VALÈNCIA. El contexto actual, repleto de conflictos bélicos que remarcan la necesidad de soberanía energética, ha acelerado la necesidad de independencia de fuentes externas y ha provocado que las energías renovables se presenten como la solución óptima. Como resultado, los consistorios de muchos municipios rurales acumulan en sus despachos numerosas solicitudes de implantación de instalaciones solares.
Sin embargo, según la legislación, las plantas de más de 50 MW ya no dependen de la administración municipal y deben pasar por la evaluación ambiental por parte del Ministerio de Transición Ecológica. Es lo que ha ocurrido con la planta solar impulsada por Renantis en cuatro municipios de la Ribera Alta: Tous, Gudassuar, l'Alcúdia y Alzira. De haberse llevado a cabo, estos términos municipales contarían con una infraestructura solar de 90,46 MW de potencia, junto con su infraestructura de evacuación, bajo el nombre de "Campos del Turia".
Negativa al impacto ambiental
La solicitud de autorización para la instalación fue presentada por Falck Renewables Power 2. Tras su admisión a trámite, se llevó a cabo la correspondiente evaluación ambiental. Sin embargo, el proyecto fue inadmitido debido a razones medioambientales señaladas por el órgano competente en materia de montes de la Generalitat Valenciana.
Posteriormente, se notificó al promotor un primer trámite de audiencia sobre la propuesta de resolución desestimatoria, seguido de un segundo trámite de audiencia en marzo de 2024. En este último, el promotor solicitó una nueva propuesta de resolución, proponiendo modificaciones en el estudio de impacto ambiental e impugnando la resolución previa de inadmisión. No obstante, la Dirección General de Política Energética y Minas ha denegado de nuevo esta solicitud.