VALÈNCIA. Después del liderazgo, la Secretaría de Organización del PSOE es el cargo más importante de la formación socialista. Aunque el organigrama señala que es el puesto 'número 3' del partido, de todos es sabido que el control y poder interno que ostenta es superior al de un vicesecretario general (número dos), puesto que este tiene un carácter más público y político pero menos orgánico.

Un responsable de Organización controla todos los movimientos del partido y tiene la capacidad de modificar listas, ordenar gestoras, decidir sobre conflictos... Un poder que resulta especialmente fuerte si el secretario general, como es el caso del PSOE con Pedro Sánchez, es presidente del Gobierno, lo que suele traducirse en cierto distanciamiento respecto a las cuestiones puramente internas o, al menos, sobre los detalles de las mismas.

Es lógico, por tanto, que muchos dirigentes de las distintas federaciones autonómicas del partido, traten sintonizar con el secretario de Organización de turno, a sabiendas de la importancia de tenerlo de cara cuando llegan citas orgánicas delicadas o hay que decidir sobre las candidaturas electorales, dado que la dirección nacional situada en la madrileña calle de Ferraz, tiene la última palabra en buena parte de estos procesos.

Prueba de ello es el poder que adquirió el valenciano José Luis Ábalos cuando precedió en el cargo de Organización a Cerdán entre 2017 y 2021. El ahora exministro, investigado en el 'caso Koldo', vio cómo tras su apoyo a Sánchez en las primarias frente a Susana Díaz y Patxi López le otorgó este privilegiado puesto en la ejecutiva y, con ello, un aumento notable de seguidores en el PSPV. Una fuerza con la que animó una candidatura alternativa al entonces líder del partido en la Comunitat Valenciana y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que venció en las primarias al alcalde de Burjassot, Rafa García, por 57% a 42% votos.

La lucha por acercarse al secretario de Organización también se percibió entre los sectores del socialismo valenciano con Santos Cerdán, que accedió al cargo en 2021 tras la salida de Ábalos, del que Sánchez prescindió en todos los ámbitos de forma fulminante. Inicialmente, la dirección del PSPV liderado por Ximo Puig mantuvo una aparente buena sintonía con Cerdán, mediante su homólogo de Organización en el ámbito autonómico, el ahora portavoz en Les Corts, José Muñoz. No obstante, ya en ese momento, distintas fuentes socialistas subrayaban que la verdadera afinidad con Cerdán la ostentaba el secretario provincial de Alicante y diputado nacional, Alejandro Soler. Por su parte, el líder de la provincial de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, también buscaba aproximarse a Cerdán, si bien no existía en ese caso una especial sintonía.

El cambio en las listas a las generales de 2023, punto de inflexión

Todo cambia con la debacle electoral de mayo de 2023. La derrota en las autonómicas del PSPV conlleva el adiós a todas las grandes instituciones para los socialistas valencianos y la pérdida de influencia de Ximo Puig. Esto se evidencia de la manera más cruda en la confección de listas para los comicios generales convocados por Sánchez apenas unas horas después del mal resultado electoral en el ámbito regional y municipal.

La buena relación que desde el entorno de Puig se creía tener con Cerdán desaparece apenas unos días después con la modificación de la propuesta de candidaturas al Congreso hecha por el líder del PSPV en favor de las peticiones de Alejandro Soler y de Bielsa, que en este momento recibe la ayuda del líder provincial de Alicante, que hace gala de su influencia para dejar en evidencia a Puig y poner de manifiesto que, con su derrota electoral, ha perdido también sus galones de referente de los socialistas valencianos en Madrid.

La salida de Puig y la 'pinza' frente a Morant

En los siguientes meses, los afines a Puig empiezan a constatar que, desde el área de Organización dirigida por Cerdán, se refuerzan las simpatías con Soler y empiezan a crecer respecto a Bielsa, algo de lo que presumen ambos dirigentes. El 16 de diciembre, se celebra el Comité Nacional del PSPV en València con Cerdán como invitado estrella: no obstante, la jornada se clausura con la cena de Navidad del partido en Elche, feudo de Alejandro Soler, y también con la presencia del responsable de Organización del partido, lo que pone de manifiesto la influencia del líder provincial del PSPV.

Pero esa cena, celebrada en el restaurante ilicitana El Huerto del Cura, viene precedida de un encuentro ya en el propio recinto donde se reúnen Cerdán, Soler y Bielsa. Puig ha anunciado oficialmente su retirada y la convocatoria de un congreso extraordinario: su intención se dirige a impulsar a la ministra Diana Morant como sucesora en sintonía con el deseo de Pedro Sánchez. No obstante, Cerdán garantiza no intervenir y da vía libre para que Soler y Bielsa se alíen o, en su defecto, que se presenten, algo que reitera en su intervención pública, cuando asegura que al nuevo líder del PSPV lo elegirán los militantes. Algunas fuentes socialistas seguran que en ese encuentro previo empieza a cimentarse la idea de una alianza Soler-Bielsa para apoyarse mutuamente si uno de los dos cae en la primera vuelta de las primarias, algo que sucedería más tarde. El objetivo, en cualquier caso, parece dirigirse a elevar la presión sobre Morant para evitar que llegue a presentarse.

Sin embargo, semanas después, y tras la celebración de Fitur, donde según diversas fuentes también se producen encuentros en esta línea entre Soler, Bielsa e incluso con la participación de Ábalos, se produce una reunión en Mislata entre Morant y Bielsa. Este último, según fuentes próximas a la ahora líder del PSPV, le asegura que tiene un acuerdo con Soler para darse apoyo mutuo si uno de los dos aspirantes cae en primarias. Morant sale del encuentro convencida de presentarse, pero tanto Soler como Bielsa se adelantan  por unas horas y anuncian su precandidatura a liderar el partido.

La ministra da el paso poco después con un acto multitudinario en Gandia con 600 personas que cuenta con una buena parte de los referentes del partido de la provincia de Valencia y de Castellón, pero también con dirigentes de Alicante como el histórico Ángel Franco, lo que convence a Soler de que las primarias pueden resultar un mal negocio. Fuentes socialistas aseguran que se produce una reunión entre el dirigente alicantino y el exalcalde de Gandia José Manuel Orengo, muy cercano a Morant, tras la que Soler decide transmitir a Cerdán su voluntad para una retirada negociada del proceso. 

El dirigente ilicitano se reúne en Ferraz con el secretario de Organización. Más tarde son llamados Bielsa y Morant. En una larga y tensa reunión, que debió suspenderse unas horas para acudir a votaciones en el Congreso, ambos dirigentes, con el apoyo de Cerdán, pretenden incluir el área de Organización en el reparto, algo a lo que se niega en redondo Morant, que llega a reiterar en varias ocasiones su voluntad de ir a votación de la militancia. Finalmente, se acuerda una integración en la que se deja fuera ese importante cargo y, pocos días después, los tres dirigentes se hacen la foto de la paz en Torrent.

Meses después del cónclave del PSPV, tuvo lugar el congreso federal en Sevilla. En esta cita volvió a quedar probada la sintonía entre Cerdán y Soler, dado que este último fue designado secretario de Política Municipal en la ejecutiva socialista por influencia del secretario de Organización. Cabe recordar que Morant dejó su cargo en la dirección del partido semanas antes para poder encabezar la delegación de la provincia de Valencia al cónclave, una maniobra ante la que Cerdán mostró su oposición, dado que prefería que fuera Bielsa quien liderara la misma.

El último momento de discrepancia entre el entorno de Morant y Cerdán se produjo en las primarias de la provincia de Valencia, donde Bielsa se impuso al alcalde de Riba-roja, Robert Raga, por 21 votos de diferencia. La tensión apareció con la presentación de algunos recursos -uno incluía un audio con un posible pucherazo en Sedaví que parecía favorecer a Bielsa-, que obligarían a Ferraz a intervenir. Según fuentes socialistas, Cerdán advirtió que rechazaría una repetición de votaciones en las mesas comprometidas por lo que, finalmente, la candidatura de Raga -apoyada por los afines a Morant-, decidió la retirada de los recursos para que Bielsa se proclamara oficialmente ganador.

Este recorrido del mandato de Cerdán al frente de Organización del PSOE describe cuál ha sido la relación entre Ferraz y el PSPV en los últimos cuatro años. Una primera etapa, cuando Ximo Puig era presidente de la Generalitat, de relación sosegada y, una segunda, con mayores intrigas y sobresaltos, tras la caída del poder institucional.

En este tiempo, se puede apreciar que el ilicitano Alejandro Soler ha sido el dirigente con mayor ascendencia orgánica con Cerdán, quien también mantenía una buena relación con Ábalos en este plano. Una sintonía que benefició en momentos determinados a Bielsa, quien por ejemplo contó con el apoyo cerrado de buena parte del 'abalismo' en el proceso provincial de Valencia; un sector se había preparado para apoyar a Soler en unas hipotéticas primarias autonómicas a cara de perro en el PSPV que no se produjeron. De la alianza orgánica entre Soler y el 'abalismo', derivó el apoyo de este último grupo a Bielsa en el duelo provincial frente a Raga.