VALÈNCIA. Poeta Querol dice adiós a una de sus principales joyas. La firma americana Michael Kors, especializada en accesorios de lujo y prêt-à-porter, ha decidido bajar la persiana de su local en el número nueve de la conocida como 'milla de oro' de València que hace años llegó a concentrar grandes marcas internacionales.
Michael Kors, que recientemente compró Versace por 1.830 millones, llegó a la ciudad en 2013 para ofrecer su gama de calzado, relojes, joyas y colecciones de moda para hombre y mujer. Seis años después ha decidido cerrar su tienda por la baja afluencia de público en la calle, aseguran fuentes del sector inmobiliario.
Una nueva despedida que se suma a la de insignias como MontBlac, Ermenegildo Zegna, Tommy Hilfiger, Roberto Cavalli, Bvlgari o Nespresso. No obstante, algunas se mantienen como Louis Vuitton, Lladró, Loewe o Salvatore Ferragamo y otras incluso llegan por primera vez como es el caso de la modista valenciana Isabel Sanchis que a finales del pasado año ocupó el bajo que dejó Tommy Hilfiger en el número 5.
Pese a ello, Poeta Querol hace tiempo que ya no brilla como antaño cuando se erigió como una de la calles más representativas de la ciudad con grandes firmas internacionales de lujo. Según el director del departamento de retail del Grupo Alain, Juan Ibáñez, esta tendencia comenzó con la cancelación de grandes eventos como la Copa América o la Fórmula 1 que provocó que el turista de alto poder adquisitivo y con mayor gasto dejara de visitar el cap i casal. Fue entonces cuando bajaron las ventas y muchas marcas decidieron colgar el cartel de cerrado aprovechando que contaban con córners en otros puntos de la ciudad como El Corte Inglés.
"Los propietarios al inicio de este reajuste mantuvieron los precios de las rentas a un nivel alto pensando que llegarían nuevas firmas, pero se dieron cuenta de que no era así", afirma Ibáñez. Con la salida de grandes firmas se generó "miedo e incertidumbre" y se produjo un cambio de tendencia en la calle: se pasó de una moda más internacional a otra de carácter más local con tiendas de souvenirs y establecimientos de restauración.
"Es una calle que no termina de tener público y por eso muchas cierran o se trasladan hacía otras zonas de la ciudad que ahora tienen más tirón", explican otras fuentes del sector. Solo con darse un paseo por esta vía uno puede apreciar que varios de sus bajos cuentan con el cartel de 'disponible'.
Es el caso del local que hace unos años ocupó Prénatal, la compañía de ropa de premamá y accesorios para bebés, y después la inmobiliaria Mikeli y que ahora busca nuevo inquilino. Lo mismo ocurre con los bajos que en su día ofrecieron las lujosas joyas de Bvlgari y los cafés de Nespresso y ahora permanecen vacíos.
Ahora, es la calle Jorge Juan, conocida como la 'milla de plata', la que acapara el interés de las firmas más premium a la hora de buscar un local. No es de extrañar que en los últimos años hayan desembarcado en esta vía Purificación García, Bimba y Lola, Javier Simorra, COS o Sandro, que hace unos días estrenó nuevo local para ceder su espacio a una firma hermana del grupo: Maje, que precisamente hacía unos meses que había abandonado esta vía y únicamente estaba presente en València a través de El Corte Inglés.
De hecho, según un Estudio de Mercado de Locales Comerciales elaborado por la consultora Gesvalt, Jorge Juan fue en 2017, un año más, la calle valenciana más solicitada a la hora de alquilar un local 'prime', con el 100% de ocupación en su tramo más exclusivo.
Entre las últimas aperturas en esta calle destaca la firma de calzado Paloma Barceló y próximamente lo hará Decathlon que ha escogido este enclave poco esperado para una empresa de material deportivo dado que en los últimos años, Jorge Juan se ha convertido en la vía de las joyerías, recogiendo firmas como Aristrocrazy, Uno de 50 o Tous.