VALÈNCIA. El futuro bulevar García Lorca, proyectado en el espacio que ocupan actualmente las vías del tren, será una de las intervenciones urbanísticas más trascendentes en València en los últimos años, que transformará la fisonomía de los barrios del sur de la ciudad. Por ello, aunque se trata de un proyecto que no se materializará en esta legislatura debido a los plazos de las obras del canal de acceso ferroviario, cualquier avance en su tramitación o cualquier detalle sobre su diseño genera gran interés.
Hace ahora cinco meses la Sociedad Parque Central aprobó encargar a la paisajista Kathryn Gustafson la actualización y rediseño de su proyecto original de 2011, adaptándolo a las nuevas exigencias técnicas, urbanísticas y de movilidad. Para este encargo, se estableció un plazo de cinco meses y un presupuesto de 95.000 euros. No obstante, para poder iniciar su trabajo, el Ayuntamiento de València tiene que remitir a Gustafson la planta viaria y el estudio de movilidad, que deben servir como directriz técnica de su diseño. Se trata de unas líneas maestras clave puesto que la planta viaria define la disposición de calles, carriles, aceras, aparcamientos y conexiones con los barrios colindantes, algo que es competencia en este caso municipal.
El Ayuntamiento promete remitir "muy pronto" la planta viaria
Hasta ahora, estas directrices no se han enviado, por lo que el contrato con Gustafson aún no se ha firmado y el plazo de cinco meses no ha empezado a contar. Desde el consistorio aseguran que la documentación se remitirá “muy pronto”, y que con total seguridad será “antes de que acabe el año”.
El Ayuntamiento encargó la elaboración de la planta viaria a una empresa externa mediante contrato menor con un plazo de tres meses, que vencía el pasado 2 de septiembre. Sin embargo, a finales de julio, la empresa solicitó suspender temporalmente el contrato al no disponer de las ratios de estacionamiento, información imprescindible para completar el diseño.
Según fuentes municipales, el contrato se reactivó “al poco tiempo”, por lo que aseguran desde la concejalía de Movilidad que el trabajo concluirá “en breve”. Hasta entonces, la Sociedad Parque Central no convocará a Gustafson para la firma.
Polémica por el tráfico rodado
Más allá de los retrasos administrativos, el diseño final del bulevar García Lorca sigue marcado por el debate sobre el tráfico rodado. Mientras el actual gobierno municipal (PP y Vox) defiende una propuesta que sí incluye viales de tráfico, con “accesos” para las personas que en el futuro residirán en las nuevas viviendas previstas y “vías de evacuación y seguridad”, la mayoría de asociaciones vecinales reclaman un corredor verde totalmente peatonal sin circulación de vehículos y con el acceso a la viviendas mediante los denominados ‘’bucles’’.
La alcaldesa de València, María José Catalá, ha asegurado que el proyecto contará con “un 70% de espacio verde”, aunque no se ha especificado si en la planta viaria que el consistorio ultima para remitir a Gustafson se mantienen los cuatro carriles de tráfico rodado (dos por sentido) y las tres vías transversales que se plantearon hace unos meses y que despertaron la oposición de entidades vecinales.

- Imagen de vecinos miembros de la Plataforma Corredor Verde de València. -
- Foto: PLATAFORMA CORREDOR VERDE
Proceso participativo
Esta oposición vecinal al tráfico rodado llevó a la Sociedad Parque Central a incluir en los pliegos del contrato con Gustafson que el rediseño obligaría a establecer un proceso participativo con el fin de recoger sugerencias y propuestas ciudadanas antes de definir el diseño definitivo. Sin embargo, este proceso tampoco puede ponerse en marcha hasta conocer los detalles de la planta viaria y del estudio de movilidad, documentos que marcarán las posibilidades reales del trazado y del reparto de espacios.
Este verano, la sociedad presentó un borrador de este proceso de participación donde planteó cuatro posibles escenarios de trabajo para debatir con los vecinos una vez se disponga de la base técnica. El objetivo es alcanzar el mayor consenso posible antes de la fase de urbanización, prevista tras el soterramiento de las vías. Pese a ello, la Plataforma vecinal Volem Corredor Verd -que aglutina varias entidades vecinales- ha reiterado sus dudas sobre la “falta de garantías” del proceso participativo anunciado por la Sociedad Parque Central y temen que las decisiones estén ya condicionadas por criterios técnicos previos.