VALÈNCIA. El nuevo y flamante presidente de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, una vez prometido su cargo, tendrá este miércoles que anunciar la composición del Gobierno valenciano.
Un Consell que se convertirá en el quinto de esta legislatura después del gobierno inicial presentado en julio de 2023 por Carlos Mazón en acuerdo con Vox; el diseñado tras la salida del partido de Abascal del ejecutivo en julio de 2024; el surgido de la remodelación impulsada por el presidente a raíz de la Dana y, por último, tras el cambio realizado por la marcha del vicepesidente segundo, Francisco José Gan Pampols, a principios de noviembre. Una reforma que, cabe recordar, iba a ser mucho más amplia pero que se abortó por el anuncio de dimisión del propio Mazón como presidente de la Generalitat.
Con estos antecedentes resulta evidente que el nuevo responsable autonómico, Pérez Llorca, debe afinar el tiro a la hora de la designación que proclamará este miércoles. Principalmente por dos motivos: no dispone de tiempo material para cometer errores y necesita elevar cuanto antes su visibilidad y crédito.
En este sentido, cabe recordar que la dirección nacional del PP encabezada por Alberto Núñez Feijóo, tras días ciertos días de tensión e incertidumbre, aprobó que Pérez Llorca fuera el candidato a suceder a Mazón, no sin antes dejar claro que su favorita era la alcaldesa de València, María José Catalá.
Así pues, en el tiempo que resta de legislatura -apenas un año y medio como máximo-, el nuevo presidente debe demostrar su capacidad y solvencia para convencer a Génova de que debe ser el candidato y, así, tener opciones de seguir al frente del Palau. Es por ello que los nombramientos de este miércoles son especialmente importantes: los elegidos serán el equipo en el que confíe Pérez Llorca para convertirse, en 18 meses, en un líder confiable para el pueblo valenciano.
Es por ello que, en los últimos días, ha crecido en el PP la tesis de que el nuevo presidente debe alejarse de su predecesor, Mazón, y marcar perfil propio. En esta línea, todo apunta a que, tal y como ha informado este diario, Pérez Llorca renovará el núcleo duro de Presidencia además de cambios competenciales que derivarán en un incremento de consellerias; con nuevos nombramientos y alguna salida.

- Pérez Llorca junto a Rovira y Marciano Gómez. Foto: EDUARDO MANZANA
En las líneas generales, todas las fuentes consultadas apuntan a un aumento a 12 o 13 consellerias. Así, distintos dirigentes apuntan a que una de las ideas es desgajar de Servicios Sociales el área de Vivienda para hacer una conselleria centrada en esta cuestión, para la que suena el secretario autonómico Sebastián Fernández. Algo que tendría lógica al hilo de la importancia que Pérez Llorca le dio a este problema en su discurso pronunciado este miércoles en su toma de posesión. Por otro lado, dirigentes del PP creen que también podría impulsar Turismo con una conselleria propia, algo que ocurrió en el pasado con Francisco Camps y con Alberto Fabra, ya fuera en solitario o unida a otras competencias como Cultura y Deporte.
Por otro lado, suena con fuerza la posibilidad de que Pérez Llorca apueste por una Conselleria de Presidencia de la que dependa la portavocía del Gobierno valenciano, una fórmula que ya se empleó en el Ejecutivo presidido por Alberto Fabra entre 2011 y 2015 y cuyas funciones desempeñó José Císcar, exalcalde de Teulada. Curiosamente, fuentes populares apuntan a que algunas próximas designaciones de Pérez Llorca podrían tener precisamente aroma 'ciscarista'. En cualquier caso, la mayoría de dirigentes consultados opina que la vicepresidenta, Susana Camarero, no continuará como portavoz tras el desgaste asumido con la Dana en esa tarea y también porque el nuevo presidente quiere dar nuevos aires a la comunicación del Ejecutivo.
Por lo demás, está por ver qué ocurre en otras áreas delicadas, como es Hacienda con Ruth Merino, cuya continuidad ya no estaba asegurada en la etapa de Mazón. Además, tal y como informó este diario, existen altas dudas de la continuidad de José Antonio Rovira, muy próximo a Mazón, al frente de Educación: algunas fuentes han señalado a la directora general de Innovación e Inclusión Educativa, Xaro Escrig, como posible relevo. Además, algunas fuentes apuestan por la modificación de la Conselleria de Justicia, a la que podría añadirse una área de Señas de Identidad en la cartera para contentar a Vox, mientras que, por otro lado, se da por hecha la continuidad de Vicente Martínez Mus (Infraestructuras), Marciano Gómez (Sanidad) y Marian Cano (Industria).