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VALÈNCIA. Tras nueve meses de la Dana, ya es bien conocido el caos que se vivió para atender los más de 4.000 incidentes y las casi 20.000 llamadas registradas por el 112, de las que la mitad quedaron sin respuesta. Pero las nuevas revelaciones de la Generalitat Valenciana ante los requerimientos de la jueza que instruye la causa judicial aportan nuevas perspectivas. La administración valenciana ha remitido a la magistrada los informes que fue redactando aquel día el supervisor de sala de atención de llamadas del 112, donde se evidencia las múltiples complicaciones que se vivieron.

El primero de los informes, sobre el turno de la mañana, ya advertía que este empezó "con carga muy alta heredada del turno de noche". Las lluvias intensas en la Ribera Alta centraban las incidencias y hasta las 10h de la mañana se estuvieron registrando 500 llamadas por hora avisando, por ejemplo, de vehículos bloqueados, rescates por lluvias, etcétera. El supervisor ya alerta de un "problema generalizado" en la atención de llamadas, pues los operadores no escuchan a los ciudadanos, sólo se escuchan a sí mismos. "Problema que afecta a la sala de manera importante ya que el desempeño de estas llamadas se alarga", recoge el supervisor.

A partir de las 11, las lluvias se concentran en la Hoya de Buñol y La Plana Utiel-Requena, desde donde empiezan a concentrarse los avisos, igual que en la Plana de Quart y "municipios colindantes a la A-3". "Son zonas en las que prácticamente no ha llovido y parece que los avisos pueden ser a consecuencia de las crecidas de barrancos, ramblas, etcétera", apunta el informe, según el cual al finalizar el turno de la mañana "la situación continúa evolucionando de forma negativa en la zona del Utiel-Requena".

Pero los mayores problemas se registran en el turno de la tarde, que empieza a las 15h con un tiempo de espera de unos 18 segundos, que van "en aumento hasta superarse" los 100 segundos a lo largo del turno, y con hasta 50 llamadas en espera "de forma permanente", con picos de hasta 100 llamadas en espera. El caos es, durante la tarde, muy evidente. "Las policías locales implicadas no pueden atender los servicios", recoge el supervisor, que añade que la Guardia Civil "no coge los casos". Hay, expone, una "concentración de llamadas muy potente por municipios" y "problemas de comunicación".

"El número de incidentes en los que, aparentemente, la vida o la integridad física de las personas está en peligro o los daños causados son importantes ha sido elevadísimo e imposible de un seguimiento apropiado", concluye el informe, en cuya cronología especifica varias veces que "la Guardia Civil no coge los casos ni atiende las llamadas" y que se intenta contactar con ellos "sin éxito".

El informe recoge que, aún tras el aviso de las 20.11h, el servicio del 112 de Madrid tiene "115 casos por pasar" y se modifica el operativo para priorizar aquellos casos que suponen un riesgo para la vida. "Avisos pendientes sin riesgo vital que llevan varias horas se quedan sin pasar", reconoce el supervisor, según el cual de habilita un teléfono para "llamadas vitales de otras comunidades" y un correo electrónico para no vitales". A las 21.45h, se produce un "fallo de comunicaciones de toda la sala, no se puede rellamar, no funcionan las llamadas salientes, tampoco se reciben en el teléfono proporcionado".

El supervisor refleja en el documento también que el secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, investigado en la causa judicial, pasó presencialmente a la sala varios incidentes con personas atrapadas o refugiadas de la inundación.

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