VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València autoriza a Nuevo Centro a capturar hasta mil palomas para controlar la proliferación de estos animales en el entorno del centro comercial ubicado en la avenida Pío XII en el barrio de Campanar. La empresa que gestiona Nuevo Centro solicitó autorización al consistorio para ejecutar actuaciones de control poblacional de la especie paloma bravía en las zonas a la intemperie del espacio comercial.
Este lunes, mediante una resolución firmada por el concejal de Bienestar Animal, Juan Carlos Caballero, el consistorio autoriza a la empresa a capturar hasta un máximo de mil palomas desde la fecha de esta resolución hasta el 31 de diciembre de 2026. La autorización se fundamenta en un informe técnico que señala que la sobrepoblación no solo causa molestias y daños a los bienes, sino que existe un riesgo por los "posibles efectos perjudiciales para la salud de las personas" que visitan y trabajan en el lugar. El consistorio justifica legalmente su decisión en la Ley 13/2004, de Caza de la Comunitat Valenciana , que permite estas actuaciones en suelo urbano cuando concurren riesgos sanitarios.
Captura con red
Para llevar a cabo el 'desalojo' de hasta un millar de aves de este entorno comercial el Ayuntamiento permite a la gestora de Nuevo Centro emplear una modalidad concreta de captura mediante el disparo de red neumática. Este método exige un proceso de cebado (alimentación controlada) de 15 días para concentrar a las aves en el punto de captura antes de lanzar la red impulsada por gas. La operación deberá ser ejecutada por personal cualificado y especializado acreditado por la empresa Lokimica, que es la actual adjudicataria del servicio de control de la avifauna de València.
Entre las normas, el consistorio detalla que la empresa solicitante, es decir, Nuevo Centro, deberá registrar cada ejemplar capturado para comunicarlo al Servicio de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento. Y para que no haya dudas, la resolución es cristalina en cuanto a la prohibición de trasladar ejemplares vivos a cualquier entorno natural y -pese a lo evidente- veta de forma absoluta su uso para consumo humano o animal por motivos sanitarios.