EL DEPARTAMENTO QUE DIRIGE CARLOS GALIANA TIENE MÁS DE 1.100 LICENCIAS POR TRAMITAR

El 70% de funcionarios ha dejado la oficina de licencia de actividades de València desde 2015

1/02/2018 - 

VALÈNCIA. 34 funcionarios han abandonado el Servicio de Actividades del Ayuntamiento de València desde el comienzo de la legislatura. La cifra supone casi el 70% de los trabajadores del departamento encargado de gestionar las licencias, el cual consta de medio centenar de funcionarios. El dato fue facilitado al concejal de Ciudadanos Narciso Estellés por el concejal de Actividades, Carlos Galiana, de Compromís, en una respuesta al pleno registrada el pasado 12 de enero.

Si bien el Ayuntamiento de València ha incorporado personal para desatascar este departamento, el hecho de que haya un 70% de provisionalidad para un servicio de esta entidad, aseguró Estellés, "es muy perjudicial ya que en este departamento se acaban tratando temas complejos de urbanismo y seguridad". 

Desde el Ayuntamiento aseguraron que era una situación que "pasa en todos los servicios" y que lo importante es que el departamento "no ha perdido personal". Entre los funcionarios que habrían abandonado esta oficina se encontraría una administrativa que ahora trabaja a las órdenes de otro concejal de Compromís. 

Con 1.194 licencias de actividades pendientes de tramitar, a fecha de octubre del año pasado, este departamento del Ayuntamiento de València es uno de los que mayores problemas tiene para poder dar salida a las peticiones de los ciudadanos. De tal forma que ya comienza a ser habitual que haya negocios que hayan abierto, funcionado un tiempo y cerrado, sin haber recibido la licencia, operando gracias a la ‘Declaración Responsable’, una figura sustitutiva durante el tiempo de licitación.

De hecho, el consistorio se ha visto obligado a articular mecanismos para poder agilizar proyectos considerados prioritarios, como l’Alqueria del Basket o Bombas Gens. Según los propios datos del Ayuntamiento, en 2015 se solicitaron 1.499 licencias, 1.480 en 2016 y 995 durante los 10 primeros meses del curso pasado. En paralelo, en 2015 se presentaron 314 declaraciones responsables de actividad; 320 en 2016 y 189 hasta octubre de 2017.

Proyectos millonarios atascados

Entre los proyectos que se encuentran atascados se halla alguno tan emblemático como la Alquería Julià, que supondría una inversión de cerca de dos millones de euros por parte de Bankia.

Dentro de las medidas adoptadas para desbloquear el departamento, el pasado 15 de diciembre Actividades asumió competencias que actualmente estaban en el Servicio de Bomberos con el fin de agilizar la tramitación de los expedientes y no tener la necesidad de efectuar traslados y reproducciones a otros unidades de la corporación. Ni aún con eso se ha conseguido minimizar un atasco que según Estellés “equivale a un ejercicio entero  de licencias de actividad”.

Para Estellés una de las explicaciones de que el problema se haya agravado en los últimos meses se deriva de que el Proyecto de Dinamización de Actividades y Obras de Junta de Gobierno Local de febrero de 2017 “no ha avanzado casi nada aún”. “Y no tenemos claro que sea la solución”, añadía.

Asimismo recordó que el anuncio de recurrir a entidades certificadoras externas, decidido en Junta de Gobierno Local en julio de este año pasado, todavía no se ha puesto en marcha. Para el concejal de la formación naranja, uno de los errores del Govern de la Nau ha sido desestimar el ofrecimiento de los colegios profesionales para actividades y obras, a pesar de que tanto su formación como el PP presentaron mociones sobre el mismo tema.

Valoración política

“Es increíble en una sociedad del siglo XXI que hayan negocios que nacen y mueren antes de que se les haya concedido la licencia de actividad”, aseguró. Para Estellés el Ayuntamiento “se ocupa en dar patadas hacia adelante con continuos cambios normativos”. “Estamos padeciendo una legislatura de anuncios que incluyen nuevas ordenanzas municipales y modifican otras sin que quede justificado previamente la necesidad de estos cambios, sin que se expongan claramente las deficiencias de la normativa antigua que ha conllevado la necesidad de una nueva”, dijo.

Desde su punto de vista “no es un tema de procedimiento, sino de clara voluntad política de poner al Ayuntamiento al servicio de la actividad económica y del crecimiento de los negocios en València. Y también de capacidad de gestión. Los tiempos de la 'Administración' deberían acoplarse a los de la sociedad”, apostilló.

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