VALÈNCIA. Tras unos meses de tanteo desde su proclamación como secretaria general del PSPV-PSOE en la ciudad de València, Pilar Bernabé ha regresado del verano decidida a tomar posiciones dentro del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de València. Su objetivo: ir moldeando a su medida la oposición a la alcaldesa popular, María José Catalá. Un control que la también delegada del Gobierno se afana en escenificar desde el arranque del nuevo curso político.
Bernabé ha ido enfocando cada vez más su agenda hacia cuestiones de política municipal y lo ha hecho notar también a nivel comunicativo. En las últimas semanas ha buscado visibilizar que ella es la voz autorizada del socialismo en València: el pasado sábado protagonizó un acto sobre las alegaciones del PSPV al cambio de topónimo impulsado por el gobierno de Catalá y este mismo miércoles fue la encargada de presentar la estrategia de la formación para el debate sobre el estado de la ciudad, pese a que será el actual portavoz, Borja Sanjuan, el encargado de confrontar cara a cara con Catalá.
El grupo municipal, un 'territorio pelayo'
No en vano, la situación orgánica del grupo municipal socialista en el consistorio es, de partida, singular. Su composición responde a la etapa de la exvicealcaldesa y anterior secretaria general, Sandra Gómez, lo que explica que la mayoría de los siete ediles y parte del personal eventual se encuadre en la corriente de los denominados ‘pelayo’ y no pertenezcan al núcleo de máxima confianza de Bernabé. Además, este sector aspiraba a postular a Sanjuan, como sucesor de Gómez en la secretaría general del PSPV en València. Sin embargo, el respaldo de Diana Morant y el refuerzo de la figura de Bernabé tras la gestión política de la Dana inclinaron la balanza, y los ‘pelayo’ acabaron apoyando la candidatura de la delegada del Gobierno en un gesto de pragmatismo.

- El portavoz municipal, Borja Sanjuan, la secretaria general, Pilar Bernabé y la vicesecretaria, Rosa Domínguez -
- Foto: PSPV
Primer 'round': los procesos orgánicos
Con este telón de fondo, la primera batalla orgánica que afrontó Bernabé tras su proclamación como secretaria general fue la elección de los líderes de las ocho agrupaciones socialistas de la ciudad. Un proceso siempre sensible porque mide la fuerza de las distintas familias del PSPV. El resultado fue un reparto equilibrado, aunque dejó un episodio de fricción visible en la agrupación de Abastos, donde el propio Sanjuán se impuso al candidato respaldado por Bernabé, Luis Meliá. Sustanciado ese primer round, Bernabé parece haberse fijado ahora como tarea empezar a tomar las riendas del grupo municipal. Y es que pese al respaldo de los ‘pelayos’ a su candidatura, Bernabé mantiene ciertos recelos.
Marcar perfil de oposición desde fuera de la institución que se pretende liderar nunca es sencillo —sino que se lo pregunten a Diana Morant, o en su día a Feijóo o Mazón—. Es por ello que, Bernabé, busca consolidar un equipo de personas de su máxima confianza, también en el seno del consistorio para imprimir su sello como líder. Uno de estos movimientos ha sido la incorporación como asesor del grupo municipal de Sebastián González, secretario general de la agrupación socialista de Jesús-Patraix y que forma parte de su núcleo.

- Sebastián González y Pilar Bernabé XV Congreso del PSPV en València. -
- Foto: KIKE TABERNER
El traslado de González al Ayuntamiento se suma a la presencia de Rosa Domínguez, jefa de prensa del grupo y como tal, encargada de coordinar la comunicación. Domínguez también es una de las personas de la máxima confianza de Bernabé, que la nombró vicesecretaria y portavoz de su Ejecutiva. En definitiva, el desembarco de Bernabé en el Ayuntamiento ya ha comenzado con la vista puesta también en 2027. Unos movimientos que además de perseguir un mayor control en el seno del grupo, también pueden anticipar lecturas a futuro.