Válvulas Arco vuelve al beneficio tras la refinanciación de su deuda

VALÈNCIA. La valenciana Válvulas Arco mantuvo su ritmo de negocio en el ejercicio de la refinanciación de su deuda. Así se desprende de las cuentas consolidadas depositadas por la compañía en el Registro Mercantil, en las que la industria se anota unos ingresos de 62,3 millones de euros, una cifra prácticamente idéntica a la del año anterior.

Por lo que respecta al resultado, el balance de la fabricante y comercializadora de válvulas refleja un salto cualitativo. La compañía ha pasado de cerrar a cero -sin pérdidas ni ganancias reseñables- a lograr un beneficio de más de dos millones de euros.

Según detalla la empresa en su informe de gestión, "el grupo incurrió en pérdidas en ejercicios anteriores como consecuencia, fundamentalmente, de la reducción experimentada en su volumen de actividad y del cese de actividad de determinados negocios no rentables junto con las medidas de reestructuración que todo ello conllevó, lo cual ha afectado negativamente a su situación patrimonial y financiera".

"En este contexto, el grupo ha actualizado su plan de negocio para los próximos ejercicios, cuyas principales consideraciones suponen el crecimiento de las ventas, fundamentalmente en los mercados de exportación, así como la mejora continua en los procesos productivos y el continuar con las actuaciones encaminadas a adaptar su estructura y volumen de gastos al nivel de actividad previsto", agrega la mercantil presidida por José María Ferrer.

Reducción del activo inmobiliario

Las cuentas de la enseña también explican sobre sus activos inmobiliarios -tasados en 13,4 millones de euros tras la refinanciación de su deuda- que "el Administrador Único ha alcanzado determinados acuerdos orientados a su venta con el objetivo de reducir el nivel de endeudamiento". Al termino del pasado ejercicio 2016 tal cantidad ya había sido  reducida a 6,2 millones de euros.

Válvulas Arco, como informó este diario, despejó su futuro en marzo de 2016 tras meses de incertidumbre al lograr que el pull bancario que concentra la deuda de la compañía autorizara su refinanciación. La operación, que también afectó a filiales del grupo como Ibergesfer u Open Futur, se produjo finalmente fuera del Proyecto Fénix para el rescate de firmas industriales en el que quiso incluirla el Gobierno de España.

El pacto se alcanzó con todos los acreedores para la reestructuración de la deuda de la multinacional, entidades bancarias entre las que se encuentran Santander, Caixabank, BBVA, Sabadell, Bankia y Bankinter.