VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ha denegado a la Diputación de València el permiso para ocupar la plaza de Manises durante la semana fallera, donde la institución provincial celebra desde hace años su tradicional recepción a las comisiones falleras de los municipios de la provincia. El acto, instaurado en tiempos de Alfonso Rus, reúne cada marzo a miles de falleros y constituye una de las citas más concurridas del calendario festivo de la corporación provincial.

La resolución municipal, firmada por el concejal de Policía Local, Movilidad y Espacio Público, Jesús Carbonell, sostiene que la autorización no puede concederse porque la ocupación solicitada no se ajusta a lo dispuesto en los artículos 116 y 119.1 de la Ordenanza reguladora de la Ocupación de Dominio Público Municipal. En concreto, el Ayuntamiento argumenta que entre el 1 y el 20 de marzo —periodo regulado por el Bando de Fallas— solo pueden autorizarse actividades previstas expresamente en dicho Bando o incluidas en el programa oficial de festejos organizado por las Comisiones Falleras o por la Junta Central Fallera (JCF).

Según el consistorio, para que la Diputación pudiera celebrar su tradicional recepción, esta debería estar coordinada con la delegación de Fallas y reconocida como un acto propio dentro de la programación oficial. "No se autorizarán actividades o instalaciones, a excepción de aquellas organizadas por las Comisiones Falleras o la Junta Central Fallera dentro de los actos incluidos en el programa oficial de festejos", recuerda la resolución municipal citando literalmente la ordenanza.

Mismo proceso que en años anteriores

Sin embargo, fuentes de la Diputación aseguran que nunca antes se les había solicitado esta coordinación previa con JCF y subrayan que el procedimiento seguido este año es exactamente el mismo que en años anteriores en los que obtuvieron sin problema el permiso. Desde la corporación provincial, sostienen que no han recibido todavía ninguna comunicación oficial de la denegación del permiso pero señalan que se trataría de un cambio de criterio que contrasta con la práctica habitual hasta ahora.

Aunque el Ayuntamiento insiste en que simplemente se ha aplicado lo que marca la normativa, la decisión llega precisamente en un contexto de cierta tensión entre la alcaldesa de València, María José Catalá, y el presidente de la Diputación, Vicent Mompó. La relación entre ambos dirigentes no atraviesa el mejor momento, sobre todo, desde que -en el marco de la sucesión del expresident Carlos Mazón- los tres presidentes provinciales y el propio Juanfran Pérez Llorca se reunieran para intentar impulsar a Mompó como posible sustituto de Mazón. Una reunión que se produjo mientras Catalá estaba de viaje en Nueva York y que no sentó demasiado bien en el entorno de la alcaldesa, que era la candidata favorita de Génova para suceder a Mazón pese a que la propia Catalá siempre ha manifestado su intención de seguir en el consistorio valenciano.

La polémica lona de la plaza de toros

Finalmente, con la designación de Llorca como president de la Generalitat, las aguas debían volver a su cauce en el PPCV, pero ese malestar se vió avivado por la colocación de la polémica lona en la plaza de toros —espacio de la Diputación— con un mensaje que muchos entendieron como un 'recado' de Mompó a Catalá. Aunque según la Diputación el eslogan pretendía ser una llamativa campaña para promocionar la renovación de las luces de la plaza, se interpretó como una puya hacia la alcaldesa. En el consistorio del Cap i Casal vieron inoportuno este gesto y lo llegaron a calificar -tirando de doble sentido- de "falta de luces".

Pese a la denegación del permiso, se espera acabar encontrando una fórmula para que la recepción fallera de la Diputación pueda celebrarse como cada año. Con todo, resulta llamativo que esta 'fricción administrativa' haya coincidido en un momento de cierta tensión en la relación entre Catalá y Mompó en el que cualquier movimiento se analiza con lupa.