesga a perder no solo la alcaldía, sino un referente municipal clave y un diputado provincial estratégico. Cabrá observar este movimiento ya entrado el 2026.

  • Natàlia Enguix (Ens Uneix) y Bielsa (PSPV). -

El ‘cinturón rojo’ y el impacto de la Dana

En l’Horta Sud, tradicional ‘cinturón rojo’ del socialismo valenciano, el desgaste político se mide en términos de gestión de la Dana. La catástrofe ha tenido consecuencias para todos los partidos, pero también ha pasado factura a algunos alcaldes socialistas. El caso más relevante es el de Paiporta, donde la alcaldesa Maribel Albalat dimitió el pasado mes de junio, ocho meses después de la riada.

La salida de Albalat, próxima al entorno de Bielsa, fue especialmente significativa por tratarse de uno de los municipios más golpeados por la catástrofe. A sus problemas personales de salud, conocidos antes y después de la Dana, se sumó una presión política constante en un contexto de alta exposición mediática. Valencia Plaza llegó a referirse a ella como “la alcaldesa de la Dana”, reflejo del protagonismo que asumió en los primeros meses tras la tragedia.

  • Maribel Albalat frente al Ayuntamiento de Paiporta -

El futuro político de Paiporta permanece abierto. El actual alcalde, Vicent Císcar, continúa al frente del gobierno local, aunque él mismo ha reconocido públicamente que no tiene decidido si será candidato en 2027. En el municipio, según reconocen también diferentes concejales, persiste un clima de desafección política y un auge de discursos populistas que condicionará cualquier estrategia electoral, y hacer una previsión de cara al 2026 es complicado con un PSPV desgastado, un PP tocado por la Dana, Compromís en gobierno y Vox al alza.

En otros municipios del área metropolitana, el escenario socialista es más estable. En Sedaví, el alcalde José F. Cabanes mantiene el apoyo, según distintas fuentes locales, por su gestión tras la Dana. Una situación similar se da en Picanya, donde el alcalde Josep Almenar conserva apoyo social pese a polémicas como la de l'Almassereta, con un reconocimiento transversal a su actuación durante la emergencia que incluso asumen fuentes del PP.

Mociones de censura

El balance del PSPV en el ámbito municipal no es, sin embargo, exclusivamente negativo. En Chiva, los socialistas lograron recuperar la alcaldía mediante una moción de censura junto a Compromís y grupos locales, que situó a Ernesto Navarro como alcalde. Se trata de la segunda moción de censura en un municipio afectado por la Dana, tras el caso de Requena, y evidencia que el PSPV también ha sabido aprovechar ventanas de oportunidad política.

No ocurrió lo mismo en Torrent, donde durante semanas se dio por hecha una moción de censura contra la alcaldesa del PP, Amparo Folgado, que lideraría el ex primer edil socialista Jesús Ros. La operación, que contaba con el apoyo de Compromís y de un concejal no adscrito y ex de Vox, fue finalmente abortada por la dirección autonómica, dejando al PSPV en una posición incómoda y evidenciando divergencias internas sobre la estrategia municipal.

  • El portavoz del PSPV en Torrent, Andrés Campos. -

Un partido bajo doble presión

El conjunto de estos episodios dibuja un escenario complejo para el PSPV en la provincia de Valencia. El partido se enfrenta a una doble presión: mantener la cohesión interna en sus agrupaciones municipales y gestionar un mapa político en transformación tras la Dana, con nuevas dinámicas locales y actores como Ens Uneix capaces de capitalizar conflictos internos.

Almussafes es hoy el caso más sensible, pero no el único. La capacidad del PSPV para evitar nuevas fugas y recomponer su estructura municipal será clave para determinar su fortaleza de cara a los próximos ciclos electorales.

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