VALÈNCIA. El proyecto definitivo de la plaza del Ayuntamiento se retrasa y todavía habrá que esperar -como mínimo- unas semanas más para conocer los detalles de cómo será la futura plaza. El equipo de Miguel del Rey, adjudicatario de la redacción del proyecto de remodelación, ha solicitado una prórroga de un mes en el plazo de entrega, de forma que la nueva fecha de entrega se ha fijado para el 27 de noviembre.

El estudio que se encarga de diseñar la plaza argumenta en su escrito del 22 de octubre -cinco días antes de cumplirse la fecha inicial de entrega- que "las fechas estivales de vacaciones desde finales de julio y durante todo el mes de agosto nos han afectado negativamente en muchos de los trabajos previos y su contratación". Además, también añaden que "la complejidad y cantidad de información y su procesado dada la envergadura" ha implicado "más tiempo del inicialmente estimado". Por último, sostienen que "las comunicaciones con la administración se han ralentizado y dificultado durante este período". Por todo ello, el Ayuntamiento ha decidido otorgar la prórroga ampliando así el plazo de redacción del proyecto hasta la última semana de noviembre sin penalización para el contratista.

"Repensar" el proyecto

La reforma de la plaza del Ayuntamiento estaba llamada a ser la gran intervención urbana de esta legislatura, sin embargo, la paralización inicial para "repensar" el diseño retrasó en primer término la adjudicación definitiva del proyecto al estudio ganador del concurso de ideas que impulsó el anterior gobierno municipal de Compromís y PSPV. Tras meses sin avances en el proceso administrativo, hace justo un año el gobierno de María José Catalá aseguró estar "negociando" con el equipo de Miguel del Rey para adaptar el proyecto. Finalmente el 12 de mayo de este año la Junta de Gobierno Local les adjudicó la redacción del mismo. "Responde mucho a la idea que yo tenía de esta plaza", anunció entonces la alcaldesa.

El Ayuntamiento reconoció que el proyecto se ha tenido que "simplificar" porqué la Dana había "cambiado las prioridades". Además, la intervención deberá abordarse "por fases" condicionada por el calendario fallero para que no se vea afectada la celebración de las mascletàs en lo que el propio portavoz municipal define como "la catedral de la pólvora". Todos estos condicionantes hacen prácticamente imposible que Catalá pueda inaugurar la remodelación completa de la plaza en esta legislatura. La acometida de la obra por fases es la única opción para que se pueda materializar algún cambio en este emblemático enclave antes de las próximas elecciones municipales. De hecho la propia alcaldesa reconocía que esperaba que "la gente vea un cambio importante (en la plaza) en 2027”.

Cambio de maceteros

Teniendo en cuenta que estos plazos para las obras complican mucho que Catalá pueda culminar la nueva plaza del Ayuntamiento en esta legislatura, el gobierno municipal ha optado por imprimir su sello con el cambio de uno de los elementos más simbólicos de la peatonalización de la plaza del anterior gobierno: los polémicos maceteros verdes de Ribó.

El gobierno de PP y Vox ha decidido no esperar a la obra definitiva y sustituir los maceteros verdes por otras jardineras de hormigón que cumplen los criterios estéticos de la guía que el propio gobierno elaboró de la mano del 'comité de sabios' formado por arquitectos y urbanistas. En esta intervención -que no será definitiva puesto que las jardineras deberán retirarse temporalmente cuando se acometan las obras- el gobierno ha destinado 430.000 euros. Desde la concejalía justifican que todos los nuevos elementos de mobiliario urbano se reutilizarán o bien en la propia plaza definitiva o en otros proyectos del centro como la plaza de San Agustín o la futura reforma de la calle Colón.