VALÈNCIA. Carlos Mazón anunció a primera hora de este lunes su dimisión como president de la Generalitat Valenciana en una comparecencia en la que, por primera vez desde la Dana del 29 de octubre de 2024, pidió "perdón" por sus "errores" en la gestión de la catástrofe. No obstante, más allá de la renuncia y de la autocrítica sobre las equivocaciones cometidas, el contenido de la alocución no distó en exceso de la línea marcada en los últimos meses por el jefe del Consell, que en sus comparecencias ha cargado con dureza contra el Gobierno de España por la ausencia de ayuda a fondo perdido; y a las agencias estatales por la "información errónea" y los "tremendos fallos" durante el temporal. 

El president apenas mencionó en cuatro ocasiones a las víctimas de la Dana durante los casi veinte minutos que duró el discurso. Cuatro menciones dedicó también al término "riada", en la línea mostrada en los últimos meses de evitar referencias en sus intervenciones a la palabra "Dana", que no llegó a pronunciar en ninguna ocasión. Con ello, el jefe del Consell cerró su etapa al frente de la Generalitat - la segunda más efímera en la historia del autogobierno - con un discurso en el que los reproches al Ejecutivo central tuvieron mayor peso que las referencias a las 229 víctimas que provocó la catástrofe.

Mazón abogó por "hacer un balance más personal" superado el primer aniversario tras el "tsunami inimaginable" que vivió la Comunitat Valenciana. "Un territorio equivalente a todas las Islas Baleares, destrozado completamente por el desbordamiento de un barranco mortal, por el récord histórico de lluvias en España y por una revolución meteorológica sin precedentes en nuestra historia", apuntó el jefe del Consell, que remarcó que la Comunitat no está acostumbrada "a la furia de la naturaleza que vivimos el 29 de octubre". 

"Es momento de reconocer los errores propios"

Mazón optó por "reconocer los errores propios" más de 12 meses después de la Dana que marcó "el peor día de nuestra historia". A pesar de la autocrítica, el jefe del Consell trató de repartir responsabilidades en la mayoría de los puntos anunciados, con especial énfasis en la 'desatención' del Ejecutivo central: "La realidad es que los días posteriores descubrimos que nos quisieron dejar solos por estrategia política", apuntó durante su explicación sobre por qué el Consell no solicitó al Gobierno la declaración de la Emergencia Nacional. 

"No pedimos la declaración de emergencia nacional porque, según el propio gobierno, no iba a traer más efectivos ni iba a hacer que llegaran antes", defendió Mazón antes de 'colar' entre los errores la "ingenuidad manifiesta de creer que por recibir de forma amable al Gobierno los primeros días la ayuda se iba a acelerar". De esta manera, el president trató de exhibir una imagen de autocrítica reconociendo sus "errores" al tiempo que apuntó hacia la falta de información durante la jornada de la tragedia: "No sabíamos que el barranco del Poyo se desbordaba. No supimos que había fallecidos hasta la madrugada del 30. Ni que la tragedia pudiera tener esa magnitud desde la misma mañana del día 30", defendió. 

"Debí cancelar mi agenda y desplazarme hacia Utiel"

Por encima de las 'equivocaciones' citadas anteriormente, Mazón puso de relieve el hecho de haber mantenido su agenda institucional durante la jornada de las inundaciones: "A mediodía el temporal se centraba en Utiel y debí haber tenido la visión política de cancelar mi agenda y desplazarme hacia allí", reconoció el president, no sin antes remarcar que los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) certificaban a esa hora "que el barranco del Poyo estaba seco y que el Júcar podía absorber el agua de un Magro en tendencia descendente con el temporal yéndose a Cuenca a las seis, según la Aemet". "Sin una gota de agua en Paiporta o Catarroja era inimaginable que unas pocas horas después el Poyo pasara de estar seco a ser una trampa mortal", insistió el president. 

No obstante, el hecho de mantener sin cambios su agenda prevista para la citada jornada le llevó a "otro error: permitir que se instalara en el imaginario social la idea de un presidente ajeno a la emergencia durante aquella fatídica tarde". Tampoco hubo tregua con las agencias estatales en este punto, pues abogó por insistir en que "nunca" supieron la "información clave" respecto al desbordamiento mortal del Barranco del Poyo. "Sé que cometí errores, los reconozco y voy a vivir con ellos toda mi vida", pronunció Mazón, que aseguró que ninguno de ellos "fue por cálculo político o por mala fe".  

Intento de "tapar los tremendos fallos" de las agencias del Gobierno

"Más allá de estos errores que reconozco sin ambages", prosiguió, "también es cierto que ha habido una campaña brutal en la que algunos han intentado convertir en deporte nacional el llamarme asesino", consideró Mazón, que repasó algunas de las especulaciones que se han realizado en los últimos meses en torno a su paradero durante la tarde del 29 de octubre. En este punto cabe recordar que pasado más de un año desde la Dana todavía existen varias incógnitas sobre dónde se encontraba Mazón en algunas franjas del día de la Dana ante la negativa del jefe del Consell de aclarar este extremo. 

En cualquier caso, a juicio del president todas estas elucubraciones se han realizado con el objetivo de "tener una excusa para tapar los tremendos fallos que tuvieron aquella tarde las agencias del Gobierno y para, de nuevo, ofrecer la peor cara de un ADN ya conocido en la izquierda: aprovechar la muerte y la tragedia para hacer política". 

"Mientras unos utilizan la desgracia como excusa, yo no voy a poner ninguna. La realidad es que hoy soy foco de crítica, ruido, odio y crispación. Quizá sea ese el gran escollo que quede por superar; un escollo que se produce en paralelo al renacer que está viviendo Valencia, con una recuperación que en todo lo que tiene que ver con la Generalitat, avanza a paso firme a pesar del dolor y los numerosos obstáculos", añadió Mazón, en lo que fue un claro órdago al Ejecutivo que preside Pedro Sánchez.

"Distinguir entre un hombre que se ha equivocado y una mala persona"

El president reconoció que su vida, también la política, "cambió el 29 de octubre para siempre". En esta línea, aseguró no haber sido "ajeno al estado de ánimo de la opinión pública", pero sí haber "batallado" para "conocer la realidad de muchas cosas que sucedieron en la gestión de la emergencia". Ante ello, volvió a esgrimir el mantra que, en estos meses, ha sido el eje de su defensa para eximir o amortiguar la responsabilidad del Consell: "Hace meses parecía imposible que alguien creyera muchos de los argumentos que hemos defendido desde el principio: que la Confederación Hidrográfica del Júcar no avisó del desbordamiento del barranco; que la Aemet dijo que a las seis el temporal se iba a Cuenca; que nadie había previsto la magnitud de las lluvias; que los medidores no funcionaban, o que las obras habrían evitado la tragedia. A día de hoy todo esto se ha podido demostrar".

En cualquier caso, Mazón explicó que "por voluntad personal" hubiera dimitido "hace tiempo": "Ha habido momentos insoportables para mí, pero sobre todo para mi familia". "La información de la que no dispusimos, las ayudas que no llegaron y, sobre todo, que podría ayudar a levantar esta tierra después de la devastación. Pero ya no puedo más", lamentó el jefe del Consell antes de acusar al Gobierno de España de usar "las víctimas como ariete" y de "negar las herramientas en la reconstrucción". "Espero que, cuando baje un poco el ruido, la sociedad pueda distinguir entre un hombre que se ha equivocado y una mala persona", apostilló el president, en una clara crítica al Gobierno de España. 

Recuerdo a las 229 víctimas de la Dana

Por otro lado, el jefe del Consell aludió a los daños emocionales: "El primero y más importante, las 229 personas que perdieron su vida". "El dolor es inimaginable no solo para las familias, sino también para todo el pueblo valenciano y español que aquellos días se volcó en sacar lo mejor de sí mismo para ayudar en un escenario apocalíptico", expresó Mazón. 

Tras ello, el president defendió la tarea llevada a cabo por el vicepresidente para la Recuperación, Francisco José Gan Pampols, con el diseño de un plan "que permitiera que lo que sucedió el año pasado no vuelva a ocurrir". También se refirió al Consell en su conjunto: "Se ha volcado en reconstruir valencia. Cada uno de ellos en el ámbito de sus competencias, y lo han hecho de una manera ejemplar", pronunció en alusión a los consellers.

En otro punto de su discurso también se refirió al "trabajo ingente e inimaginable" llevado a cabo por el Gobierno valenciano "prácticamente solo". "Seguro que hubo cosas que debieron funcionar mejor, pero jamás escatimamos en recursos, en esfuerzo y en trabajo incansable ante una devastación inimaginable", defendió la labor del Ejecutivo que lleva presidiendo durante más de dos años. 

En contraposición a la tarea emprendida por su Consell, recriminó al Gobierno de España que se "niega a ejecutar" las obras del Barranco del Poyo, de la misma manera que "se negó a hacerlas incluso cuando ya estaban presupuestadas".

Una reconstrucción "en tiempo récord" pese al "abandono" del Gobierno

Mazón, en otro punto de su intervención, dedicó espacio a defender las labores de reconstrucción llevadas a cabo por el Consell desde la Dana: "Hemos hecho absolutamente todo lo humanamente posible para la recuperación de las condiciones básicas de normalidad. Jamás un gobierno autonómico ha abortado un reto remotamente parecido", expresó. En esta línea, el jefe del Consell defendió que la mayoría de daños provocados por la riada se han resuelto "en tiempo récord": "Cuando empezamos a reconstruir la provincia calculamos que íbamos a tardar más de tres años en reparar lo que hemos conseguido hacer en meses", aseguró. 

Unas labores que, remarcó el president, la Generalitat está llevando a cabo en solitario "sin ninguna sola aportación a fondo perdido del Gobierno" y con la, a su juicio, "mera, insultante e increíble, única autorización para endeudarnos aún más". "La falta de ayuda en las dramáticas primeras horas fue clamorosa y sigue siendo hoy igual de clamorosa. Queríamos ayuda, la pedimos y jamás la recibimos", criticó con dureza en una clara alusión al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, al que también reprochó el bloqueo del FLA Extraordinario.