VALÈNCIA (EP). Más de 200 voluntarios participan a partir de este viernes en el 'Campamento Tortuga', una iniciativa que se encarga de la vigilancia continua de los dos nidos de tortuga marina ubidados en la playa de La Punta del Saler, en València, llevados hasta este punto tras haber sido encontrados en dos playas de la provincia. Hasta el día de la eclosión de los 243 huevos, voluntarios y expertos estarán pendientes de su cuidado y protección durante las 24 horas del día para, cuando llegue el momento, "acompañarlos al mar y asegurar su supervivencia".
Así lo ha explicado Carla Eymar, vicepresidenta de la ONG Xalop Mar que participa en este campamento. "Por la mañana nos encargamos de la vigilancia los técnicos y técnicas de la ONG y por las tardes y las noches, cuando más riesgo de eclosión hay, entran los turnos de voluntariado", ha explicado.
Los dos nidos, que se encuentran ahora en la playa de la Punta del Saler, fueron trasladados allí por expertos tras haber sido localizados uno en la playa de El Puig y otro en Piles, playas que no se consideraron adecuadas para su incubación.
En total, son 243 los huevos que se incuban en los nidos, 116 en uno y 127 en el otro, de los cuales se espera un éxito de eclosión de entre un 65 y un 90 por ciento. "Es una buena playa, se incuban a unas buenas temperaturas, no tenemos miedo de que se puedan inundar por las mareas al estar en alto y las inclemencias meteorológicas están controladas por los voluntarios y voluntarias", ha añadido Eymar.
Los expertos han podido identificar a la madre de ambos nidos como la misma tortuga, ya que se pudo detectar su posición al habérsele puesto un transmisor satelital en Cataluña en el margen del proyecto Ingenni-Careta.
Cambio climático
Jesús Tomás, miembro de la unidad de Zoología Marina del Instituto Cavanilles de la Universitat de València, ha explicado que debido al cambio climático "estamos teniendo desde hace unos años anidación de tortugas marinas en nuestras playas y vamos a tener que convivir con nidos en las playas, llenas de turistas, con limpieza de playas y con maquinaria".
"Desde el primer momento, todas las instituciones que trabajamos con tortugas marinas, coordinadas por la Universitat de València y la Conselleria, adoptamos un protocolo. Los nidos se traen aquí desde 2006, a la playa de la Punta del Saler, porque es una playa de protección integral donde los huevos funcionan perfectamente", ha continuado.
El proceso de incubación dura al menos 45 días y depende de la temperatura. Si es muy fría puede llegar a durar 70 días, pero "lo normal", según detalla, son entre 50 y 55.
Desde la eclosión hasta que las tortugas llegan finalmente al mar, pueden pasar "horas" ya que deben pasar por unos exámenes necesarios. "Se deben hacer todos los estudios pertinentes de pesado, medición, ver que todas están activas, que están bien, para asegurar así su supervivencia máxima, porque es una especie vulnerable y tenemos muy pocos nidos", ha apuntado Eymar.
Los voluntarios y técnicos acompañan después a las tortugas hasta la orilla, ya que su estado neonato les convierte en un "manjar" para el resto de animales que habitan en el Mediterráneo valenciano. "Nacen con mucha actividad y nada más llegar al mar van a intentar cobijarse y esperar a crecer un poco para intentar ser fuertes y que el caparazón se endurezca para sobrevivir en el entorno natural", ha apuntado.
Más hembras que machos
En este verano la previsión de los expertos es que nazca un mayor número de tortugas hembras que de machos. Eymar ha detallado que lo que sexa a las tortugas marinas es la temperatura, y cuando esta supera los 29 grados centígrados, "es cuando comienzan a salir más hembras que machos".
A pesar de esto y de las altas temperaturas vividas en las últimas semanas, Eymar sigue apostando por unos resultados más equilibrados en cuanto al sexo de las tortugas, al haber conseguido, en la playa de Punta del Saler "un equilibrio perfecto de temperaturas".
Ante la presencia cada vez mayor de esta especie en las playas de la Comunitat Valenciana, los técnicos y expertos han hecho un llamamiento a la necesidad de "aprender a convivir y cohesionar la nidificación de tortugas con el turismo".
Las principales amenazas para los nidos son las basuras que les impiden llegar al mar al enredarse con ellas, pero también la limpieza de playas con maquinaria que amenaza los nidos o la presencia de sombrillas y la contaminación lumínica. "Se tiene que trabajar con los ayuntamientos todos estos aspectos para compatibilizar la iluminación, el turismo y la limpieza con la nidificación de tortugas marinas", ha destacado Tomás.
"Esta es una especie vulnerable y tenemos que protegerla, tenemos que aprender a convivir con ella porque esta especie es de nuestras aguas, es una especie autóctona y tenemos que sacarla de ese catálogo de vulnerabilidad y volver a tenerlas aquí, que sigan reproduciéndose, que se sigan alimentando y que sigan escogiendo nuestras playas para poner sus huevos", ha concluido Eymar.