VALENCIA. Si has decidido volver a unirte a esa moda que va y viene entre los adultos, la del patinete, en el caso de estar circulando por Valencia estarás cometiendo una ilegalidad. Sin embargo, es cada vez más habitual ver en las grandes ciudades como personajes famosos o defensores de la movilidad sostenible utilizan esta fórmula de desplazamiento, aunque por muchos considerada como un juguete, a modo de medio de transporte para distancias cortas.
Aunque la bici es la que lleva la voz cantante en la movilidad sostenible, actualmente la ordenanza municipal, aprobada durante el Gobierno de Rita Barberá y que próximamente será revisada por la concejalía de Movilidad, solo deja hacer uso del mismo por el aire. Y es que prohibe circular con “patines, monopatines y similares por las aceras, zonas peatonales y calzadas de uso público”. Solo queda usarlo como forma de deporte en zonas acotada, algo que anda tiene que ver con la movilidad.
Mientras que la bicicleta ha conseguido hacerse su hueco entre carril bici y calzada, aunque también con complicaciones, lo cierto es que en otras ciudades tampoco tienen claro por dónde debe circular, si acera, carril bici o calzada. En otras ciudades, como en Zaragoza, sí que es posible ir por las aceras y vías para ciclistas, una ordenanza similar a la que se sale dar al uso de patines. En el caso de una de los países con mayor uso de esta forma de desplazamiento, Francia, se indica que los patinetes deben circular por la acera asimilándolos a los peatones, pero con una velocidad moderada.
La cuestión es que en España se deja margen a los ayuntamientos para prohibir o aprobar este tipo de prácticas. Muchos de los que utilizan bicicletas no entienden por qué algunos prefieren un patinete a ésta. Sin embargo, los defensores apuntan a su ligereza, ya que las plegables suelen pesar más de nueve kilos, mientras que un patinete urbano para adultos pesa entre cuatro y cinco. También destacan que abulta bastante menos una vez se plega, lo que permite llevarlo en el transporte público a cualquier hora.
A esto se suman que es más barato, necesita menos reparaciones y al poder meterlo en los sitios es más fácil no sufrir un robo. Algunos también destacan que es una fórmula que convive mejor con el tráfico peatonal al permitir una mayor capacidad de reacción, frenado y cambios de velocidad inmediatas, además de ocupar un espacio equivalente a un peatón. En Valencia, actualmente, las multas por ir en este vehículo están más supeditadas a que la policía local que te llame la atención actúe con mayor o menor severidad.
“Multan y depende de si el agente es más o menos condescendiente y ponga una mayor o menos sanción”, explica Giusseppe Grezzi, concejal de Movilidad. “Es importante regularlo, en París hay mucha gente que va en patines en línea y patinete, es movilidad sostenible, y tenemos que regularlo”. Para ello se reunirán con las asociaciones de vecinos y las de patinadores con el fin de llegar a un acuerdo que no perturbe la convivencia ciudadana. “Nosotros tenemos nuestra idea pero no queremos imponer nada, pero tenemos que adaptarnos a este nuevo fenómeno”. Para Grezzi, la normativa vigente en París es muy interesante y también apunta al modelo de Barcelona y su movimiento skater.