VALÈNCIA. La semana pasada los dos concejales de Ciudadanos en Rocafort, Guillermo José y Rosario Marco, abandonaban el gobierno del municipio tras una legislatura llena de desavenencias y controversias con sus principales socios, el Partido Popular. Después de tres años, el tripartito que formaban los de Ciudadanos (Cs), el Partido Popular (PP) y Vox ha dejado de remar en una única dirección, ya que los dos representantes del Ejecutivo municipal han pasado a formar parte de la oposición tras su renuncia.
Según ha alegado la formación liberal, el actual alcalde de la localidad, Agustín Aliaga, redactó un documento para retirarles la mitad de sus competencias a los naranjas que, aunque no llegó a firmar, sirvió para que ambos ediles le pidieran explicaciones al respecto en el último pleno. Tras considerar "inverosímiles" los argumentarios del primer edil, los dos representantes de Cs en Rocafort anunciaban su decisión al señalar la "imposibilidad de seguir trabajando" con el que hasta ahora había sido su socio principal en el equipo de gobierno ante su "desconfianza y falta de transparencia".
Guillermo José, que fue alcalde del municipio de l'Horta Nord durante los dos primeros años de la actual legislatura gracias al pacto entre los tres partidos, charla con Valencia Plaza sobre las causas de su renuncia al equipo de gobierno, hace balance sobre el acuerdo que firmaron en 2019 y reflexiona sobre el fututo próximo de la formación liberal, que actualmente se encuentra "en un estado de incertidumbre", según define el concejal, ante los resultados de las elecciones en Castilla y León.
- ¿Qué ha provocado que se llegue a la situación de hace unas semanas para abandonar la coalición en Rocafort?
- Ha sido por un cúmulo de muchas cosas, pero la gota que colmó el vaso fue cuando Agustín Aliaga preparó un documento con nocturnidad y alevosía en el que nos quitaba las competencias tanto a mi compañera Rosario Marco como a mí en el que nos acusaba de pérdida de desconfianza y deslealtad, lo cual es un poco fuerte que lo diga una persona como él. Siempre lo he defendido, no solo hemos tenido lealtad con el pacto, sino con los vecinos y vecinas del pueblo, porque nosotros no miramos siglas ni DNIs, sino el beneficio del municipio. Aliaga desde que ha entrado en la alcaldía no nos ha comunicado nada, nos hemos enterado de todo a través de comunicados de prensa o redes sociales. Si nosotros somos socios de gobierno, entendemos que nos tiene que consultar antes de llevar a cabo actuaciones.
- ¿Y por qué cree que desde el PP les acusan de "deslealtad"?
Porque el actual alcalde está acostumbrado a hacer lo que le da la gana, porque viene de la vieja política, pero parece mentira que para llevar tanto tiempo tenga un desconocimiento tan amplio de cómo funciona la administración pública. Él se piensa que funciona como cuando era concejal hace veinte años y no es así. Que nos tuviera de socios de gobierno no implicaba que dijéramos a todo que sí, entonces cuando Aliaga ha intentado hacer cosas que van en contra de lo que pensamos, como la gestión de los protocolos covid-19, se lo hemos dicho y eso no le ha gustado.
Ellos dicen que "siempre acabamos discutiendo", pero si no nos comentan nada de lo que tienen previsto y luego lo quieren llevar a cabo, no han contado con nosotros. Ha sido el caso del cóctel de navidad con los trabajadores del ayuntamiento, que lo ha hecho sin informes técnicos y por eso no hemos asistido. Insisto, él no está acostumbrado a que le digan las cosas y se le ha tenido que llamar la atención en varias ocasiones porque no sabe guardar las formas como alcalde.
- ¿Con quién han consensuado esta decisión? ¿Qué papel han tenido los afiliados y las afiliadas en este sentido?
- Fueron los primeros en saberlo. Cuando lo supimos nos reunimos con ellos porque siempre nos han apoyado. Al explicarles la situación se quedaron sorprendidos, pero tanto mi compañera como yo ya habíamos avisado antes de darle la alcaldía al PP de que esto iba a pasar porque lo veíamos en sus actitudes. Rocafort es un pueblo pequeño y si vas diciendo cosas negativas sobre tus socios, al final te enteras. Le dimos la alcaldía porque teníamos un pacto, pero sus decisiones más recientes van a traer problemas, ya que la gente del municipio no entiende que si hay un equipo de gobierno formado por siete concejales, dos no estén enterados de sus actuaciones.
- ¿Y el partido? ¿Cómo se ha tomado esta decisión de abandonar el gobierno?
- Tras hablarlo los afiliados nos reunimos con el equipo autonómico de Ciudadanos y al comentarles la coyuntura nos apoyaron, sobre todo por no acarrear con las consecuencias de las actuaciones del actual alcalde.
- ¿Considera que el hecho de que usted como alcalde destituyera a la concejala Susana Martínez (PP) de sus competencias de Urbanismo sentó un precedente?
- Sí, claro. Desde que mi compañera Rosario Marco ha llevado la concejalía, el área ha mejorado muchísimo. Yo destituí a la concejala Susana Martínez tras tres meses de reuniones y avisos. En primer lugar hablé con el PP y con Vox para decirles que no creía, y sigo pensando lo mismo ahora, que ella estuviera capacitada para llevar el departamento de Urbanismo por una serie de irregularidades que afectaban a todo el gobierno.
Por eso propuse al PP que fueran ellos quienes otorgaran la concejalía a otra persona y que a Martínez le dejaran otras competencias, pero después de tres meses me dijeron que ellos no harían nada y que hiciera lo que considerase, de modo que tomé la determinación de quitarla de ahí. Pero yo no fui como ellos que han presentado un documento sin avisar a nadie. En el caso de esta concejala, el Partido Popular, como siempre, no hizo absolutamente nada al respecto, solo les gusta figurar y no trabajar, porque ninguno de sus compañeros quiso coger Urbanismo, así que decidí que Ciudadanos se encargara del área, y volvería a tomarla porque fue un acierto.