ALICANTE. El sector inmobiliario ha conseguido aguantar el tipo durante la primera mitad del año, a pesar del impacto de la pandemia en el segundo trimestre, y solo al final del verano ha comenzado a flojear, con la irrupción de una segunda ola más virulenta y más temprana de lo que se preveía. Sin embargo, tanto las promotoras como los consultores coinciden en señalar la existencia de una demanda latente que esperan que eclosione en los próximos meses, y que paradójicamente podría beneficiarse de la experiencia vivida durante el confinamiento.
Así, se vislumbra una tendencia clara en los próximos años, que es la denominada built to rent. Contra la atávica tendencia del mercado español a buscar la propiedad, varios estudios apuntan a la consolidación de una cultura del alquiler más arraigada en otros países europeos, y que estaría derivando a los grandes promotores hacia esta fórmula: construir para alquilar, en lugar de poner a la venta. No solo para estancias cortas (el alquiler turístico), como ya están haciendo algunas promotoras que buscan directamente inversores, y no habitantes, para sus viviendas en la costa: también como forma habitual de disfrutar de la primera vivienda.
Un buen indicador de la irrupción de esta tendencia es la operación protagonizada esta misma semana por Neinor Homes, que ha adquirido el 75% de la compañía Renta Garantizada, con más de 2.500 viviendas bajo gestión. Con esta adquisición estratégica, la promotora integra una compañía operativa a su plataforma de alquiler, que actualmente cuenta con 1.200 unidades en desarrollo. Con la compra, Neinor acumula una cartera de cerca de 4.000 unidades que irá aumentando gradualmente los próximos años, y su consejero delegado, Borja García-Egotxeaga, afirma que se trata de una operación estratégica que les permitirá consolidar su "posición líder en el mercado e impulsar su negocio de alquiler".
La segunda gran tendencia, en este caso referida al tipo de vivienda predominante en los próximos años, está aún más directamente relacionada con el poso que ha dejado la pandemia, si cabe. Cada vez más, los compradores buscan viviendas con jardín (bien individuales, bien en residenciales con amplias zonas verdes) y alejadas del centro urbano de las grandes ciudades. Una búsqueda que se centra bien en el extrarradio de los grandes núcleos, bien en ciudades secundarias próximas a dichos núcleos, según explican desde la consultora CBRE. Una opción pensada en clave de un posible nuevo confinamiento (general o individual), merced al coronavirus o a cualquier otra pandemia que pueda llegar en los próximos años. No es lo mismo estar confinado en un apartamento en el centro de la ciudad que en una casa con balcón o terraza, jardín, alejada de las grandes aglomeraciones.
En cuanto al comportamiento de la demanda, varios informes coinciden en que podría no solo esquivar el impacto del covid en otros sectores, sino incluso verse beneficiada. Aunque el confinamiento y las limitaciones a la movilidad han ralentizado la formalización de algunas operaciones previstas para este año, no han minado el interés de los compradores, especialmente de los extranjeros, que miran a la Costa Blanca como la mejor opción para un nuevo confinamiento. Así lo trasladan portavoces de las dos principales promotoras de la provincia y referentes en el turismo residencial, TM Grupo Inmobiliario y VAPF. Ambas han mantenido un buen ritmo de ventas hasta agosto, y perciben el interés en sus mercados habituales en el norte de Europa.
Ladrillo con antivirus: la covid no impacta en la demanda ni los precios
La recuperación del sector inmobiliario español, de hecho, gana terreno desde mayo, encontrándose a finales de agosto más cerca de alcanzar los niveles que se registraban antes de la llegada de la pandemia y con una previsión de recuperación en forma de 'V', aunque se sitúa aún "lejos" de los niveles precovid, según el índice 'CBRE Recovery Index', que mide la evolución de la recuperación del sector inmobiliario y que elaboran los equipos de Data Science y Research de CBRE España. En cuanto al Barómetro Inmobiliario realizado por UCI y Sira, se apunta a que el sector de la intermediación ha conseguido superar la pandemia y aumentar la cuota de mercado. Los precios, por su parte, no presentan grandes caídas en los meses de verano: más de la mitad de inmobiliarios afirma que se mantienen estables y un 30% que ha descendido entre un 5-10% su valor.
Un reciente estudio de la Universidad de Alicante (UA) para la asociación de promotores alicantinos, Provia, publicado en julio, apuntaba en la misma dirección: el estado de alarma no influyó en los precios de la vivienda nueva, que se mantuvieron con un importante respaldo, ya que están vendidas tres cuartas partes de las viviendas en marcha (lo que significa que las ventas se cierran prácticamente sobre plano). Asimismo, hasta el 31 de mayo se había producido solo un 3% de cancelaciones, y solo un 19% de los encuestados consideraba que el volumen de cancelaciones sufrido fuese superior al habitual. En este sentido, los promotores consideran (un 67%) que la demanda de primera vivienda se mantendrá tras la pandemia.