VALÈNCIA. Las constelaciones familiares son una herramienta terapéutica creada por el teólogo Bert Hellinger (1925, Leimen, Alemania) cuyo objetivo es encontrar y resolver patrones dentro de una familia que se encuentran ocultos y que repercuten negativamente sobre la vida de una persona. Su principal fundamento es que los problemas pueden estar vinculados a dinámicas familiares que han ido pasando de generación a generación sin resolverse. Una práctica que está considerada una pseudociencia por falta de evidencia científica y usar explicaciones místicas, entre otras cuestiones, y que, de hecho, está recogida como una pseudoterapia por el Ministerio de Sanidad.
A pesar de ello, las constelaciones familiares cada vez ganan más adeptos que ven en ellas una posibilidad de resolver sus problemas. En el mundo de la abogacía, por ejemplo, ha ido elevando su popularidad hasta el punto que el Consejo Valenciano de Colegios de Abogados (CVCA) realizó un curso de formación sobre Justicia Sistémica que trató las constelaciones familiares. Este evento contó con la financiación de la Conselleria de Justicia a través de un convenio que tiene el CVCA con la Dirección General de Atención a las Víctimas y Acceso a la Justicia para cursos de formación continua de los colegiados y que cuenta con un importe máximo de 60.000 por parte del Gobierno valenciano.
Plaza ha contactado con dos expertos en la materia para abordar y conocer sus respectivas valoraciones sobre las constelaciones familiares. Estos especialistas en la materia explican que se trata de una "psuedoterapia gravemente dañina" y "altamente peligrosa" para la sociedad, hasta el punto que puede llegar a considerarse "sectaria". Además, inciden en el "peligro social" de que se imparta en cursos de formación por sus posibles efectos perniciosos: "Los adeptos acaban fascinados por ese supuesto conocimiento y acaban alejándose cada vez más de la realidad", remarca uno de los expertos consultados por este periódico.
"Profunda irracionalidad"
El investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) Luis Santamaría define esta práctica como una "pseudoterapia gravemente dañina". Además, señala que las constelaciones destacan, "además de por su profunda irracionalidad, por el "maltrato psicológico al que someten a cualquier tipo de víctima, especialmente si esta es una mujer". Unas declaraciones que realiza en alusión a las palabras que expresó una supuesta "terapeuta" de esta herramienta, que difundió en redes sociales que "la mujer violada no es una víctima, eligió ese destino como parte de sanación del sistema familiar". "No se trata del exabrupto de los una consteladora concreta, sino que es una afirmación muy representativa de la doctrina de esta pseudoterapia", asegura Santamaría.
Por otro lado, este investigador considera "una vergüenza y un escándalo" que las constelaciones familiares se difundan en colegios profesionales. Más en concreto sobre el curso impartido por el CVCA, este investigador lamenta que esta pseudoterapia cuente con el respaldo de "los que deberían ser garantes de un cuidado especial de las víctimas". Una cuestión que también denuncia Emilio Molina, vocal de la APETP (Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas) y de RedUNE (Red de prevención del sectarismo y abuso de la debilidad). Este otro experto consultado por Plaza critica que la profesional que promueve este curso se apoya en el "misticismo cuántico" o "querencia cuántica" que se basa en "atribuir a la física cuántica explicaciones que no tienen absolutamente nada que ver con la cuántica ni mucho menos con la realidad".
Molina espera que este tipo de cursos, a su juicio "completamente estrambóticos", sean "desmantelados" y que los organismos con responsabilidad en la materia "luchen activamente para alertar contra estas y otras propuestas pseudocientíficas". Además, remarca que en el cambio de la Psicología existe un "abordaje legítimo" que tiene en cuenta las interrelaciones familiares para tratar un problema psicológico, pero "no tiene absolutamente nada que ver con Hellinger". "Las teorías sistémicas legítimas son las de Ludwig von Bertalanffy y Humberto Maturana", asegura este experto.
Una "pseudoterapia" considerada "altamente peligrosa"
Además, el vocal de la APETP apunta que las constelaciones familiares establecen una "pseudoterapia" que es "no solo pseudocientífica, sino altamente peligrosa, al punto de considerarse sectaria". Una afirmación que basa en que esta práctica "induce a hacer creer al paciente que sus problemas son generados por conflictos familiares", lo cual conlleva "aún mayores conflictos, rompiendo a menudo las relaciones familiares y dejando al adepto más expuesto ante el gurú. Por todo ello, sintetiza: "No solo no resuelve el problema original, sino que les añade problemas extra".
Molina también expresa que el funcionamiento de estas estructuras acaba por "desnortar" a los individuos que se sitúan bajo las mismas, puesto que les hacen creer en cuestiones "como los 'campos mórficos' para intentar fundamentar de alguna forma el supuesto funcionamiento de este fraude". "Los adeptos acaban fascinados por ese supuesto conocimiento y acaban alejándose cada vez más de la realidad. El caso de las abogadas habla por sí mismo", considera este experto. Es por este motivo que cree "un peligro social de primera magnitud" que este tipo de contenidos sean difundidos en cursos de formación impartido por "gente que tiene entre sus manos el destino de terceras personas en un momento muy vulnerable de sus vidas". "Las posibilidades de terminar empeorando la situación son altísimas", apostilla Molina.