CASTELLÓ. Tras cinco jornadas de lucha contra el fuego, el esfuerzo titánico en el incendio de Bejís comienza a dar resultado. Este viernes el trabajo de los 500 efectivos que cada día intentan sofocar las llamas de un monstruo que ya ha consumido 20.000 hectáreas de terreno por fin dio sus frutos.
Tras la reunión en el puesto de mando avanzado, el president de la Generalitat, Ximo Puig, confirmó a última hora de la tarde que la evolución es "favorable". Esto significa que ya no hay llama en la mayor parte del perímetro, como ha informado a primera hora de este sábado Emergencias, pero el incendio todavía no está controlado, ni siquiera estabilizado. La preocupación de los servicios de emergencias se centra en tres "puntos calientes", localizados en El Toro (un frente que se reavivó durante el día de ayer, en la vertiente oeste) y Andilla.
Para tratar de evitar rebrotes, tal y como sucedió durante la jornada del jueves, después de la lluvia que logró apagar el fuego durante la noche, los trabajos en la madrugada de este sábado se han centrado en estos puntos calientes. Se trataba de aprovechar la prácticamente ausencia de viento y las bajas temperaturas antes de que vuelvan a subir durante el día, lo que puede suponer un nuevo foco de problemas.
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Por primera vez en la semana, este viernes la meteorología dejó trabajar al personal de emergencias, destacó Puig. Con ello, la labor de los 500 efectivos de los servicios de extinción de incendios se vio recompensada. Además del grueso de estos, conformado por los bomberos forestales de la Generalitat y los del Consorcio Provincial de Castellón, en las tareas de extinción participan miembros de los parques municipales de Castelló y València y de la Diputación valenciana.