VALÈNCIA. La firma de porcelanas Lladró cerró 2021, y por segundo año consecutivo, con una significativa reducción de sus pérdidas. Así, consiguió recortar un 93% sus 'números rojos' al pasar de perder 7,5 millones de euros en 2020 a 505.000 euros el pasado ejercicio. Hace dos años, su resultado era negativo por valor de 9,2 millones, por lo que poco a poco la compañía se va acercando a los beneficios, según consta en sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.
Unos resultados que, según explica en su memoria de gestión, se atribuyen al impulso de mercados clave como Asia y Norteamérica, así como a la diversificación de productos como "palanca de innovación y creación de valor".
De hecho, el grupo empresarial, en manos del fondo PHI Industrial desde 2017 y formado por las empresas Porcelanas Lladró SA (Porsa), Lladró SA, Daisa y Arte y Porcelanas, incrementó el pasado año su cifra de negocio un 24% hasta rozar los 40 millones de euros frente los 32,2 millones que facturó un año antes. Además, en línea con los últimos años, en 2021 Lladró exportó más de un 93% de su producción, principalmente a los mercados de Japón, Estados Unidos, India, China y México.
Según explica la compañía, 2020 estuvo marcado por las consecuencias de la crisis sanitaria y por el crecimiento acelerado de su canal digital. En cambio, en 2021 su estrategia se centró en "la competitividad y la capacidad de adaptación, reforzando el despliegue multicanal y apostando por la diversificación". "En un contexto claramente influenciado por las restricciones y el impacto global generado por la covid-19, la evolución estuvo apoyada por el desarrollo exponencial del canal digital a raíz del confinamiento", señalan.
Asimismo, la proyección de Lladró a nivel internacional se enmarcó dentro de un plan para el despliegue multicanal en mercados estratégicos que contempló tanto la apertura de nuevas boutiques propias, como showrooms y espacios pop-up, así como con la puesta en marcha de marketplaces digitales.
Entre sus aperturas destacan la de Shenzhen, conocida como la capital china del diseño, donde Lladró aterrizó en el espacio comercial y expositivo International Art Design Center. También, abrió dos formatos temporales de exposición y venta en las galerías Yi Feng de Shangliái; boutiques propias en Sapporo y Kattnandú; corners en los centros Casa Palacio de Santa Fe y Antara (México) y dos shops in shop en los almacenes Liverpool Santa Fe e Insurgentes en CDMX.