Vuelve Tenderete, el paraíso de los libros maleantes

VALÈNCIA. ¡Vuelve Tenderete, uno de los actos gamberros más organizados de València! La 19º edición de la feria de autoedición y fanzine vuelve a Las Naves y vuelve a celebrarse, el primer reencuentro desde el confinamiento, tras la experiencia exprés del Guterfes el pasado mes de octubre. Tenderete es ya una fecha fija en el calendario, una de las citas culturales imprescindibles que se ha diferenciado y consolidado en la agenda de la ciudad. Y ayer, el ambiente lo confirmaba.

El patio y la biblioteca de Las Naves era un continuo ir y venir de gente, que pasaba por los stands de los más de 70 participantes, entre artistas individuales y colectivos. Tenderete también recupera en esta edición la presencia internacional, con seis stands de artistas procedentes de Portugal, Italia, Bélgica y Francia.

El abanico de posibilidades de la feria es amplísimo: desde artistas consagrados de cómic o soportes gráficos hasta estudiantes de Bellas Artes o movimientos sociales; desde el libro de artistas hasta el fanzine más macarra, desde la gratuidad hasta los 50 euros. Todo cabe, aunque a todo lo cubre una capa de contestación, de papel maleante, de discurso infamable. El equilibrio entre los libros de artista y las autoediciones más propagandísticas también está ahí.

Entre los stands, POLVORA, del que ya hablo este diario, un colectivo valenciano que se estrenó este otoño editando fotolibros. O Gata Negra, un colectivo anarquista feminista diseminado internacionalmente que trae a València fanzines anarquistas ingleses que les sirven para financiar los suyos, disponibles solo online. am1gxs presentan un mini-zine a linoleo sobre la defensa de todo aquello que debemos defender. Handshake presentan su primer libro de texto y un fotolibro sobre baños públicos en Japón. Manuela Lorente presenta Él pone la música, nosotros bailamos, un fotolibro disfrazado de una historia negra.

En la cafetería, una corro de sillas y un micrófono basta para presentar, en una especie de micro abierto llamado Zine-forum, los proyectos personales que traen diferentes personas. Además de los stands, hoy (en su segunda y última jornada), hay un taller de collage, una rifa fanzinera, y la presentación del proyecto Impresas (una autoedición surgida de un taller hecho en prisiones de mujeres) y de la nueva editorial CASA, que ya era un proyecto de formación doméstica en fotografía.

La cita más política del libro

La singularidad de Tenderete como feria es, sin duda, el carácter desacomplejado y contestatario de su selección de artistas. Discursos radicales, ediciones desde abajo, filosofía Do It Yourself, capacidad de convocatoria. Se distancia así de otras citas que marcan una temática o un formato de libro para acoger todo lo que signifique autoedición.

A lo largo de los años, la cultura del fanzine se ha instalado en València para hacerse una realidad cultural que camina por los bajos fondos, que difícilmente se encuentra más allá del trato personal con la persona que lo hace sino es en la feria. Una realidad que se escapa a los medios, a las instituciones, y que tiene como punto de partida y destino la calle y la divulgación por redes sociales. Otros eventos e iniciativas han tenido su germen en Tenderete. La feria también ha sido la chispa que ha prendido otras iniciativas como Recreo, la feria de libro de artista.

La cita, organizada por la Asociación Vendo Oro, celebra 19 ediciones que han resistido a enésimos cambios de lugar. Desde 2018 venían desarrollándose en el Centre del Carme y ahora vuelven a Las Naves, la sede que más veces ha acogida la feria desde su nacimiento. Hoy es el último día de esta edición, que se cerrará a las 20. El mejor lugar donde encontrar un regalo de Reyes que no te ha pedido nadie.