VALÈNCIA. La remodelación de la plaza del Ayuntamiento, uno de los proyectos urbanos más esperados y trascendentes de València por su valor simbólico, tampoco se materializará esta legislatura. Pese a que este martes se han dado a conocer los detalles del proyecto básico elaborado por Miguel del Rey—tras la "repensada" que pidió María José Catalá al acceder a la Alcaldía—, la tramitación que queda por delante hace inviable que la ciudadanía pueda ver terminada la reforma antes de las elecciones de 2027.

Y es que el documento presentado este martes fija las líneas maestras de la futura plaza, pero en términos administrativos es solo un nuevo paso de un proceso todavía largo. A partir de ahora, el Ayuntamiento debe recabar los informes sectoriales de todos los servicios implicados —Movilidad, Jardinería, Ciclo del Agua, Patrimonio, etc.—, cuyos condicionantes pueden introducir cambios sustanciales en el diseño.

Pasos pendientes

De hecho, la alcaldesa insisitó varias veces en la presentación de que se trataba de un "anteproyecto, una fase preliminar". Tras ello, deberá redactarse el proyecto de ejecución, someterlo a control técnico, licitar las obras, adjudicarlas y ejecutarlas, todo previa aprobación en Junta de Gobierno. También hay que sumar el condicionante del calendario fallero, que impide actuaciones relevantes en la plaza entre febrero y marzo, lo que obliga a desplegar la obra por fases y alarga inevitablemente los plazos. Con este encadenado de trámites, la ejecución completa del proyecto queda 'de facto' fuera del marco temporal del presente mandato.

El propio concejal de Urbanismo, Juan Giner, preguntado por los plazos, evitó comprometerse con fechas de inicio o de ejecución. “Acertar es el mejor de los plazos”, alegó. "Esto contradice al político que habla de legislaturas, nosotros queremos, no la legislatura, sino acertar", añadía Giner. Teniendo en cuenta que la primera fase que se ejecutará es la zona donde se dispara la mascletà y que las obras de esta fase se alargarían unos seis meses, todo apunta a que las obras arrancarían tras las Fallas de 2027.

No en vano, la remodelación de la plaza del Ayuntamiento de València ha seguido un proceso largo que se arrastra desde la intervención provisional de 2020 para peatonalizarla. En octubre de 2021 el gobierno de Compromís-PSPV convocó un concurso de ideas con proceso participativo para definir la reforma de la plaza. En octubre de 2022, el jurado proclamó ganador el proyecto Re-Natura, coordinado por Miguel del Rey. Pero tras el cambio de gobierno en junio de 2023, la alcaldesa María José Catalá decidió paralizar la tramitación del proyecto para darle "una pensaeta" junto con el equipo de Del Rey y buscar una "imagen más señorial" de la plaza.

La Dana "reorientó las prioridades"

Tras meses en standby en diciembre de 2024 Catalá avanzó que la Dana había "reorientado las prioridades" y que se decantaban por una reforma "más ligera y menos costosa". Finalmente casi dos años después, en mayo de 2025 se adjudicó la redacción del proyecto básico al equipo de Miguel del Rey, un proyecto que se ha dado a conocer este martes. El proyecto revisado mantiene la base de Re-Natura pero ha sufrido cambios significativos, como la supresión de la lámina de agua alrededor de la fuente y la reducción de zonas de arbolado, en línea con la intención de la alcaldesa de que la intervención dejase libre la vista a la mascletà y a los edificios singulares de la plaza.

Cambio de maceteros

Ante unos plazos tan dilatados, el actual gobierno municipal ha optado por introducir al menos un cambio visible en este mandato: la sustitución de los "maceteros feos" instalados durante la etapa de Ribó —un elemento que Catalá criticó con dureza en su etapa en la oposición— por un nuevo modelo de jardineras que siguen los criterios estéticos de la guía que aprobó el consejo asesor de urbanismo. Esta intervención, que ha costado 430.000 euros, permite al ejecutivo mostrar una transformación tangible en la plaza mientras avanza la tramitación para la reforma definitiva.