Comunitat Valenciana

Guerra interna entre los bomberos y los técnicos de Emergencias por la vigilancia de barrancos en la Dana

  • A la izquierda, los responsables de Bomberos y Emergencias.
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VALÈNCIA. El pasado 29 de octubre, la Generalitat Valenciana podía tener muchos ojos atentos al barranco del Poyo, cuyo desbordamiento devastó decenas de municipios de l'Horta Sud. Quizá los más evidentes, por sus competencias, eran los de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Pero el Plan Especial de Inundaciones también atribuye a otros agentes la vigilancia de cauces como la Guardia Civil, la Policía autonómica, los agentes medioambientales autonómicos o las brigadas provinciales de bomberos, entre otros. Aquel día, el centro de emergencias de la Generalitat ordenó la movilización de los bomberos de la Diputación pero se retiraron antes de la súbita crecida del caudal. Cuando la crecida ocurrió, ya no había ningún agente para verlo.

Es uno de los errores constatados de aquella tarde, por lo que la responsabilidad de aquella decisión está concentrando parte de la atención en el marco de la investigación abierta por la gestión de la Dana en el juzgado de Instrucción 3 de Catarroja. La última declaración testifical así lo demuestra: el oficial jefe del Consorcio Provincial de Bomberos señaló directamente al departamento de Emergencias autonómico por la falta de instrucciones para una vigilancia más exhaustiva mientras los técnicos de Emergencias, en sus comparecencias, habían apuntado al cuerpo provincial por no avisar de su retirada. El cuerpo de bomberos, entonces dirigido por el jefe del Consorcio, José Miguel Basset, y los trabajadores autonómicos, dirigidos por el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, se endosan las culpas mutuamente.

En su comparecencia, el oficial jefe de los bomberos ratificó el contenido de su informe presentado sobre aquel día, según el cual, a las 13.05h, se movilizó una unidad para ir a vigilar el barranco a la altura de Torrent, Picanya y Paiporta tras recibir la orden del centro de coordinación de emergencias de la Generalitat Valenciana. La jefa de servicio de Emergencias, Inmaculada Piles, era la que había dado la instrucción, y había pedido a uno de sus técnicos que hiciera el "seguimiento para que se personaran los bomberos forestales en los puntos que valoraran que eran más delicados", tal como declaró el propio trabajador. Este trasladó la orden al Consorcio, que quedó registrada en la plataforma interna de comunicación Coordcom a las 12.43h.

Volviendo al relato del oficial jefe de bomberos, este explicó que a la altura de Ribarroja, la unidad movilizada hizo una inspección y vio una lámina de agua de unos 70 u 80 cm de altura. Tras ir a Cheste a hacer una escala y volver, unos 40 minutos después (14.40h), se realizó una segunda inspección donde se reportó que el nivel había bajado a la mitad, por lo que la unidad solicitó instrucciones y su sargento coordinador, Gregori Fayos, fue quien ordenó la retirada. ¿De quién venía esa orden?

  • El ex inspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos, José Miguel Basset. Foto: VP

El oficial jefe señaló que su superior -Fayos- entendía que el trabajo estaba "realizado" con "la información que se da desde el centro de coordinación [de la Generalitat]", para señalar directamente a la administración autonómica como responsable de que la unidad no se mantuviera en el barranco para vigilar más tiempo. "Si desde el centro de coordinación se hubiese dado una instrucción más detallada, con permanente, con lectura cada X tiempo, pues se hubiese hecho así", declaró el bombero, según el cual, "con la información que se dio, se entendió que no era una labor con permanencia". En ese sentido, puso como ejemplo otra labor de inspección posterior a la Dana que se realizó en marzo, donde se ordenaron "unas rondas de permanencia". Entonces, dijo, "se hizo de una forma más determinada, con una frecuencia establecida y una escala temporal". Algo que no se ordenó el día de la Dana, según su relato.

A todo esto, el relato del oficial pone en cuarentena lo que se había creído hasta el momento, inducido por el propio jefe del Consorcio Provincial, José Miguel Basset, quien se atribuyó la orden de la retirada en la comisión de investigación de la Diputación de Valencia: "Si tú me informas, que eres la unidad a pie, que el nivel ha descendido, no sé qué hago aquí, son las dos y media, tengo ganas de comer, voy a decirlo así de claro, aunque se quede grabado me da igual, qué hago", aseveró. Se desconoce si fue él, superior de Fayos, el que tomó la decisión. Pero tendrá oportunidad de aclararlo, pues está a la espera de la citación como testigo.

Cabe recordar que los presentes en la reunión del Cecopi, iniciada a las 17h de la tarde, desde la exconsellera Salomé Pradas al 'número dos' de Emergencias entonces, Emilio Argüeso, ambos investigados, pasando por la delegada del Gobierno Pilar Bernabé, han convergido en que nadie allí, ni siquiera el propio jefe del Consorcio Provincial, Basset, informó de la movilización de los bomberos, mucho menos de su retirada dos horas antes. Argüeso reconoció que se enteró de la retirada de los bomberos "a las dos semanas por la prensa, porque lo denunció un sindicato de bomberos" y llegó a declarar que el "error principal" de aquella tarde fue "la retirada de bomberos sin comunicárselo" al Cecopi para "poder articular otras soluciones". Tampoco Bernabé recordó "ningún comentario" de Basset sobre esta vigilancia en el Cecopi. Todo habría quedado en los escalones técnicos de la gestión.

  • Imagen del Cecopi aportada a la causa, con Basset de espaldas y Suárez junto a los responsables políticos. Foto: VP

Pero lo cierto es que las declaraciones del oficial de bomberos suponen un choque frontal con las de los técnicos de Emergencias, quienes señalaron ante la jueza que su departamento nunca tuvo constancia de que los agentes desplegados en el barranco del Poyo se habían retirado. El técnico de Emergencias que había comunicado la instrucción dijo que había dejado "la indicación" de que los bomberos "anotaran en el caso [del 'CoordCom'] las acciones que estaban haciendo, pero eso no llegó". Así, aseguró que en la administración autonómica "entendían" que los bomberos estanam midiendo el caudal: "Cabía esperar que les avisarían si venía una crecida", señaló al respecto el testigo. Ratificaba así el relato de una jefa del centro de Emergencias, quien dijo que la retirada de los agentes no había sido comunicada a través del chat interno de Emergencias.

El oficial de bomberos, sin embargo, señaló que sí se comunicó su retirada a través de un "grupo de comunicación" llamado UBE Valencia, un "grupo monitorizado en el centro de coordinacion de Emergencias". "A través de este grupo", aseveró, la Generalitat Valenciana "pudo saber que se habían retirado los bomberos". Así, aclaró que, con el caos de aquel día, "todo lo que sucedió y que en circunstancias normales se habría registrado" en el Coorcom, entonces pudo "no haberse registrado". Además, insistió en que, partiendo de la base de que nadie sabía de su retirada, señaló que no volvieron a contactar con ellos para ver cómo seguían las supuestas mediciones en marcha.

Emergencias sabía que el barranco iba "al límite" a las 17.30h

La declaración del oficial no se quedó ahí sino que fue más allá y aportó un detalle importante: a las 17.30h, el departamento de Emergencias de la Generalitat era consciente de que el barranco del Poyo estaba a punto de desbordarse. En concreto, relató que aquella tarde, el centro de coordinación de emergencias de l'Eliana comunicó que el barranco iba "al límite de agua". Insistió así en que fue el centro de coordinación, dependiente de la Generalitat Valenciana, y a partir de los avisos que estaba recibiendo del 112 y otras fuentes, el que emitió el aviso a través del sistema Coordcom, la plataforma que conecta a todas las agencias de rescate y emergencias. "Es el centro de coordinación de emergencias quien da traslado" de dichos avisos, apuntó.

De nuevo, esta información habría quedado sólo en el escalafón técnico y se desconoce por qué nunca llegó esta información a la reunión del Cecopi. Ninguno de los responsables políticos, incluído el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, y otros presentes como el jefe de Climatología de Aemet, José Ángel Núñez, fueron conscientes del desbordamiento del barranco del Poyo. Según todos los relatos, en todo momento, la principal preocupación de la reunión fue la posible rotura de la presa de Forata hasta el punto de que el aviso masivo, remitido a las 20.11h a través del sistema ES Alert, fue precisamente por este riesgo y no por las inundaciones que había provocado el Poyo.

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