ALICANTE. La histórica firma alicantina de transporte de combustibles por carretera Hijos de Román Bono Guarner SA, fundada por los herederos del conocido político y empresario alicantino del siglo XIX y presidida por el expresidente de la extinta CAM Román Bono Guardiola, vive tiempos convulsos. Cuatro de las seis cooperativas de transportistas con las que trabaja van a echar el cierre, y uno de sus socios, Inmobiliaria Tabarca SL, quiere que el consejo de administración de explicaciones sobre las causas y el impacto que dichos cierres tendrán en la actividad de la sociedad.
La junta de accionistas está convocada para el próximo 26 de mayo, tal como se ha publicado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) de Alicante. A petición de Inmobiliaria Tabarca, que posee el 37% del capital de la empresa de transportes, el consejo que preside Bono Guardiola ha tenido que ampliar el orden del día para dar explicaciones sobre el cierre de las citadas cuatro cooperativas de transportistas: Tractoinnova, Zebratrans, Lorryinnova y Vegatrucks. Hasta ahora, la empresa trabajaba con seis cooperativas, cuyo principal cliente es la propia Hijos de Román Bono Guarner.
El accionista que ha solicitado las explicaciones es una promotora dirigida por la hermana del presidente, María Rosario Bono Guardiola. Según se indica en el anuncio del Borme, solicitó las explicaciones "mediante requerimiento notarial", el pasado 26 de abril, por lo que el consejo de administración ha tenido que ampliar el orden del día para incluir, como punto cuarto, la explicación de "los motivos por los que se va a proceder con la disolución y liquidación de solo cuatro de las seis cooperativas relacionadas con la sociedad, así como explicación de las causas de disolución alegadas por los correspondientes consejos rectores". En el quinto punto, se ofrecerá "información sobre el impacto que tendrá en la sociedad" estos cierres, y en el sexto, se aprobarán las "medidas implementadas para eliminar o mitigar las implicaciones" de esas disoluciones.
La firma de los Bono Guarner, heredera de un imperio empresarial que inició con una empresa de chocolates (La Industrial Alicantina, en el barrio de San Blas) el político y empresario que da nombre a la calle junto a la estación de Adif, está especializada en el transporte de combustible por carretera. Su principal y casi único cliente es Cepsa, con quien tiene un contrato de transporte y distribución desde 1998. En 2014, Cepsa traspasó a la empresa alicantina también el servicio domiciliario, con la consiguiente subrogación de trabajadores y compraventa de camiones, y los resultados de Hijos de Román Bono Guarner SA comenzaron a dispararse. Entre ese año y 2017, último del que pueden consultarse sus cuentas (las de 2018 se aprobarán, si procede, en esta junta), la facturación de la firma creció un 22% hasta rebasar los 10 millones de euros.
Al margen de su contrato con Cepsa, la firma también ha prestado servicios para la empresa Saras Energía, también para el transporte por carretera, y tiene vigentes contratos con Disa Península y Petroli. Asimismo, entre 2012 y 2015 adquirió el 24% del capital de dos firmas del sector, Transportes Salas Simo y Transportes y Logística de las Islas Baleares por 1,2 millones de euros, de los cuales en 2017 había recuperado cerca del 40% de la inversión gracias a los beneficios de dichas sociedades, y esperaba completar el plan de retorno en 2022.
El requerimiento notarial de Inmobiliaria Tabarca SL al consejo de administración de Hijos de Román Bono Guarner SA del que forma parte la propia María Rosario Bono Guardiola que administra la promotora resulta especialmente llamativo si se tiene en cuenta que, hasta el año pasado, el cargo de presidenta del consejo recaía en ella misma. Más bien parece apuntar a unas desavenencias en el seno de la familia que explicarían por qué, tal como destaca el auditor de las cuentas de 2017 en su opinión con salvedades, "las cuentas no están firmadas por todos los miembros del consejo, sin que se haya ofrecido una explicación razonable" para ello. Precisamente, una de las personas que no firmó fue la entonces presidenta.
El actual máximo mandatario de la firma, Román Bono Guardiola, es conocido en Alicante no solo por su dilatada actividad empresarial, sino sobre todo porque fue uno de los presidentes más longevos y exitosos de la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Llegó a la presidencia en 1983, con el primer Consell de Joan Lerma, y se mantuvo en el cargo hasta que Eduardo Zaplana lo relevó en 1998 por Vicente Sala. Durante su mandato de 15 años, con el hoy presidente del puerto de Alicante Juan Antonio Gisbert como director general, la caja alicantina experimentó una de sus épocas más brillantes, con la integración de la Caixa de Torrent y la Caja Provincial de Alicante y Valencia, y el inicio de las emisiones en los mercados internacionales.