VALENCIA. El Ayuntamiento de Valencia activó este jueves la cuenta atrás para el fin de la libertad horaria en la ciudad. El 1 de enero de 2016 pretende tener listo un nuevo mapa comercial en el que la apertura de las grandes superficies en domingo sólo esté permitida en una sola Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) y no en cinco, como sucede en la actualidad. La medida no dejó indiferente a nadie. Pese a que cuenta con el apoyo -en principio- del pequeño comercio, las principales asociaciones del sector llamaron a la prudencia y alertaron de que una decisión precipitada podría enquistar el problema.
Los planes del consistorio, según anunció el concejal de Comercio de Valencia, Carlos Galiana, pasan por "tomar el edificio de la Lonja, que es patrimonio de la humanidad, como epicentro del kilómetro que marca la conselleria y, a partir de ahí, trabajar". Tal circunstancia supondría -según el proyecto inicial planteado por el consistorio a las patronales de comercio- que quedaran fuera del área liberalizada la práctica totalidad de las grandes superficies y comercios que ahora están habilitados por el Consell para abrir en domingo, excepto los de la calle Colón, donde El Corte Inglés tiene tres centros, ya que tanto esta arteria comercial como el principio de la calle Xàtiva entran por poco en el perímetro de un kilómetro del que habla Galiana.
"UNA MEDIDA PRECIPITADA PODRÍA MOTIVAR UN RECURSO POR PARTE DE LAS GRANDES SUPERFICIES", AFIRMA COSME
En la misma línea se manifiesta la secretaria general de la Confederación de Comerciantes y Autónomos de la Comunitat (Covaco). "Nosotros vamos en la misma línea que el Ayuntamiento, y entiendo que si toman de pronto esta medida es porque lo tiene claro. Pero desde el punto de vista jurídico es un asunto difícil y el cambio debería hacerse con el acuerdo de las grandes superficies", sostiene la secretaria general, Amparo Barroso.
La medida, que no ha sido consensuada en el Observatorio de Comercio de la Comunitat -organismo en el que tradicionalmente se pactan los acuerdos sobre la materia- ha despertado serias dudas por el estrecho margen que ofrece el calendario. "Estamos a favor, y enero es un buen momento para acometer el cambio, pero nos gustaría que nos explicaran cómo lo van a hacer. Una medida precipitada podría motivar un recurso administrativo por parte de las grandes superficies y que el asunto se atasque tres años en los tribunales", advierte al respecto Isabel Cosme, presidenta de la Confederación Empresarial del Comercio Valenciano (Cecoval).