València

El tráfico por las obras de Pérez Galdós y la supresión de convoyes 'atascan' a la EMT

Gran parte de las líneas sufren retrasos y frecuencias que superan en muchos casos los 20 minutos de espera

  • Pasajeros subiendo a un autobús de la EMT.
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VALÈNCIA. Cualquier usuario habitual de la EMT habrá notado que cada vez se hacen más frecuentes las escenas de marquesinas llenas de gente esperando con paneles informativos que marcan tiempos de espera superiores a los veinte minutos en muchas líneas. Al subir al autobús, los pasajeros también se encuentran con vehículos abarrotados en gran parte de los recorridos que tardan más tiempo en hacer su trayecto.

Una imagen que se repite en distintos barrios de València y que, según denuncian numerosos pasajeros y señalan los datos del último barómetro municipal, se ha agravado en las últimas semanas. Una situación que confirman también los propios conductores de la empresa municipal, y que el Ayuntamiento reconoce, aunque atribuye principalmente al impacto en el tráfico de las obras de reurbanización en el eje de Pérez Galdós–Giorgeta. No en vano, según los últimos datos municipales, el tráfico en la ciudad ha crecido más de un 5% en el último año. 

Impacto de las obras de Pérez Galdós

Desde la Concejalía de Movilidad reconocen que el desvío con motivo de las obras de los cerca de 56.000 vehículos que circulaban por Pérez Galdós están “tensionando” el tráfico en muchos puntos de la ciudad, en especial en zonas como Campanar, Pío XII, el puente 9 d’Octubre o la Gran Vía. El Ayuntamiento sostiene que este hecho está impactando de forma negativa, no solo en las líneas que discurren por esta zona sino en todas aquellas que discurren por el eje oeste o sur de la ciudad. “Son muchísimas las líneas que de una manera directa o indirecta se ven afectadas, prácticamente la mitad”, apuntan. 

El consistorio reconoce que cualquier autobús que deba atravesar la Gran Vía Fernando el Católico o moverse entre el cauce del río y la zona oeste acaba viéndose afectado pero defienden que se trata de un impacto "temporal".

  • Autobús de la EMT en un atasco. 

Supresión de vehículos por averías

Sin embargo, los conductores de la EMT señalan que si bien el tráfico influye en el empeoramiento de las frecuencias, el problema principal según su diagnóstico es la falta de vehículos y de personal de mantenimiento. Una situación que aseguran que "viene de lejos". Afirman que en muchas líneas se están suprimiendo convoyes porque los autobuses están averiados o pendientes de reparación, lo que obliga a modificar frecuencias y horarios a diario según el número de convoyes disponible.

Una cifra que denuncian que la empresa "se niega a facilitarnos pese a que la hemos solicitado muchas veces". Según explican, la falta de vehículos provoca que, cuando un autobús que recorre esa ruta no sale, el siguiente deba cubrir ese hueco y el retraso se acumule progresivamente. En líneas con alto volumen de pasajeros, como pueden ser la 95 o la 99, que cubren trayectos largos, la supresión de un solo autobús tiene un gran impacto en el tiempo de espera y en la ocupación.

  • Imagen de archivo de una parada de la EMT. -

Aumentar la velocidad comercial

Algo que provoca que en algunos casos el autobús llegue ya completo a las paradas "teniendo que dejar gente en las marquesinas sin recoger". En este sentido, señalan que rutas como la línea 32; linea 93; linea 27; la línea 10 o la 40 entre otras son de las más congestionadas y donde se agrava el problema de las frecuencias. Un problema que se agudiza los fines de semana, "es descabellado", sostienen. Precisamente hace unas semanas desde el PSPV denunciaban que la velocidad comercial en 42 de las 46 rutas había empeorado en los dos últimos años un 2,8%. Una cifra que en líneas como la 31 se eleva hasta el 12%.

Actualmente la mayoría del trazado (78%) tieneuna velocidad comercial por encima del 13km/h pero se dispone de un 22% de los tramos con velocidad entre paradas inferior a 13 km/h. Este porcentaje se divide en un 13% de los tramos con velocidades inferiores a 11km/h y un 9% de los tramos con velocidades entre 11 y 13km/h. Precisamente uno de los retos que se marca el Plan Director de la EMT presentado por el Ayuntamiento es conseguir mejorar la velocidad comercial de las rutas por encima de los 14km/h de promedio.

Los conductores denuncian que además de los problemas con la flota y los horarios fijados, la falta de control en los carriles bus, frecuentemente ocupados por vehículos en doble fila, ralentiza aún más la circulación. Un control que desde la Concejalía defienden que "sí se está realizando en los principales carriles bus de la red".

 

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