Entrevista

Comunitat Valenciana

"Hay que dejar fuera de ordenación las viviendas en zona inundable pero ningún alcalde lo va a hacer"

Entrevista a José Trigueros, presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos

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VALÈNCIA. La catástrofe de la Dana del pasado año demostró la importancia de la inversión en obras hidráulicas y actuaciones medioambientales para reducir la escorrentía y los caudales en una eventual episodio de lluvias torrenciales. Los expertos coinciden en que, si se hubieran ejecutado algunos de los proyectos que estaban previsto en el barranco del Poyo, se hubieran al menos mitigado algunas de las consecuencias devastadoras de la riada. En ello coincide el presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, José Trigueros, que el pasado lunes participó en la jornada organizada por la entidad para analizar el estado de las infraestructuras un año después. Trigueros

Trigueros destacó, como aprendizajes que el sector ha podido sacar de la catástrofe, no solo el “replanteamiento de las estrategias de planificación” o la necesidad de mantenimiento de las infraestructuras sino también la imprescindible “gobernanza del agua”. Aquí resaltó la modernizaciòn del Sistema Automáico de Información Hidrológica (SAIH) como una de las prioridades, con la implantación de un Sistema de Alerta Tempranda (SAT) lo más pronto posible: “Debe estar contratado ya para implementarlo en todas las confederaciones”. Instó a dejar de demonizar las obras diráulicas y combinarlas con actuaciones medioambientales.

Sobre ello y otras cuestiones el presidente de la Asociación de Caminos responde a las preguntas  de Valencia Plaza.

- ¿Cree que con las obras hidráulicas que estaban proyectadas desde hace tanto tiempo y que no se habían hecho en el día de la Dana se hubieran minimizado los daños o incluso evitado?
- No me cabe la menor duda. Precisamente el Barranco del Poyo era donde no se había ejecutado ninguna obra, ni de laminación, y es donde ha habido más muertos y más daños. Claro que sí, sin ninguna duda. Aquí tenemos la zona donde están los tres ríos más importantes. El embalse de Forata, por ejemplo, consiguió laminar parte de la avenida. Si no llega a estar, la avalancha habría sido tremenda. Llegó a 2.000 metros cúbicos por segundo y tuvo que verter mil, mucho más de lo normal. Luego tienes el embalse de Loriguilla y el embalse de Buseo, que también consiguió laminar un poco la avenida. Sin embargo, en toda la parte del Barranco del Poyo no había nada, y ahí se organizó todo. Sin duda, se habrían minimizado los daños.

- Algunos expertos han comentado que las presas son soluciones óptimas en determinados barrancos y en otros no. ¿Está de acuerdo?
- Las presas se han utilizado en nuestro territorio desde siempre y son fundamentales. En España, sin ellas, viviría la mitad de la población. Hay presas de abastecimiento, de regadío y otras que tienen varias funciones, sobre todo la de laminación. Precisamente, cuando se rompe Tous, se construyeron dos presas más. Son infraestructuras que se hacen para laminar avenidas, aunque también sirven para abastecimiento o como balsas de incendios. Si se hubiera hecho, por ejemplo, la presa de Chiva, que ahora está descartada porque se van a hacer otras, habría retenido 8 hectómetros cúbicos. Puede parecer mucho o poco, pero quizá habría bastado para avisar a la población y evitar que el agua llegara con tanta violencia. Los daños no se habrían evitado del todo, pero sí se habrían reducido las muertes y protegido más bienes.

  • José Trigueros. Foto: Asociación de Caminos

- Ha hablado en su intervención de que hay que dejar de demonizar las obras hidráulicas.
- Claro, es que todas las obras están demonizadas. En el programa de Compromís se planteaba eliminar el desvío del cauce nuevo del Turia y volver al antiguo. Imagínate si esto hubiera pasado: Valencia habría quedado inundada mucho peor que en el 57. Las construcciones hidráulicas han sido demonizadas, no solo en Valencia, sino en toda España. Hay que reivindicar la planificación hidrológica y los planes de ordenación urbana, que tengan en cuenta las llanuras inundables. Desgraciadamente, solo se toman medidas cuando hay muertos o desastres como el de ahora o Tous.

Por eso hay que reclamar que no se olvide, aunque haya pasado un año de la inundación, que hace tres años estábamos en sequía. También hay muchas obras planificadas para paliar la sequía, y no debemos olvidarlas. No podemos pasar de un extremo a otro. Hay que hacer caso a los técnicos, que son quienes saben. Lo que pasa es que los que saben no llegan a las esferas de toma de decisiones. Cuando las decisiones las toman los técnicos, las cosas mejoran rápidamente. Los ingenieros, geógrafos y demás profesionales deben participar conjuntamente, como se hace en ferrocarriles o carreteras, donde los resultados son evidentes. Desde la Asociación de Ingenieros de Caminos lo que queremos es que se hable de nosotros por lo que hacemos, no solo cuando hay problemas.

- ¿Y qué hay de las actuaciones medioambientales?
- Son fundamentales las actuaciones de restauración forestal. La CEV ha elaborado un documento con inversiones necesarias valoradas en 1.700 millones de euros. Una de ellas, con 555 millones —casi una tercera parte del total—, propone la reforestación de 2.000 hectáreas en la cuenca del Poyo, con construcción de azudes de retención, zonas de laminación y 27 nuevos puentes. También se plantean actuaciones en el Barranco de la Saleta, la derivación del Turia y adecuaciones ambientales en distintas cuencas. Es un trabajo muy importante y bien hecho. Lo han realizado ingenieros, geógrafos, filósofos y muchos otros profesionales: la sociedad civil unida para planificar el futuro. Es un documento razonado, con medidas evaluadas y presupuestadas, que podrían duplicar su coste, pero aun así serían mucho más baratas que los 8.000 millones que ya ha gastado el Gobierno para la reconstrucción.

- ¿Por qué las actuaciones de restauración forestal son importantes?

- Los árboles sirven para fijar el terreno. Si no hay árboles y viene una riada, la escorrentía se lleva el terreno. Si hay vegetación, el terreno es permeable y absorbe una cantidad de agua que se retiene y no llega a formar escorrentía. Además, la erosión provoca que la tierra llegue a embalses o azudes y que pueda colapsar infraestructuras. Y las ramas también ralentizan la lluvia. Porque el problema de la avenida es que llegue de golpe, entonces los árboles ralentizan que llegue el agua al cauce.

- Existe el debate sobre la limpieza de cañas y material biológico en los cauces. La Confederación dice que no se pueden dejar sin vegetación, que eso tampoco es una solución, e insisten en que las cañas no provocaron un problema de obstaculización.
- Las cañas fueron una parte muy importante del problema. Vimos los ojos de los puentes totalmente atascados. La especie Arundo donax es una especie invasora y todos los ecologistas coinciden en que hay que eliminarla. El problema es que tiene unas raíces muy profundas y cuesta mucho dinero erradicarla. Claro que hay que limpiar los cauces. Por otra parte, la vegetación de ribera es buena, enriquece los ríos, pero hay que mantener los barrancos limpios y sin basura. Una cosa es la vegetación de ribera y otra, la basura. Hay que hacer limpiezas periódicas, establecer protocolos de revisión y pedir colaboración ciudadana. A veces somos descuidados y tiramos basura o desechos. Y los municipios deben implicarse también en estas tareas. Ahora bien, si hoy volviera a suceder lo mismo, el resultado sería parecido, porque no se ha hecho ninguna nueva obra de laminación o retención.

- Has hablado también de los planes urbanísticos. Se ha cuestionado mucho que se haya permitido constriir en zonas inundables. ¿Cómo lo solucionamos? Los edificios ya están construidos...

- Las soluciones son complicadas. Por una parte, hay que revisar todos los planes de ordenación urbanas de las zonas. Significa que si una vivienda o construcción está en una zona inundable, hay que hacerlo saber y cuando alguien vaya a vender una casa, los notarios deben anotar si está en una zona inundable. Además, esas viviendas deberían quedar fuera de ordenación: no se podrían reformar ni reconstruir si se derrumban. Eso nadie lo va a hacer porque el alcalde que haga eso, pierde las elecciones. Pero técnicamente es lo que habría que hacer. Y si no, al menos tomar medidas paliativas: prohibir garajes subterráneos, reubicar servicios eléctricos o hidráulicos, y en definitiva, adaptar las plantas bajas. También se podrían crear aparcamientos en altura o replantear los planeamientos urbanísticos en zonas que aún no se han urbanizado, permutando el suelo hacia otras áreas más seguras mientras esas zonas podrían destinarse a espacios deportivos o de ocio.

- Se refiere a reordenar los usos.

- Sí, reordenar los usos para evitar daños personales y materiales. ¿Cómo hemos llegado a esto? Porque veníamos de muchos años de sequía y nadie pensaba que podía pasar algo así. Pero desde el año 1300 ha habido inundaciones en esta zona, hay dibujos y fotografías que lo documentan. Pasa igual con la costa: en Valencia, cuando se excava un parking y se baja demasiado, es imposible, porque el mar ha ido avanzando y retirándose, y ahora reclama su espacio.

  • José Trigueros, durante la entrevista. Foto: Asociación de Caminos

- Reconstruir todo lo afectado no es sencillo. ¿Cree que llegamos a esta temporada de lluvias preparados a nivel de infraestructuras?

- Creo que la reconstrucción de las viviendas avanza para que la gente pueda volver a vivir allí y se recuperen los negocios. Se han tomado algunas medidas, aunque insuficientes, como recrecer muros o reforzar escolleras. El Ministerio tiene una publicación que se llama algo así como Protección de Viviendas en Zonas Inundables, que todos los municipios deberían tener. Allí se muestran modelos sobre cómo proteger los accesos y las puertas. Incluso con sistemas inflables. Son medidas que los ayuntamientos podrían tener almacenadas, igual que las máquinas quitanieves en zonas frías. Es cuestión de previsión: mejor tenerlo y no usarlo, que necesitarlo y no tenerlo. Ese documento debería ser el libro de cabecera de todos los municipios afectados por la Dana.

- En las últimas lluvias hubo municipios que ya colocaron vallas o muros flexibles.

- Sí, a eso me refiero. Hay que tomar medidas conocidas y tenerlas preparadas para paliar daños. Si cada tres años el agua te llega a un metro, hay que hacer algo para evitarlo. A veces no es fácil implementar estas medidas de forma inmediata, pero hay que hacerlo.

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