VALÈNCIA. La vivienda es ya la principal preocupación de los españoles y según el último infobarómetro municipal, también de los valencianos. Los altos precios en el mercado y una oferta exigua han tensionado el mercado de forma que muchos vecinos se ven expulsados de sus propias ciudades. De hecho, València es una de las plazas con mayores dificultades. Un problema que preocupa y ocupa a la corporación municipal, con margen de acción limitado a nivel de competencias, pero que ha puesto en marcha varios mecanismos para intentar revertir una situación que se va agudizando. Así, desde la Concejalía de Urbanismo y Vivienda, que dirige Juan Giner, se ha articulado la compra directa, la construcción propia, las permutas con el sector privado y o el desbloqueo de grandes sectores urbanos pendientes de ejecutar. En este contexto, Giner atiende a Valencia Plaza en una entrevista en la que explica las principales actuaciones de su delegación y responde
"En urbanismo siempre hay que trabajar a medio y largo plazo", remarca el edil y pone el valor la reactivación de proyectos como el PAI de Benimaclet y el Grao, además del inicio de la movilización de una nueva bolsa de suelo en un sector de la pedanía de Benimàmet. "El estado grave en el que estamos tiene su origen en los gobiernos del cambio porque tenían una animadversión al sector de la construcción y durante todo ese tiempo nadie estuvo pendiente de crear suelo", remarca. Por ello, incide en que a lo largo de estos dos años, desde que el actual equipo de María José Catalá tomó el mando de la ciudad, se ha intentado pisar el acelerador y "València avanza".
"Puedo afirmar sin miedo a equivocarme que no se puede hacer más en tan poco tiempo, porque hemos utilizado todas las fórmulas, hasta las que no nos gustan", apunta, en referencia al uso del derecho de tanteo como vía para sumar más inmuebles al parque público. Asimismo, valora la reducción de tiempos en la concesión de licencias.
-Cuando se cumplen dos años de legislatura, ¿qué valoración hace de su gestión? ¿Está satisfecho?
-València avanza y tiene proyecto. En estos dos años, hemos sido capaces de desatascar muchos bloqueos que nos encontramos tanto en materia de urbanismo como de licencias y, sin lugar a dudas, en vivienda. De los cuatro pilares que tiene esta delegación, en urbanismo hemos desbloqueado los dos grandes desarrollos urbanísticos que estaban pendientes por las diferencias entre Compromís y PSOE como son el PAI del Grao y Benimaclet. También, ha habido una apuesta de planes especiales como el de San Miguel de los Reyes, que es una joya para València y que va a suponer una regeneración de toda esa zona. Asimismo, estamos con la actualización del corredor de Federico García Lorca y hemos impulsado el desarrollo y la creación de una nueva bolsa de suelo en Benimàmet porque en urbanismo siempre hay que trabajar a medio y largo plazo.
Por otro lado, en materia de licencias existía cuando llegamos 22.000 expedientes y hemos conseguido reducir de 1.500 a 350 días la media en la tramitación de concesión de permisos. Además, en estos dos años hemos desatascado proyectos como el Palacio de Exarch, proyectos como el centro comercial Infinity, el centro de datos en Vara de Quart o la licencia de la ZAL de MSC. Se han ido consiguiendo hitos en 24 meses que son destacables.
En cuanto al pilar de la vivienda, el plan estrella es el 'Plan +Vivienda', que impulsa la construcción de mil viviendas nuevas en la ciudad de protección pública. Por tanto, insisto: Valencia avanza y tiene proyecto.
-Sin embargo, la emergencia habitacional se ha agudizado. Cierto es que es un problema a nivel nacional, pero la ciudad es una de las plazas con mayor tensión en el mercado. ¿En qué se podría incidir? ¿Qué autocrítica hace como responsable de esta delegación?
-El problema de la vivienda no es local de València, ni autonómico ni provincial, sino que es un problema nacional. No se crea de manera instantánea ni se resuelve de manera instantánea. El estado grave en el que estamos, a mi juicio, tiene su origen en los gobiernos del cambio porque en sus políticas tenían una animadversión al sector de la construcción y durante todo ese tiempo nadie estuvo pendiente de crear nuevas bolsas de suelo.También, hay toda una serie de fenómenos sociales porque España ha cambiado y ahora se consumen muchas piezas de vivienda de manera unipersonal, mientras que antes el concepto de familia era otro.
Por tanto, desde una administración local no es posible incidir en la reversión total del problema. La autocrítica fundamental que hago es que los políticos, en temas tan graves como la vivienda, deberíamos dejar de lado cualquier tipo de ideología y sumarnos a un gran pacto de la vivienda. Eso lo tendría que liderar el Estado y pienso que Pedro Sánchez en este momento no está en condiciones de liderar ningún pacto para todos los españoles.
-Entonces, ¿considera que la administración ha fallado a los ciudadanos en materia de vivienda? ¿Ha llegado tarde?
-La administración no ha estado atenta en el momento adecuado y ahora estamos haciendo política reactiva. Desde el ayuntamiento, todo lo que se podía hacer se está haciendo: construcción directa, colaboración público-privada, adquisición inmediata de inmuebles, ayudas directas al alquiler y desatascando bolsas de suelo porque pensamos en el medio y largo plazo y en los que vendrán detrás. Creo que en vivienda, honradamente, no se puede hacer más en tan poco tiempo. En otras cosas puedo hacer más autocrítica.

- Juan Giner. -
- Foto: KIKE TABERNER
-Uno de los pilares de la política municipal en materia de vivienda es el 'Plan +Vivienda', que ya ha mencionado, para construir 1.000 inmuebles esta legislatura. ¿En qué punto se encuentra?
-Por un lado, tenemos la construcción directa a través del Ayuntamiento y de Aumsa. En este sentido, de la empresa pública están en marcha 307 viviendas: Soguers 12, (4 viviendas); Soguers 6,( 4 viviendas); Tapinería 22, (3 viviendas), que es herencia del Partido Socialista; Moreras 10, (41 unidades); Barraques del Figuero 3, (22 viviendas); Moreras 21, (90); Hortelanes 1, (68); y Avenida de los Naranjos 10, que son 75 inmuebles.
-¿En qué estado de situación está cada una de ellas?
-En el caso, de Barraques del Figuero ya está terminada y esas 22 viviendas las hemos destinado a los damnificados por la Dana. Por otro lado, Moreras 10, que son 41 unidades ya están finalizadas y vamos a iniciar el proceso de adjudicación, mientras que Hortelanes estarán finalizadas en octubre y la Avenida de los Naranjos, 75 viviendas, estarán en febrero del 26.
Por otro lado, ya se han iniciado las obras de Músico Chapí (10 inmuebles) por parte del Servicio de Vivienda del Ayuntamiento de Valencia, que, a su vez, ya tiene el proyecto redactado de Pintor Sabater 39, que son 59 pisos. Asimismo, tenemos un edificio de 85 viviendas fruto de la permuta a Grupo Lobe, que le quedan ocho meses, y hace poco lanzamos una nueva permuta. Paralelamente, hemos adquirido directamente el edificio de 131 viviendas en Safranar y en el Pleno Municipal se va a aprobar una modificación presupuestaria para adquirir otro de 134 pisos en la Torre.
Y todo ello con 60 millones de euros, que están ya ejecutados, de los que 22 millones son de Aumsa. Solo el mes pasado, la empresa pública certificó en obras un millón de euros, que es un dato histórico para esa empresa. En estos dos años, Aumsa ha ejecutado 22 millones frente a los 6 millones de la legislatura anterior y ya tenemos 158 familias alojadas. Puede ser una gota en un océano, pero el anterior gobierno hizo en 8 años un total de 14 viviendas, por lo que la gotita es un poco mayor que la anterior.
-Pero algunos de esos proyectos vienen de la anterior legislatura.
-Herencia concreta es el proyecto de la calle Tapineria 22, que son 3 viviendas, con un coste por piso de 350.000 euros cada uno. Pero, además, no estaban construidas, sino imaginadas y en el Excel y los Power Point de Sandra Gómez. En honor a la verdad, ellos -el gobierno municipal de Joan Ribó- tenía proyectado un plan que aspiraban a construir 323 viviendas y se lo encargaron a Aumsa. Esa era su máxima aspiración y la nuestra son 1.000. De esas 323 viviendas, obra ejecutada en 8 años y entregada solo 14. Todo lo demás lo tenían en su cabeza. Estaban también las 75 viviendas de Moreras con un proyecto aprobado y licitadas las obras. Es correcto. Pero repito: son 75 viviendas de 323 y, además, el dinero y la ejecución de la obra se está haciendo con los presupuestos actuales.
-Otro de los ejes de este plan es la permuta a cambio de obra. La oposición les acusa de ‘regalar’ suelo municipal a cambio de “pocas viviendas”. ¿Qué ventaja aporta?
-El beneficio es la adquisición rápida de viviendas para el parque público y eso lógicamente tiene un coste económico, pero no con cargo al presupuesto municipal y, además, evitas la larga tramitación, que es precisamente lo que le pasó al gobierno anterior. Ellos tenían su programa de 300 viviendas, pero no las hicieron porque entre la redacción del proyecto, la aprobación, supervisión y licitación... En cambio, de esta manera, consigues que la actuación privada te entregue un edificio de viviendas, que pagas con suelos destinados a viviendas de protección pública. Por tanto, las familias y los jóvenes valencianos van a poder tener más vivienda de protección pública, aunque sea de promoción privada. De esta manera, se incentiva la construcción de vivienda de protección pública y, a su vez, adquieres inmuebles para el parque público de viviendas, evitando trámites y burocracia de gestión. Yo lo veo positivo, lógicamente tiene un coste porque Hermanitas de la Caridad no son y la gente tendrá que cobrar por su trabajo.
-¿Cuántas viviendas se han adquirido por la vía de la compra directa?
-Han sido ocho viviendas en la Torre, 131 en Safranar y próximamente 134 también en la Torre.
-Llama la atención que el mecanismo que han utilizado para alguna de estas operaciones ha sido el tanteo, un mecanismo que el PP criticó e, incluso, recurrió el decreto que ampliaba sus capacidades al Tribunal Constitucional.
-Por eso, puedo afirmar sin miedo a equivocarme que no se puede hacer más en tan poco tiempo porque hemos utilizado todas las fórmulas, hasta las que no nos gustan. Todo lo que se podía hacer en vivienda lo hemos hecho. Y este precisamente es un ejemplo: que hasta un modelo en el que no creíamos lo hemos utilizado porque hemos visto que se podía tener vivienda para el parque público de manera rápida.
-¿Y ahora creen en ese modelo?
-Como modelo no. Creo que la administración no debe de inferir el tráfico privado. Es mejor apostar por la libertad.
-Entonces, ¿por qué han hecho uso de este derecho de adquisición preferente? ¿Se han sentido presionados por el contexto social en casos como el de las 134 viviendas de VPO en la Torre que iba a comprar una socimi?
-En ese caso, había un problema social porque en el edificio estaban viviendo familias. Por tanto, como modelo nosotros apostamos más por el libre mercado. Ese es nuestro modelo.

- Juan Giner. -
- Foto: KIKE TABERNER
-¿Cómo se encuentra el parque público de vivienda municipal y cuántos inmuebles lo componen?
-El parque público actual tiene 530 viviendas, que están gestionadas por Aumsa. Además, en torno a 300 son del Ayuntamiento, además de 168 de Servicios Sociales y que están destinadas a casos de alta vulnerabilidad. En breve tendremos 300 más, que son las que he comentado anteriormente y están en marcha. Por tanto, esperamos terminar la legislatura con un parque público muy superior a las 1.000 viviendas.
-Según el último infobarómetro municipal, la vivienda es la principal preocupación de los vecinos y la lista de demandantes de vivienda de Aumsa roza las 2.000 personas, ¿tiene el Ayuntamiento capacidad para atender esta demanda?
-El Ayuntamiento está construyendo al máximo posible.
-¿Ve posible acabar la legislatura con todo construido y llegar a esas 1.000 nuevas viviendas?
-No renunciamos a las 1.000 viviendas. Queremos presentarnos a las próximas elecciones con un parque público que supere las mil unidades y con todo el programa absolutamente en marcha. Sé que esta frase me va a acompañar el resto de la legislatura, pero para eso hemos venido.
-El Ayuntamiento ya ha anunciado el crecimiento de la ciudad con un nuevo plan en Benimàmet. ¿En qué fase se encuentra?
-El plan se ha remitido a la Conselleria de Medio Ambiente porque, lógicamente, es una modificación del planeamiento que supone una reclasificación de suelo no urbanizable y en huerta no protegida a urbanizable. Esto requiere de una evaluación ambiental ordinaria y ahora mismo está en esa fase, en el órgano ambiental autonómico, que es la que tiene que dar luz verde a una reclasificación de suelo. Cuando superemos eso, estaremos como el PAI del Grao y el de Benimaclet y habrá que hacer un Programa de Actuación Integrada.
¿La voluntad es hacer gestión directa del consistorio o cederla a un agente urbanizador?
-Es un poco prematuro. En cualquier caso, nosotros creemos que ese tipo de desarrollos se gestionan mejor con la fórmula de la gestión por los propietarios, aunque en esa zona hay suelo público y los índices de vivienda pública pueden superar el 50%.
-Y, una vez aprobada esa modificación del planeamiento por parte de Medio Ambiente, ¿cuáles son los siguientes pasos?
-Tiene que haber una aprobación provisional por el Pleno y después la Comisión Territorial de Urbanismo de la provincia de Valencia debe aprobarla definitivamente. Es largo, podemos hablar de más de dos años. A partir de ahí, ese suelo pasa de ser no urbanizable a urbanizable y hay que hacer un proyecto de urbanización, el famoso PAI, y lo pueden hacer o bien los propietarios mayoritarios, como en el Grao o Benimaclet, o la administración que, creo que será la misma que hay ahora y decidirá la gestión indirecta, que está demostrando que es más eficaz.
-Por tanto, ¿cuál es el modelo urbanístico de Juan Giner?
-València es maravillosa porque tiene el Mediterráneo. Por tanto, una asignatura que había absolutamente pendiente es la reconciliación de la ciudad con el mar. Ese era un objetivo urbanístico de primer nivel, que se ha hecho, se está haciendo y se va a hacer a través del desarrollo del PAI del Grao. Creo que a futuro hay que empezar a trabajar y repensar toda la fachada marítima de la ciudad y, después, los ejes norte, sur, este y oeste con distintos proyectos. El modelo ha sido volver a impulsar y poner en velocidad a la ciudad.
-¿En qué sentido quieren repensar la fachada marítima? ¿Cuál es la idea?
-Hay que poner a cabezas expertas a repensar desde el punto de vista urbanístico y del paisaje toda la fachada marítima para dar lugar a proyectos y actuaciones concretas con sectores como el PAI Piscinas.
-¿En qué punto está el PAI Piscinas? El anterior gobierno dijo que lo iba a asumir de manera directa a Aumsa pero con la aprobación del Plan Especial del Cabanyal, había que repensarlo. ¿En qué punto está?
-Estamos trabajando en 17 PAI y ese de momento no es uno de ellos.
-Entrando en los grandes desarrollos, el de Benimaclet ya ha acabado la fase de exposición pública y se han presentado varias alegaciones, ¿se prevé incorporar alguna de estas demandas?
-Se están estudiando las alegaciones y nosotros siempre estamos abiertos. Pero no se va a bajar la edificabilidad ni se prevén cambios en ese sentido. Benimaclet es uno de los proyectos que por la buena sensibilidad también de la promotora, por la participación de José María Ezquiaga y por la apertura de miras de esta administración, ha ido evolucionando muchísimo desde el proyecto inicial al que está resultando y a mi juicio, es uno de los proyectos del nuevo desarrollo urbanístico para estar muy orgullosos.
-Entonces sí que podría haber algún cambio.
-Sí, de hecho para eso está la exposición al público.
-A partir de ahí, ¿cuándo podrían entrar las máquinas a urbanizar?
-Cualquiera que conozca el urbanismo, si da un plazo es porque conoce poco el urbanismo. La planificación puede estar sujeta a cambios. Pero creo que el año 2026 debería culminar con la reparcelación aprobada para poder en el 27 comenzar las obras de urbanización. Eso sería lo deseable.

- Juan Giner. -
- Foto: KIKE TABERNER
-En el PAI del Grao ha habido un aumento de viviendas, inicialmente se habló de unas 2.500 y finalmente han sido unas 3.200. ¿A qué se debe este incremento?
-La edificabilidad es la que es y uno puede hacer viviendas más grandes o más pequeñas.
-Esto supone un aumento de ingresos para los urbanizadores. ¿Le reporta algún beneficio adicional también al Ayuntamiento?
-Más IBI, por ejemplo (ríe). Pero el número de viviendas puede variar, porque al final cada solar tendrá una edificabilidad y el día que levanten ese edificio igual a la comercializadora le interesan viviendas más grandes y entonces saldrán más o menos unidades.
-Respecto a las cargas urbanísticas que se deben abonar a la Generalitat por la construcción del circuito de Fórmula 1 existió un desacuerdo en la pasada legislatura sobre qué administración debía asumir los 10 millones de euros que no asumían los urbanizadores. ¿Va el Ayuntamiento de València a asumir esos 10 millones?
Nosotros seguimos la misma línea que se quedó en la anterior legislatura y habrá que, en la comisión de seguimiento de ese convenio, llegar a un acuerdo. Lo que sí tenemos claro es que la parte urbanizadora y el PAI es el que va a pagar los costes que legalmente sean repercutibles.
-En las reuniones mensuales que mantienen con la Conselleria. ¿Se ha abordado esta cuestión? ¿Hay un acuerdo?
-No, sobre este asunto aún no se ha tratado. Aquello se difería al momento de la reparcelación. Ni siquiera está aprobado el PAI, con lo cual hay tiempo y se abordará. Creo que llegaremos a un acuerdo. El objetivo de este ayuntamiento es que con los propios beneficios urbanísticos del PAI del Grao se pague el total de los costes. Seguro que encontraremos las fórmulas adecuadas.
-¿Los 10 millones también?
-Todo.
-¿Ha habido ya algún contacto con el Gobierno sobre el soterramiento de las vías de Serrería?
-A la alcaldesa de València el ministro Óscar Puente, mirándole a la cara, le ha dicho en dos ocasiones que cuente con ello y que va a ser una realidad, pero desde el punto de vista del expediente administrativo no tenemos constancia absolutamente de nada. El propio PAI (del Grao) va a consignar 5,9 millones de euros para esto y hay una consignación del PAI de Moreras para eso, hay compromiso del Ayuntamiento de consignar la parte que le correspondiese, con lo cual, mayor voluntad no podemos poner. Pero las vías no son nuestras.
-El ministerio dijo que había que abordar primero el canal de acceso
-Lo cual es es absurdo.
-¿Se contempla el escenario de que finalmente no se aborde el soterramiento?
-Ese escenario no lo contemplamos y vamos a trabajar por tierra mar y aire para que ese escenario nunca llega a esta ciudad. Hay una cicatriz que hay que coser y es el futuro de València. No hay plan B, porque todos los planes están para el plan A, que es el soterramiento de las vías.

- Juan Giner. -
- Foto: KIKE TABERNER
-¿Es partidario de reconvertir suelos dotacionales en residencial?
-Soy partidario de que los vecinos de València tengan las dotaciones adecuadas y tengan sus zonas verdes, sus bibliotecas públicas, sus hospitales o sus centros de día. Y para eso hace falta suelo dotacional. Si convertimos todo el suelo dotacional en residencial, los que vivan ahí, ¿a qué centro de salud van a ir? Soy partidario pero con cabeza, según el caso y bajo qué fórmulas. A lo mejor se puede utilizar la fórmula del complejo inmobiliario, de tal manera que en ese suelo dotacional toda la planta baja la destinemos al centro de mayores y hagamos plantas elevadas para residencial. El suelo dotacional es para el bienestar y para los servicios de los valencianos.
-También es cierto que hay suelos dotacionales que llevan 15 años sin desarrollarse.
-Y suelos de vivienda de protección pública que llevaban 15 años sin desarrollar y abandonados, y los estamos construyendo. Construyamos también el suelo residencial público existente, que es lo que estamos haciendo. ¿Por qué voy a restar un dotacional si tengo al lado un solar de VPO sin construir? Primero construye en la que tienes, después, si no tienes más remedio, utiliza el dotacional. Pero hazlo de tal manera que tengas también una dotación para la ciudad y para los vecinos.
-Ha comentado la reducción de la media de días en la concesión de una licencia. Pero al acceder al gobierno había un atasco de 22.000 licencias, ¿en cuánto se ha rebajado esa cifra?
-Esa cifra se ha rebajado y habría que desglosarla bien, porque al generar certidumbre y acortar los plazos también han entrado nuevas licencias.
-¿Cuál es el objetivo a alcanzar al final de legislatura?
-Reducir el plazo medio de 1.500 días a 350 es en porcentaje sobre un 70%. No está mal en dos años. A partir de ahí, nosotros lo que queremos es dar certidumbre, que quien quiera tener una licencia la tenga en el plazo más breve posible. Hay licencias que con la fórmula de las entidades colaboradoras se están dando en tres y cuatro meses. Certidumbre, seguridad jurídica y agilización al máximo.