VALÈNCIA. El incremento de los precios del alquiler en España, con especial impacto en la ciudad de València, llevó al alcalde Joan Ribó a lanzar durante la campaña electoral para las municipales del pasado 26 de mayo una propuesta para hacer frente a esta situación: la creación de una empresa mixta municipal para construir 600 viviendas públicas de alquiler asequible similar a la de ciudades europeas como Viena.
La capital austriaca cuenta con una larga trayectoria en vivienda social que data de 1920, cuando levantó su primer inmueble con estas características. Para ello, cuenta con la compañía pública Wiener Wohnen que administra 220.000 inmuebles sociales. Además, ha desarrollado un modelo caracterizado por alquileres asequibles con precios fijos y una fuerte inversión pública, vía impuestos autonómicos y nacionales. Un modelo que ha captado la atención del primer edil de la ciudad.
De acuerdo con el Plan Estratégico de Vivienda del Ayuntamiento de València, el mercado del alquiler en la ciudad ha experimentado un descenso en la oferta de viviendas del 79% desde 2014, lo que ha supuesto un aumento del 20% en los precios.
Con estos datos, el grupo municipal de Compromís plantea un modelo de empresa mixta, con porcentajes todavía por definir, en la que el Ayuntamiento aportará el suelo necesario para la construcción de los inmuebles y buscará "uno o varios socios encargados de las obras y la gestión del nuevo parque de viviendas de alquiler a precio asequible", explican a Valencia Plaza fuentes de la formación.
"Los porcentajes de participación irán en función de las aportaciones de capital de cada una de las partes. La idea es que el Ayuntamiento aporte parcelas y el socio privado, capital y conocimiento del sector. A partir de ahí sería importante un equilibrio en esta participación alrededor del 50% cada una de las partes", explican.
En todo caso, puntualizan que "ya sea un promotor, una entidad financiera, o un gestor de arrendamientos, a través de las condiciones y mejoras del proceso de licitación con el Ayuntamiento, se fijarán unas condiciones específicas que marcarán unos precios de alquiler tope que serán asequibles"."Se trata de unir los recursos necesarios para hacer frente a la situación que vivimos de incremento de los precios de alquiler en València a causa de la precarización del parque de viviendas. Esta es la manera de hacerlo de una forma ágil y eficaz, para poder dar a la ciudadanía una solución al problema con plazos más rápidos a los que habitualmente corresponden a las administraciones públicas", destacan.
Sin desembolso de dinero para el consistorio
Este modelo implica, según detallan, que el Ayuntamiento de València no tiene que desembolsar dinero, ya que el coste de la construcción, de las al menos, 600 viviendas previstas en este mandato, lo lleve a cabo el socio privado a cambio de la cesión de terrenos municipales actualmente en desuso. Su gestión posterior se haría a través de la empresa mixta, "con el control del Ayuntamiento".
Respecto a los precios, su estimación se formalizará en el momento de acordar con la entidad privada su gestión, aunque el objetivo es "facilitar al máximo el derecho de acceso a una vivienda para los vecinos", especialmente a colectivos vulnerables como familias con salarios medios o bajos con dificultades para costear un alquiler a precios actuales y personas jóvenes que, incluso con un trabajo, no pueden a día de hoy independizarse.
Por otro lado, y en la línea de controlar los precios de los alquileres, inciden en exigir al Gobierno que permita a los ayuntamientos "marcar un precio máximo de alquiler en zonas saturadas de las ciudades y definir los pisos vacíos" para "poder aplicar bonificaciones en el Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IBI) a los propietarios que alquilan sus viviendas" y, por el contrario, "penalizar a los grandes propietarios de más de diez pisos que retienen el parque de viviendas sin darles uso".
Evitar "una nueva burbuja"
Con esta propuesta, se busca "dar respuesta de manera ágil a las necesidades ciudadanas". Y es que aseguran que esta empresa permitirá, como institución pública, "aportar soluciones a la carencia de vivienda de alquiler a un precio asequible, sin tener que programar su salida al mercado en un plazo de tiempo demasiado extenso, que podría durar lustros o décadas".
"Este modelo permitirá evitar la explosión de una nueva burbuja inmobiliaria en la ciudad, influir e incidir en los precios del alquiler en València, además de ofrecer una alternativa de calidad a precios razonables a una gran parte de la población que a día de hoy ve como se incrementan sus alquileres a un nivel evidentemente mucho mayor que el de sus salarios", destacan.
Otras vías
En cualquier caso, esta no es la única vía que pone encima de la mesa el grupo municipal de Compromís para la creación de un parque de viviendas de alquiler asequible. También destaca el papel de la empresa pública Aumsa que ha recibido un crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que se destinará a la construcción inmediata de 340 viviendas públicas. En la actualidad, la mercantil gestiona un parque de 469 viviendas en régimen de alquiler y 112 de alquiler con opción a compra. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento tiene una tercera herramienta: construir viviendas a través de cesión de derechos de superficie a promotores o cooperativas.
No obstante y en plenas negociaciones para la conformación del nuevo gobierno municipal, está por decidir qué partido asumirá el área de vivienda y cuáles serán sus planes en esta materia y si, entre ellos, encaja este modelo.
Joan Ribó. Foto: KIKE TABERNER
