VALÈNCIA. El pacto entre PP, Ciudadanos y Vox en Rocafort sigue generando tensiones inesperadas. Así, el Partido Popular ha denunciado que el alcalde de Ciudadanos, Guillermo José, aprovechó sus últimos momentos en el cargo para emitir una resolución en la que despojaba a todos los concejales de sus competencias. Además, también promovió un cambio en el orden de las tenencias de alcaldía: nombró como primera teniente de alcalde a la también naranja Rosario Marco, relegando a la segunda al popular Agustín Aliaga.
Una situación que ha explotado en el momento más tenso de la legislatura, cuando se debería proceder al cambio de alcaldía establecido por el pacto de gobierno. Este pacto contemplaba una alcaldía compartida con los dos primeros años para Ciudadanos y los dos últimos para el PP, con Agustín Aliaga al frente. Guillermo José ya ha cumplido con su mandato de renunciar al puesto, pero hasta el próximo 27 de agosto no es el pleno para elegir al nuevo primer edil.
Así, Rocafort se ha quedado oficialmente sin alcalde hasta ese día y su posición debe ocuparla en funciones la primera teniente de alcalde, que tras el cambio de sillas es su compañera de partido Rosario Marco y no Aliaga, quien había ocupado ese cargo durante toda la legislatura. De esta manera Ciudadanos se ha asegurado de facto la presidencia del Ayuntamiento durante, al menos, dos semanas más, a la espera de lo que pueda suceder en el pleno de investidura.
Un movimiento que ha causado malestar entre los populares: "No hemos recibido ninguna llamada ni explicación por parte de ellos para comunicarlo", lamentan. Ciudadanos no ha explicado el por qué del cambio en las tenencias de alcaldía, pero sí que ha dado razones de por qué retiró momentáneamente sus competencias a todos los ediles. Unas competencias que, igualmente, devolvió este mismo lunes.
Según relatan, la decisión, que también afectó al edil de Vox, se tomó porque el Partido Popular planeaba hacer una retención de crédito para financiar unos trabajos de sonido en el sector del espectáculo "que ya realiza una persona contratada por el consistorio", lo cual no consideraban adecuado "y así ha sido señalado por el secretario municipal", apuntan.
De este modo, y para impedir que los populares pudieran llevar adelante la acción, optaron por despojarlos de sus funciones. Sin embargo, desde el Partido Popular dicen "no saber nada" de esta retención de crédito y además matizan que ni el concejal de Cultura ni el de Fiestas tienen competencias para ello.
Un nuevo choque entre los dos socios mayoritarios que vuelve a poner en jaque el pacto de gobierno. Y es que, hace unos meses Ciudadanos y el Partido Popular ya protagonizaron una serie de desavenencias porque el alcalde de Ciudadanos decidió retirar unilateralmente la competencia de Urbanismo a la concejala del PP que la ostentaba, Susana Martínez.
Desde el Partido Socialista ya han anunciado que tienen intención de presentar a su propio candidato en el pleno de investidura del próximo 27 de agosto, ya que son la lista más votada con cinco concejales. El pleno de Rocafort lo componen los 5 ediles socialistas, 4 del Partido Popular, 2 de Ciudadanos, uno de Vox y uno de Podemos.
Así, para que Agustín Aliaga pueda salir investido alcalde, necesita indudablemente los siete votos a favor de los concejales que componen el actual pacto de gobierno: PP, Ciudadanos y Vox. En caso de que alguno de ellos vote en contra o se abstenga, quedarían en minoría por lo que pasaría a gobernar el partido que más votos obtuvo durante las pasadas elecciones, que en este caso es el PSOE.