Sanlúcar es clara sal, motivos, visión y esquinas. Esa sencillez que te pesca y se apega. Esta desembocadura ligera.
Templan en el Guadalquivir
los flamencos del Doñana
vuelan y bailan
en marismas solitarias
Sufridora aventajada de un levante que te inspira y endurece. Anfitriona de un poniente que te calma y que se atreve.
Ciudad onírica
allí aflora la albariza
cobijada por la alquimia
refugiada en la caída
Cadenas que se rompen, sumisión de mar de leva. Jazmines y galanes perfumados. Barrameda marinera. Y son el aire y el ambiente que te atrapan y aceleran. ¡Llévame contigo consejera!
Manzanilla: atrayente, empática
componente de amnesias olvidadas
pesar en el caminar
la brisa que atrapa
desvíos diversos y anota mañana
¿Es un vino sin pausa?
Desconocemos mucho más de lo que conocemos. El fundamento reglado es solo superado por la intuición y la experiencia. La conciencia.
Asusta
el rumbo descompone
esta ola de sentencia
este burdo pensamiento
acobarda y encoje.
En la reserva espiritual de occidente te espero. Me desespero.
¿Te retiras sin pretexto?
Soy viticultor y elaborador de vinos naturales: sin aditivos. No tengo internet. ¿Radical?
