VALÈNCIA. Que lo de Jaime, Juan y Fernando Bosch es una historia de persistencia, no se puede negar. Estos tres emprendedores valencianos son los creadores de Voicemod, un modulador de voz para gamers y streamers que ya acumula más de tres millones y medio de usuarios pero que, si no hubiera sido por su perseverancia, a día de hoy se habría quedado por el camino como tantas otras startups.
Los tres hermanos llevan emprendiendo juntos desde hace más de diez años y Voicemod nace como un proyecto propio dentro de una empresa de desarrollo a medida. "Es casi como una necesidad de explorar una nueva plataforma, las de las aplicaciones móviles", explica Jaime Bosch. Con un iPhone 3GS en sus manos, allá por 2009, nacía como una prueba que acabó convirtiéndose en el eje central de sus esfuerzos.
Ahora, su aplicación es utilizada por jugadores de videojuegos online como Fortnite y otros battle royale para personalizar su voz en los chats de proximidad de estas plataformas -donde es posible comunicarse con otros jugadores cercanos en el campo de batalla-. Entre las más de 75 posibilidades que disponen en su plataforma está desde hablar con voz de Papa Noel a helio o un autotune que suena a un cantante de trap.
Jaime, Juan y Fernando optaron por un proyecto destinado a la voz al tener los tres entre sus aficiones la música. "Sabíamos que iba a necesitar tiempo fuera de la oficina y tenía que ser algo que nos gustara", reconoce Jaime. "Mirando un poco el mercado de apps que había en ese momento en Estados Unidos, encontramos una que se llamaba Voices y que permitía grabar una nota de voz y aplicar filtros. Tenían un blog y publicaban sus métricas y vimos que en seis meses había ganado medio millón de dólares", explica.
Entonces, decidieron poner en marcha una app similar, pero en tiempo real. Sacaron la primera versión al mercado en diciembre del 2010 y hasta diciembre de 2013 trabajaron paralelamente con su compañía de desarrollo. Sin embargo, llegó un momento en el que, tras una campaña de marketing en Francia que funcionó muy bien con 450.000 descargas en un día, decidieron dedicarse a tiempo completo.
En 2014 pasó por su camino Demium Startups y Jorge Dobón, quien les introdujo en el mundo de las aceleradoras de empresas y los business angels. "En ese momento la aplicación tenía ya dos millones y pico de descargas pero teníamos un problema de engagement", recuerda. Intentando resolver el problema decidieron dar un paso más y que pudiera utilizarse su servicio a través de las llamadas, misión con la que entraron a la acelerador Wayra.
Después de estar a vueltas con llamadas VoIP a tiempo real, video selfie y otros usos alrededor de la modulación de voz se dieron cuenta de que estaban en el mismo campo que Snapchat o Facebook con sus filtros, por lo que al no conseguir monetizar su tecnología decidieron licenciarla a través de un plugin para Windows y Android. Sin embargo, aunque consiguieron desarrollares, los ciclos para monetizar se alargaban y el dinero en caja se acababa.
En 2017 decidieron abordar el último plan, que les permitiría continuar o terminar con el proyecto. Habían detectado que, a pesar de estar enfocados a las apps, una parte del tráfico les llegaba era a través de ordenadores. En ese momento se dieron cuenta de que se trataba de un nicho de jugadores gamers que buscaban utilizar diferentes voces en el chat de proximidad de juegos de battle royale. Aprovechando que en Windows es posible hacer una aplicación que se integre con el resto de aplicaciones como una capa más, lanzaron el 22 de noviembre de 2017 su primera versión con 25 voces gratuitas.
"Lanzamos sin modelo de negocio porque no nos daba tiempo a programarlo y queríamos medir el comportamiento y ver si tenía sentido seguir. Entonces nos dimos cuenta de que sí, que con esa fórmula sí se generaba el engagement", explica Jaime. En diciembre captaron 9.000 usuarios, en enero llegaron a los 40.000 y entonces pensaron que, con ese volumen, podrían tener un porcentaje de compra suficiente para ser rentables.
"Hicimos un plan con un inversor nuevo a tres meses -enero, febrero y marzo-. Pusimos unos hitos y en cuatro horas creo que habíamos superado los objetivos marcados", asegura. Ahí llegó su punto de inflexión, lo que les permitió recuperar a una parte de su equipo perdido por el camino y, un año y medio después, tener 3,5 millones de usuarios, 15 trabajadores y estar en break even. Entre sus inversores se encuentra Pinama, Wayra, Demium o Jon Fatelevich.
Su actual modelo de negocio es fremium y permite descargar gratis la app. Dentro hay tres formas de adquirir el producto: pagar y tenerlo para siempre, una suscripción trimestral o una suscripción anual. Además, también es posible crear voces desde cero con Voicemaker y lanzar sonidos en directo con un Meme Board.
El 50% de su facturación llega desde Estados Unidos. "Nos enfocamos mucho al mercado americano porque es el que mejor convierte. Funciona muy bien en Estados Unidos, Canadá, Australia, Alemania, Francia y los países del norte de Europa", señala Jaime. Además, han abierto recientemente Latam después de que El Rubius, un conocido Youtuber, decidiera de forma espontánea en el mes de marzo realizar un vídeo con su tecnología. "Hay una canción del Rubius en Spotify hecha con Voicemod".
Ahora su intención es acercarse al mercado asiático. "Tenemos un poco de tráfico en Corea del Sur, en Japón y mucho más residual en Taiwan. Queremos dirigirnos a este tipo de países, pero sobre todo a China, donde se encuentra prácticamente el 50% de jugadores de videojuegos a nivel mundial", explica.