Edificio histórico, de gran valor icónico, creado por la II República, convertido en epicentro cultural y político de la Transición, en los últimos años ha padecido un deterioro similar al de la percepción entre la ciudadanía de aquella época. Desde la salida de la última residente en 2012 y la celebración de la última actividad, el edificio ha sufrido, además del deterioro por el paso del tiempo, un abandono que se tradujo incluso en una okupación. Los okupas tomando la Transición, toda una metáfora.
El guante lanzado por Martínez no fue en vano. La candidata María Antonia García Benau pensó en ese mismo emplazamiento para presentar su candidatura y realizar la colocación simbólica del primer cartel. Símbolo sobre símbolo, la propia García Benau se refirió a ello y puso el énfasis en que con la elección de este emplazamiento ella y su equipo buscaban incidir en los problemas reales que acucian a la institución y que no se han solucionado en los últimos cuatro años.
“¿Por qué delante del Luis Vives?”, se preguntó. “Nada simboliza mejor la necesidad de este cambio como el edificio del Luis Vives”. Tras recordar la historia del edificio, rememoró que fue precisamente en ese emplazamiento donde hace ochos presentó su candidatura, la que dio la sorpresa y se situó en la terna final, disputándole el rectorado a Esteban Morcillo.
“Una Universitat que ha sido simplemente gestionada”
“El Colegio Mayor Luis Vives debe recuperar su uso como lugar de encuentro y de debate, un espacio de apertura. El deterioro de este lugar es el símbolo de una Universitat paralizada y encerrada en sí misma, una Universitat que ha sido simplemente gestionada”, apuntó con agudeza. “El Luis Vives no es un edificio, es un símbolo de que el sueño de muchas personas fue posible y volverá a ser posible”.
La candidata a rectora de la Universitat de València lanzó su propuesta de convertir el Colegio Mayor Luis Vives “en un lugar que centralice todos los servicios a estudiantes, hoy dispersos, y en recuperar el edificio para la participación de los alumnos, así como de nuestros mayores. Pero creemos que las políticas públicas deben someterse a procesos participativos que las mejoren y que innoven desde las ideas de nuestras personas”.
La restauración costará de nueve a 10 millones
También Mavi Mestre se refirió al edificio durante la presentación de su candidatura. Así, al finalizar el discurso, durante el turno de ruegos y preguntas adelantó que hay preparado ya un proyecto básico cuyo coste final rondaría, según avanzó el vicerrector de Economía e Infraestructuras, Juan Luís Gandía, en torno a nueve ó 10 millones de euros.
Si bien no se concretó ningún detalle al respecto de que se haría tras la rehabilitación del espacio, Mestre se comprometió a que el edificio estaría recuperado durante su mandato. Una promesa que se une a las avanzadas por los otros candidatos y de lo que se puede esperar un futuro mejor para esta joya de la arquitectura valenciana obra de Javier Goerlich.
Foto: KIKE TABERNER
