VALÈNCIA. De antiguo bastión de pescadores a ser escaparate de la inversión inmobiliaria de València. El barrio el Cabanyal vive desde hace unos años una profunda transformación urbana, dejando atrás un largo periodo de decadencia, abandono institucional y conflicto urbanístico para erigirse como la joya deseada por fondos y promotores. Su cercanía con el Mediterráneo, su encanto histórico y el crecimiento turístico del 'Cap i Casal' han convertido esta zona en uno de los enclaves más codiciados y de mayor expansión y desarrollo, principalmente para proyectos relaciones con las nuevas soluciones habitacionales que surgen en el mercado como son los espacios de coliving o flex living.
Su interés alcanza tales niveles que en la última subasta de vivienda de la Sociedad pública Plan Cabanyal-Canyamelar se recibieron 120 ofertas por seis inmuebles. Y es que el Cabanyal está de moda y atrae a compradores nacionales e internacionales, en su mayoría interesados en vivir cerca del mar y en una zona que también crece en oferta cultural y de ocio. De hecho, además del sector privado, también ha habido un gran impulso público para regenerar este entorno a través d eun plan especial y con ayuda de fondos europeos. Sin embargo, este dinamismo también ha abierto un debate sobre su modelo, ya que existe el temor vecinal de que el barrio pierda su identidad.
Uno de los principales motivos de este 'boom' es el fuerte crecimiento de población que está teniendo València no tanto por un alza de la natalidad, sino por la llegada de extranjeros, muchos de ellos nómadas digitales y profesionales desplazados, que llegan para residir al calor de todas las publicaciones que sitúan al 'Cap i Casal' como 'la mejor ciudad del mundo' para vivir. Y, en este contecto, la fachada marítima es un gran atractivo, como también lo es el polo emprendedor de La Marina para muchos de estos nuevos trabajadores digitales.
Por ello, además de movilizar suelos residenciales pendientes, los activos que más se estan construyendo son aquellos que tienen que ver con las nuevas formas de habitar. Así, solo en el último lustro, la inversión ha ido dirigida a proyectos relacionados con espacios de coliving o flex living, complejos para vivir en comunidad con espacios privativos y zonas comunes. El último proyecto que se ha anunciado, aunque avanzó hace un año este diario, es el desarrollo del primer coliving de Grupo Gimeno en València.

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- Foto: Ayuntamiento de València
Ubicado en la calle Francisco Cubells, el complejo contará con una superficie construida de cerca de 5.000 metros cuadrados distribuidos en semisótano, cinco plantas, ático y sobreático. Albergará 114 estudios individuales de aproximadamente 25 metros cuadrados, combinados con espacios comunes como zona fitness, áreas de trabajo colaborativo, kitchen lounge, zonas de relax con diseño experiencial y una azotea con terraza comunitaria, ideal para eventos y networking. La previsión es que abra sus puertas en 2027.
La propia compañía explica que València es ya en una plaza "estratégica" para este tipo de desarrollos, siendo, además, el Cabanyal, una zona que "se está convirtiendo en un modelo de transformación urbana, donde tradición y modernidad conviven en un proceso de revitalización que está atrayendo talento, emprendimiento e inversión".
Según datos de la consultora CBRE, el año pasado se transaccionaron 4.418 millones de euros de inversión en España en el segmento residencial, de los que 328 millones, el 7%, se cerraron en la Comunitat Valenciana. De ellos, unos 2.000 millones fueron en soluciones de vivienda flexible y residencias de estudiantes. En el primer trimestre de este 2025, a nivel nacional, ya se han cerrado operaciones por valor de 1.132 millones, de los que 129 millones han sido en tierras valencianas, el 11% del total. Unas cifras que evidencian el auge de estas nuevas soluciones en el mercado y que sitúan a la Capital del Turia como uno de los principales mercados nacionales para este tipo de operaciones.
Asimismo, la vasca Kategora última las obras de un flex living en este barrio valenciano. En este caso, el edificio contará con más de 25.000 metros cuadrados y 428 unidades alojativas, de entre 20 y 72 metros cuadrados y con estancias que van desde un día hasta los once meses. Además, tendrá más de 2.000 metros cuadrados de zonas comunes, que incluirán gimnasio, piscina, restaurante, cafetería, zona de juegos, azotea, coworking, lounge, mercado gastronómico, y espacios verdes exteriores, entre otros. Abrirá sus puertas a finales de este año, tras invertir cerca de 56 millones de euros.

- Proyecto de Kategora en València -
También, el fondo estadounidense Hines aterriza en València con un proyecto de flex living de más de 600 camas en este barrio. Una actuación que se incluye dentro de la urbanización del sector de Fausto Elio, que ejecutará Atitlan, y que cuenta con una superficie de 13.641,08 metros cuadrados de techo, de los que 5.130,86 son de uso residencial, en los que se promoverá VPO, mientras que el grueso del sector, 8.510,22 metros cuadrados de techo son terciario e irán a este 'megacomplejo'.
Más allá del 'living', la cadena hotelera Hilton también ha comunicado la apertura de un nuevo establecimiento de 84 habitaciones, bajo la marca Tapestry Collection by Hilton. Ubicado en la calle Mariano Cuber 26, estará inspirado en el barrio valenciano y contará, asimismo, con un restaurante, un bar y un solárium con piscina y dispondrá de aparcamiento para 30 coches.
Proyectos operativos
No obstante, no solo existe un gran pipeline en marcha, sino que también existen activos ya operativos. Este es el caso del alojamiento flexible de 350 plazas que hasta hace unos días explotaba Livensa, pero que ha sido adquirido por la gestora Nido Living, propiedad del fondo Canada Pension Plan Investment Board (CPP Investments). También, la valenciana WayCO tiene abierto desde hace unos años un coworking de con 2.800 metros cuadrados, repartidos en 5 plantas.
Paralelamente, también existe apetito en residencial tradicional ante la emergencia habitacional actual. En este sentido, la valenciana Avanza Urbana construye una promoción de 20 unidades para el segmento de la compraventa, mientras que Grupo Bertolín ultima la entrega al fondo alemán Primevest Capital Partners de un edificio de 90 viviendas destinadas al alquiler.
De hecho, según el último informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat de València (UPV), en el primer trimestre de este año, el distrito de Poblats Marítims era uno en los que contaba con mayor número de proyectos de obra nueva en el mercado valenciano. Asimismo, registraba precios medios muy elevados de 4.871 euros por metro cuadrado, un 80% más que en el mismo periodo de 2024 y un crecimiento del 11% respecto a tres meses antes. Unas cifras que evidencian la fuerte demanda en un entorno en plena transformación.